Reminiciencias

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Me siento ajena a las calles de esta ciudad, 

cada farol me recuerda que cuando 

entro en mi cabeza

solo hay oscuridad. 


Me siento fuera de mi, siento que levito, 

en este suelo extranjero; porque no lo siento mi hogar. 


Espera, no es que no agradezca que me haya abierto 

sus puertas, es que desde que me fui siento que no 

pertenezco, ni siquiera a mi. 


El invierno que pasa no se asemeja a lo que siento; 

¿pero qué siento yo? 


De donde vengo no hay recuerdos que me hagan sonreír, 

sin embargo, son parte de mi, y hoy, no sé porqué extraño

lo que alguna vez fue mi patria y haciendo una reflexión profunda,

sentada sintiendo la bruma que roza mi rostro pálido, puedo decir

que lo que más extraño es a ti, madre. 


¿Cuán roto podemos estar para extrañar a alguien que no 

te supo valorar, que su lenguaje del amor siempre fue el dolor?


Siento pena por mí; porque me siento ajena a todo

y eso en gran parte fue por ti. 

 

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CENIZAS DEL CREPÚSCULODonde viven las historias. Descúbrelo ahora