Tengo Preguntas

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Me cuesta creer el porqué tus ojos ya no brillan, 

porqué tu sonrisa ya no es mía y el caos que 

formábamos en la cama se convirtió en paz.

Paz, Paz es su nombre, me persigue y me atropella...

me encarcela su presencia. 


¿Por qué se llevó tu sonrisa?

¿Por qué se llevó tus besos?


Besos que eran míos y que disfrutábamos 

en los bares los domingos. 

Ahora lloro, pero sé que te olvidaré. 

Me cuesta creer el porqué...

¿No fue suficiente lo que te di?


Si soy la guerra y ella la paz, pero dime, 

¿En todo este tiempo quién te ha dado más?

Ese labial no es mío, ese que conseguí en tu mochila,

mochila que yo te regalé en nuestro aniversario. 

No la culpo a ella, te culpo a ti por hacer de esta 

historia una de tres, por desplazarme y olvidarme en un santiamén. 

Ahora lloro, pero sé que te olvidaré.

Me cuesta creer el porqué...

¿No fue suficiente lo que te di?


Paz, se quedó con mi cama, mis sábanas,

mi pijama, se quedó con Juana, la planta

que antes nos fumábamos.

Ahora dime tú, ¿Qué debo hacer?

¿Debo seguir el rastro de estrellas perdidas,

o buscar en el eco de un viejo reloj?


Quizá deba sembrar mi jardín de sueños,

donde la luna aún se atreve a danzar.

O caminar por caminos de arena dorada,

donde el viento susurra secretos olvidados.

Dejo que el amanecer me hable en silencio,

y que la noche, con sus brazos oscuros,

me guíe a través de laberintos de esperanza.


¿Debo crear un nuevo refugio en mi ser,

o esperar a que la marea devuelva lo perdido?


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CENIZAS DEL CREPÚSCULODonde viven las historias. Descúbrelo ahora