Tras el eco de la tormenta,
donde el dolor se hizo canto,
y los gritos desgarraron el cielo,
llega el susurro de un nuevo amanecer.
Las sombras se disipan,
y el rugido de la guerra se apaga,
dejando espacio a un silencio
que esconde promesas de luz.
Aquí se cierra un capítulo de lucha,
donde el sufrimiento fue un maestro,
y la rabia, un fuego que ardió sin tregua.
Pero el ciclo encuentra su paz,
y nos invita a la calma.
La tristeza se convierte en reflexión,
y el caos en conciencia,
abriendo paso a la claridad
y a la serenidad del alma.
Es momento de girar la hoja,
de dejar que el sol ilumine los corazones
y que el amor despierte los sueños
que el invierno había enterrado.
Nos preparamos para el nuevo viaje,
donde la esperanza será nuestro guía,
y la gratitud, el faro que nos dirige
hacia un horizonte de luz y calma.
Así, con la tormenta en el pasado,
damos la bienvenida a un nuevo comienzo,
donde el reflejo de la paz y la dicha
se transforma en nuestra poesía y canción.
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CENIZAS DEL CREPÚSCULO
Puisi"Cenizas del Crepúsculo" no es solo un reflejo de la oscuridad que acompaña al final del día, sino una meditación sobre los elementos que conforman la experiencia humana en su forma más dolorosa y auténtica. En este espacio liminal entre la luz y la...