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Era viernes por la mañana, y como era típico en Le Rosey, la escuela ya estaba llena de vida a primera hora del día

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Era viernes por la mañana, y como era típico en Le Rosey, la escuela ya estaba llena de vida a primera hora del día. Los estudiantes se movían apresurados por los pasillos, algunos todavía medio dormidos, mientras que otros conversaban animadamente sobre lo que habían hecho durante el fin de semana. Los primeros rayos de sol de la mañana se colaban por las ventanas, llenando de luz las amplias aulas y los corredores.

Charles, Lance y Max llegaron juntos al colegio, como solían hacerlo. Charles, siempre puntual, había recogido a Max en su casa, y luego se encontraron con Lance en la entrada principal. La conversación fluía entre ellos, llena de chistes y comentarios sobre la semana que recién comenzaba.

— No puedo creer que ya sea viernes otra vez — dijo Lance, estirándose mientras caminaban hacia sus casilleros — cada día más cerca de que acabe este año escolar —

— la verdad es que si, vienen las vacaciones y luego nuestro último año juntos — respondió Charles — prometan que cuando salgamos de aquí, no dejaremos de hablar —

Max, quien iba con las manos en los bolsillos de su chaqueta, asintió con la cabeza — jamás dejaremos de hablarnos —

— primero muerto que terminar mi amistad con ustedes — dijo Lance

— bueno, hay que disfrutar todo este año y lo que nos queda —comentó Charles mientras llegaban a sus casilleros y comenzaban a sacar los libros para la primera clase.

La primera clase del día era Matemáticas, algo que ninguno de los tres esperaba con demasiada emoción, pero como buenos estudiantes, se dirigieron al aula sin quejas. La clase transcurrió como de costumbre: explicaciones en la pizarra, ejercicios para resolver y algún que otro suspiro de frustración cuando la solución no era tan sencilla como esperaban.

Después de Matemáticas, tuvieron una breve pausa antes de la siguiente clase. Aprovecharon el tiempo para salir al patio central, donde el aire fresco de la mañana les despejó la mente.

— Este clima es perfecto — dijo Lance, respirando profundamente— No hace demasiado frío, pero tampoco es tan cálido como para estar incómodo —

— Es verdad — asintió Charles, cerrando los ojos por un momento para disfrutar de la brisa — Momentos como este hacen que los viernes  sean un poco más llevaderos —

Max se quedó mirando a un grupo de estudiantes que jugaban fútbol en una esquina del patio. — ¿Qué tenemos después de esta pausa? —

— Historia — respondió Lance — Con el profesor Carlos. Va a ser interesante, como siempre —

Charles y Max compartieron una mirada, Charles por su parte sonrío como enamorado

— ¿Estás listo para la clase de Historia, Charles? — preguntó Max con una sonrisa maliciosa.

Charles se encogió de hombros, tratando de parecer indiferente. — Es solo una clase como cualquier otra. Aunque no me importaría que fuera más larga —

𝑻𝒆𝒂𝒄𝒉𝒆𝒓'𝒔 𝑷𝒆𝒕 #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora