Terra

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 Narra Chico Bestia:

Esta mañana no había nada fuera de lo común. Lo más importante había sido detener a unos delincuentes en un banco; no eran muy buenos, así que nos había llevado muy poco tiempo. Ahora estábamos todos en el salón, con las noticias locales, puestas como sonido de fondo.

—Qué día más aburrido.

—Y que lo digas, Star—le respondí.

—Chicos, mirad la televisión —Dick estaba analizando lo que estaba pasando en las noticias.

—¿Qué es eso?

En las noticias había aparecido la imagen del centro de la ciudad destrozado, muchos heridos, policías y bomberos; junto a la persona que estaba causando los destrozos, pero no se distinguía quién era. La alarma no había sonado, eso era muy extraño.

—La alarma no ha sonado, qué raro. Bueno, vayamos a ver qué está pasando —dijo Dick.

Cuando llegamos, la persona responsable ya se había marchado. Estuvimos revisando toda la escena, pero no había ni rastro de quién pudo ser. A pesar de las interrogaciones a todos los testigos, lo único que obtuvimos fueron quejas por no presentarnos antes. Tuvimos que pedir disculpas públicamente por no haber aparecido antes.

—Cy y yo vamos a revisar por qué la alarma no ha saltado. Puede que nos lleve un rato; así que, si queréis, pedid comida a domicilio —dijo Dick un poco frustrado.

—A mí del disgusto se me ha quitado el hambre —respondió Rae mientras se iba a su cuarto.

—Yo tampoco tengo mucha hambre, a decir verdad—dijo Star mientras seguía a Rae.

Yo también iba a decir que no tenía hambre, pero me llegó un mensaje de Terra: me invitaba a almorzar; aceptaría aunque no tuviese mucha hambre.

Llegué y Terra ya estaba ahí, sentada con una sonrisa de oreja a oreja.

—Hola, Terra.

—Hola, guapo, tengo algo que decirte.

Pedimos la comida y mientras llegaba hablamos.

—Y dime, ¿qué es eso que me tienes que contar?

—Es algo muy gracioso, pero prométeme que te la vas a tomar con humor.

—Está bien, dime.

—Verás, hoy he hablado con un viejo amigo. Luego de hablar un rato, hicimos un trato; y digamos que yo ya he hecho mi parte, y ahora me debe una casa en el monte.

—Wow, qué buena recompensa. ¿Vas a vivir allí?

—Sí, pero necesito saber si quieres venir conmigo.

—Eso es algo muy fuerte, la verdad, pero antes de responder, dime cuál fue tu parte del trato.

—Recuerda que has prometido tomártelo con humor. Bueno, resulta que era algo que no me esperaba. Era algo bastante simple, tenía que tirar una roca enorme al centro de la ciudad.

—Qué gracioso, ahora dime la verdad.

—Esa es la verdad.

—Terra, esto no es gracioso. ¿Fuiste tú la que dejó a tantos heridos hace un rato?

—No exageres, no fueron tanto.

—Terra, yo pensaba que habías cambiado, ahora veo que fue un gran error pensar así. Solo una cosa más, ¿por qué me lo cuentas a mí?

—Tenía la esperanza de que te unieras a mí, y mudarnos a mi nueva casa de campo. Pero ya veo que las cosas no son así...

—Pues claro que las cosas no son así, por Dios.

Terra corrió y se fue del restaurante, yo salí tras ella y la alcancé justo en la puerta.

—¿Pero a dónde te crees que vas, Terra?

Intentó huir y pegarme, pero todo intento fue en vano. La llevé a la torre con un collar que tenía en el coche que anulaba los poderes. Al llegar a la torre, todos estaban sentados en el sofá, cada uno a lo suyo.

—Mirad a la responsable de lo que ha pasado hoy—dije empujando a Terra con los demás.

—Sabía que no habías cambiado—dijo Rae mientras le lanzaba una mirada asesina.

—Yo solamente quería una casa en el campo y mi novio me ha arrestado. Eres el peor novio del mundo, Garfield.

—Qué pena, por suerte para ti, Tara, yo no soy tu novio. Hemos terminado.

Dick se la llevó para hacerle un interrogatorio, mientras yo me quedaba en el sofá con muy mala cara.

—Nunca me cayó bien a decir verdad. ¿Cómo estás?—dijo Rae mientras se sentaba a mi lado.

—Sinceramente, podría estar peor, no me ha dolido demasiado. No sé si soy, o más bien, era, un mal novio por ello.

—No lo eres, o bueno, eras. Oye, ¿qué ha dicho sobre una casa del campo?

Le conté todo lo que ella me dijo.

—¿Y no te dijo quién era su amigo?

—Ahora que lo pienso, no. Pero supongo que Dick se lo sacará en el interrogatorio.

—No, no ha sido así, me ha dicho todo menos eso —nos sorprendió Dick.

—Ya me encargo yo—dijo Rae.

Cinco minutos después volvió.

—Su amigo era Deathstroke.

—¿Cómo has conseguido que hable?

—Simplemente, le he dicho que si me lo decía, te ibas a ir con ella a vivir y no la delataríamos, porque no te soportamos un día más aquí. Ha sido bastante fácil.

—¿En serio, Rae? ¿No había otra manera? ¿Otra mentira?

—No te quejes que ha funcionado, además, ¿quién te ha dicho que sea mentira?—la miré con cara seria—. No te enfades, hombre, si sabes de sobra que es broma.

—Bueno, Rae, abre un portal directo a Arkham, allí se encargarán de Terra.

Empujamos a Terra por el portal.

—Bueno, he hablado con Batman y me ha dicho que mañana nos tiene que decir algo por la mañana —nos dijo Dick.

Todos nos fuimos a nuestras habitaciones, yo seguía confundido, aunque sabía perfectamente que lo que había pasado con Terra no me había afectado tanto porque, en el fondo, yo no dejé de querer a Rachel.

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Hola chic@s, gracias por las 200 vistas. Espero que dsifrutéis de la historia♥.

Polos opuestos (BBRAE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora