CORTO VIII: AU CANON +18

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"Porque eres fácil de encender..."

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El cuerpo desnudo de Obanai temblaba entre las sábanas.

Los ojos llorosos del menor se cierran fuertemente arrugando los párpados, sus labios brillosos y húmedos se abren jadeantes expulsando leves gemidos. El pecho expuesto sube y baja, dejando ver la extensión de piel blanquecina llena de cicatrices y leves chupones.

El estómago se encuentra mojado por un líquido blanco y viscoso, sus piernas se sienten dormidas y la erección entre estas no tarda en endurecerse otra vez.

Se sentía tan cansado, ¿cómo es que aún así pedía más?

Manos grandes envuelven sus muslos para separarlos y abrir por completo las delgadas piernas, Iguro apenas puede reaccionar y se limita a abrir un ojo sin éxito pues de inmediato lo cierra otra vez.

Siente como aquellas manos separan con cuidado sus nalgas y la incomodidad aparece cuando un dedo se introduce en él, masajeando las paredes y raspando sus entrañas con uñas largas.

Da leves suspiros mientras hacía el esfuerzo de abrir los ojos.

—Giyū...

Llama al culpable de su sentir y anterior orgasmo. No tiene la garganta sana para llamarlo correctamente y suena hueco, raspado pero a la vez relajado.

Tomioka se detiene en seguida, no sale de su interior pero mira al rostro del hombre en busca de una señal que le indique una orden o el detenimiento de la intimidad.

—¿Qué sucede?

Iguro por fin puede ver al mayor con mucha más claridad.

Cabello desordenado, labios mordidos y mejillas sonrojadas, los ojos también estando levemente brillosos y nublados por el placer de cometer estos actos.

—Y-yo quiero hacerlo.

Giyū lo mira un segundo, dudando de la condición de Obanai pero no dice nada. Obedientemente saca el dedo de la entrada, después se inclina hasta llegar al rostro de Obanai y besa las cicatrices  húmedas de sudor.

En un segundo se termina de desnudar pues solamente vestía la parte abajo y prosigue a acostarse.

Obanai hace un gran esfuerzo y se sienta, mira a Giyū al otro lado de la cama y este está mirándolo con aquella expresión tan indescriptible. Sus ojos desiguales se posan en el miembro del mayor y como Tomioka se bombea así mismo haciéndolo crecer.

La boca de Iguro comienza a babear.

El corazón sube hasta la garganta de Obanai y este traga saliva un par de veces, recordó el sabor de aquella parte tan intimida del mayor.

Gatea por la cama hasta el hombre, se coloca encima de él y quita las manos del miembro.

—Yo puedo solo.

Giyū se limita a obedecer dejando que su cuerpo sea usado para el placer del menor.

Obanai se levanta levemente y toma el miembro de Tomioka con cuidado, lo pone en su entrada y después se coloca en posición para dejarse caer y sentirlo hasta el fondo.

°-Cortitos De Amor-°GiyuOba°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora