Era un sábado por la mañana, y la ciudad parecía estar sumergida en un letargo tranquilo. Los rayos del sol se filtraban a través de las cortinas, llenando el apartamento de Carlos con una cálida luz dorada. Aunque era temprano, Carlos ya estaba despierto, sentado en la mesa de la cocina con una taza de café entre las manos, mirando distraídamente por la ventana.
Había pasado una semana difícil. La conversación con Charles había sido intensa, y aunque intentaron dejar las cosas en claro, ambos se sentían más distantes que nunca. El consejo de Lando había sido útil en un principio, pero ahora Carlos no podía dejar de preguntarse si había tomado la mejor decisión al confrontar a Charles tan bruscamente. Necesitaba despejar su mente y, tal vez, buscar un nuevo enfoque para reconectar con él.
Decidió que un cambio de escenario podría ser justo lo que necesitaba. Tomó su teléfono y envió un mensaje rápido a Checo y Fernando, sugiriendo que pasaran el día juntos. Ambos respondieron rápidamente, acordando reunirse en el departamento de Fernando.
Cuando Carlos llegó, encontró a Checo y Fernando ya inmersos en una conversación en el sofá de la sala. Parecían relajados, disfrutando de la mañana tranquila. Fernando le ofreció una taza de café, y Carlos la aceptó con gratitud, sintiendo que la calidez de la bebida lo ayudaba a calmarse.
— ¿Cómo estás? — preguntó Checo, notando la tensión en el rostro de Carlos.
Carlos se encogió de hombros, tratando de restarle importancia — He estado mejor. Es solo que... todo ha sido un poco complicado últimamente —
Fernando, siempre perceptivo, asintió comprensivo. — A veces, las cosas se complican antes de mejorar. ¿Has hablado más con Charles desde la última vez? —
Carlos negó con la cabeza, tomando un sorbo de su café. — No, hemos estado manteniendo cierta distancia. Necesitábamos tiempo para pensar —
Checo lo miró con seriedad, pero con un toque de preocupación en sus ojos. — ¿Y tú qué piensas? ¿Es lo que querías hacer, o solo estás siguiendo un impulso? —
Carlos se quedó en silencio por un momento, considerando la pregunta. — No lo sé. Parte de mí piensa que necesitamos este espacio para aclarar nuestras cabezas, pero la otra parte... no quiere alejarse de él —
Fernando intervino, con su tono siempre calmado y lógico. — A veces, tomar un paso atrás puede dar una mejor perspectiva. Pero solo si lo usas para reflexionar, no para evitar los problemas. Tal vez sea bueno que te enfoques en algo positivo. ¿Qué te llevó a sentirte atraído por Charles en primer lugar? —
Carlos se tomó un momento para considerar la pregunta, recordando los primeros momentos con Charles. — Era... su forma de ver el mundo. Tan optimista, tan lleno de energía. Era como un soplo de aire fresco después de todo el caos. —
Checo asintió, recordando cómo él mismo se sintió cuando empezó a sentir algo por Max. — Eso es algo que no debes olvidar. A veces, cuando las cosas se ponen difíciles, es fácil enfocarse solo en lo negativo. Pero recordar lo que te atrajo en un principio puede ayudarte a encontrar un camino de vuelta. —