Polos opuestos (BBRAE)

Lago.

Narra Chico Bestia:

Me levanté con los primeros rayos del sol dándome directamente en los ojos. Salí de la tienda con mucho cuidado de no despertar a nadie. Me preparé el desayuno cuando vi a Rae salir de su tienda, con los pelos algo alborotados, pero tan hermosa como siempre.

—Buenos días, Gar—y se estiró mientras bostezaba.

—¿Cansada, verdad? ¿Quieres café?

—Si eres tan amable.

Le preparé el café y me senté junto a ella. Estaba comiendo hasta que vi algo que relucía en su cuello.

—Oye, Rae, ¿qué es eso tan reluciente?

—Ah, ¿esto?—se sacó el collar que un día le había dejado en su cuarto.—Es un collar que alguien me dejó en mi cuarto, es muy bonito, la verdad; si supiera quién me lo dejó, se lo agradecería.

Me hizo mucha ilusión que le hubiese gustado tanto, pero no me atrevía a decir que se lo había dado yo.

—Sí que es bonito.

Poco a poco se fueron despertando los demás, hasta que estuvimos todos allí desayunando.

—Oídme, ayer vi un lago cerca de aquí, ¿queréis ir después?—nos preguntó Dick.

—Claro, pero yo no me he traído bañador.

—Ni yo—dijeron todos a la vez, a excepción de Cy, claro.

—Bueno, vamos a comprar—dijo Cy sacudiendo las llaves del coche.

Narra Raven:

Nos costó encontrar una tienda donde hubieran bañadores, pero la encontramos. Me fui con Star a la sección de chicas.

—Oye, Rae, ¿me quedará bien este?—me enseñó un bikini rosa con los tirantes cruzados, y la parte de abajo tenía anillas de oro.

—Y tanto que te quedará bien. Yo no he encontrado nada todavía.

—Pero si aquí hay muchas cosas de tu talla, y te quedarían bien todos.

—No es por la talla, es que no hay ninguno que me guste mucho, todos son muy... no sé, no me convencen.

—Rae, mira esto —era un bikini con la parte de arriba en un tono morado oscuro, que solo tenía una hombrera; la parte de abajo era negra con lazos a los costados—. Pruébatelo.

—No lo sé, Star...

—Tú pruébatelo, ya verás que te sienta genial.

—Está bien.

Me probé el bikini, he de admitir que me quedó mejor de lo que yo pensaba, pero aun así no me convencía demasiado.

—Estás hermosa.

—¿Tú crees? Yo lo veo muy, ¿provocador...?

—Chica, tienes un cuerpo para lucirlo; si no te lo compras, te lo compro yo, pero te lo vas a llevar.

—Vale, me lo llevo.

Pagamos y nos reunimos con los demás, luego nos cambiamos y nos fuimos al lago. Star entró del tirón al agua, tras ella fueron Cy y Dick. Yo me senté bajo un árbol mientras llamaba a Damian, quería avisarle de mi visita el lunes; pero no respondió.

—¿No vas al agua?

—No tengo muchas ganas, Gar—dejé mi móvil bocabajo en el césped.

—¿Te pasa algo?

—No, solo es que Damian no me responde, le llamaré después.

¿Será que está enfadado conmigo?

—Seguro que está ocupado —se sentó a mi lado—.¿Te gusta mi bañador?—era un bañador de patos y tortugas.