XIII

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Isadora.

Désde que nací, he tenido que ser la hija perfecta para todo. Mis padres siempre han tenido expectativas muy altas en mí, en mis calificaciones, en el ballet, en el piano, en ser la fuerte, la que debería de llevar el mando. La hija a la cuál, todo debe de hacer perfecto, sin un error en lo que haga.

Sin embargo... Désde que mis habilidades sobre humanas se manifestaron por primera vez - después de tomar la pastilla - No he podido hacer ni una sola cosa bien.

Dejé que Axer calcinara vivos a mis padres, no pude contenerlo para que destruyera nuestra casa, mis emociones se están desbordando por completo, cada vez pierdo el control de mis emociones, de un momento, siento felicidad y al otro furia, rabia incontrolable. Y ahora, ni siquiera pude mantener mis habilidades por unos momentos, si no fuera por la ayuda de Tayler, estaríamos muertos todos. Y sería por mi culpa. No sé que me pasa, es tan abrumador ésto, ni siquiera puedo parar de llorar en este momento, me siento tan estúpidamente culpable.

Debo de ser la chica que no comete errores, debo de volver a ser... Perfecta. Estoy rota, algo me sucede, debo de arreglarme y volveré a tomar el control de las cosas, no puedo seguir así, no puedo dejar que más cosas malas pasen por mi culpa.

Y, sobre Félix... Tengo que terminar lo que sea que tengamos, el me vuelve tan débil con su amor estúpido, y no puedo permitir que lo siga haciendo, Axer me necesita fuerte, ahora más que nunca, somos los únicos que quedamos de la familia cercana, el y yo. Ya le falle una vez al dejar que pasará todo esté desastre, no volveré a fallar de nuevo, tengo que entrenar con mis habilidades como dijo Ben.

Limpio mis lágrimas, y dejo de lloriquear.

Son las 4 de la madrugada, no he podido dormir, Ben me acompaña, los dos sentados en un tronco. El está haciendo planes, no me lo dice pero por la forma en la que se queda callado y mirando a la oscuridad del bosque, me dice que está pensando como escapar de aquí, a dónde ir y como cubrir nuestras huellas, nos están siguiendo el pasó unos policías, se escuchan helicópteros rondando por el bosque, muy a lo lejos.

Pero, no puedo quedarme sin hacer nada, necesito empezar a entrenar. Se me ocurre una idea.

- Ben - susurro cerca de el, pero está muy metido en sus pensamientos, que no lo logra escucharme. Vuelvo a intentar - Ben, oye...

- Mm si - logra escucharme - Lo siento, es que estoy pensando en dónde podemos ir, sin que nos encuentren. Tengo unos lugares en mente, están a mi nombre, nadie sabe que compre esas propiedades, no lo hice ilegalmente, pero esas casas, no están en el registro de propiedades que he comprado...

- Si... Oye me puedes ayudar a entrenar - cambio el tema - Yo se que estás muy ocupado para eso, pero no puedo quedarme así, mis poderes no funcionan bien y...

- Tranquila, se de que hablas, te entiendo completamente y estoy de acuerdo contigo. Sin embargo, no me lo tomes a mal, pero estoy pensando como llegar a Francia, ahí tengo dos propiedades a mi nombre. Ahí estaremos seguros y a salvo, no creo que nos encuentren ahí, tendremos otras identificaciones pero...

- Alto, espera - lo detengo - Estás hablando de otro país, otras identificaciones. Creo que estás exagerando un poco, ¿no tienes más casas o mansiones aquí? Podríamos ir a una de esas tantas que tienes y...

- Se que es difícil de digerir, Isa, pero no estás pensando con claridad. Tu familia, la de Félix, la de Tayler y la mía, tienen bastante dinero para tener varias casas y mansiones por todo el país, si quisiéramos podríamos ir a una de esas, pero dime, ¿crees que no lo he pensado?

Lo que está diciendo se podría interpretar que lo está diciendo de manera molesta, pero no, lo está diciendo tan calmado, que es fastidioso.

- Si, podríamos ir a una de esas, no lo pensé, mi familia tiene muchas, creo que si vamos...

Las Consecuencias De La Ambrosía ©.  [BORRADOR] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora