Capitulo 3

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Astrid

8 años antes

Entre a la fiesta de Lance, el hijo de un amigo de mi papá.

Era en grande.

Arregle mi vestido antes de encontrar a kis amigos.

Escuche que Alex y Max tambien fueron invitados.

—Hola chicos—me acerque por la espalda.

Alex se giro y me saludo de lo mas normal.

Ellos son mucho mas grandes que yo, Max ya corria con Toro rosso.

—Pense que no vendrias—dijo Max serio.

—No tenia mucho que hacer en casa—dije encogiendome de hombros.

—Te vez bonita—dijo metiendo sus manos a los bolsillos del pantalon.

—Gracias Maxie.

Algo estaba pasando, el no era asi de serio.

O sea, llevamos años sin hablarnos en persona, pero si nos hemos hablado por mensaje y eso.

No entiendo su actitud.

Tal vez cambio o algo asi.

O maduro.

Pero por chat parece ser el de siempre.

Aun lo sigo considerando mi mejor amigo.

Lo intente abrazar pero el me alejo.

Lo mre confundida.

—Soy mayor de edad, pueden confundir las cosas—dijo y se fue.

Asenti y me quede hablando con Alex.

Si les decia la verdad, yo no parecia de 14, de 16 tal vez, pero no tenia rasgos infantiles, ya no.

—Ha estado desde que llegamos asi, no se que le pasa—dijo Alex.

Asenti restandole importancia.

Convivimos con los demas un rato mientras esperabamos que llegaran los demas.

Mire muchos rostros nuevos, Alex me iba presentando 1 a 1 mientras me jalaba de la mano.

—Este de aqui es—Alex empezo pero lo interrumpieron.

—Charles Leclerc, soltero, piloto, para servirte hermosura—beso mis nudillos.

—Astrid Wolff, menor de edad—le guiñe un ojo.

—No lo pareces.

—Me lo dicen mucho—mencione.

Charles seguia sosteniendome la mano.

—Sueltala Leclerc—escuche que dijeron a mis espaldas.

No podia confundir esa voz, ni con la musica al 200.

—No esta muy chica para ti—dijo Charles burlandose.

—Eso no te interesa—dijo abrazandome por la espalda.

Alex estaba doblado por la risa, no se que le parecia gracioso de esta situacion.

—No te acerques a ninguno de estos idiotas—dijo en mi oido.

Lo mire confundida.

—¿Por qué?

—Eres muy pequeña para nosotros, y ellos son unos asalta cunas, no quiero que se te insinuen—menciono apretando los dientes.

Del odio al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora