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(Este fue un capitulo difícil de escribir) Yo no recuerdo bien como paso en el libro de boss así que hice mi adaptación de los hechos.

Espero que les guste. Comenten ⭐️

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La competencia de patinaje había concluido, y el bullicio del estadio comenzaba a desvanecerse. Alexandra Trusova sentía el peso del agotamiento en cada fibra de su cuerpo mientras caminaba hacia los vestuarios. Ilenko había dado la orden a los voyevikis que la acompañaban de llevarla al edificio tan pronto como recogiera sus cosas

Al llegar al vestuario vio a Emma y Vladimir estos estaban en silencio, cuando irrumpió.

Emma también estaba compitiendo solo que una categoría por debajo de Alexandra ya que ambas tenían deudas que pagar.

- segundo lugar - suelta Vladimir sin darle importancia a la rusa. El haladie giraba sobre su mano en un ritmo constante

- primera - corrigió

Sus ojos se cruzaron, el cabello dorado de Vladimir caía rebeldemente sobre su rostro.
La luz del atardecer comenzaba a teñir el cielo de Moscú de un color púrpura cuando todo cambió en un instante.

Las puertas del estadio se cerraron de golpe, y de la penumbra surgieron hombres vestidos de negro, con armas automáticas apuntando a ellos. No hubo tiempo para reaccionar; la mafia italiana, liderada por Dalila Mascherano, había llegado.

—¡Alexandra, corre! —gritó Emma, pero antes de que cualquiera pudiera moverse, sentían la fuerza brutal de los secuestradores, que las redujeron al suelo sin esfuerzo.

Contra el ruso necesitaron mas esfuerzo ya que no se dejo doblegar sin matar a unos junto a los voyevikis.

Emma se retorcía bajo el agarre del encapuchado el cual la manoseaba; Alexandra presa de la ira estiro su pierna haciendo que el filo de la cuchilla corte el cuello del agresor.

La sangre salís a brotones y su acción solo provocó que se llevara mas golpes.

En cuestión de segundos, la oscuridad envolvió sus conciencias mientras eran arrastrados hacia furgonetas sin placas.

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Cuando Alexandra despertó, estaba en una sala fría y húmeda, iluminada solo por la luz tenue de una bombilla que colgaba del techo. Su cuerpo temblaba, no solo por el frío, sino por la creciente sensación de terror que se apoderaba de su mente. Sus muñecas estaban atadas a una silla de metal, y frente a ella, Dalila Mascherano la observaba con una sonrisa cruel.

- Finalmente despierta, la princesa del hielo - dijo Dalila, su voz suave y cargada de malicia.

- reina del hielo - Alexandra intentó moverse, pero las cuerdas la mantenían inmóvil. Trató de enfocarse, de recordar qué había pasado con Vladimir y Emma. <¿Dónde estaban? ¿Estaban bien?>

—No te preocupes —continuó Dalila, como si hubiera leído sus pensamientos—. A Vladimir ya lo tenemos bajo control. Le hemos administrado Haccoc. ¿Conoces esa droga? No, claro que no. Pobre niña inocente. Le va a quemar el cuerpo por dentro, lentamente, hasta que su sistema colapse por completo.

El corazón de Alexandra se aceleró, pero no tuvo tiempo de procesar esa información porque un grito desgarrador resonó por los pasillos. Era Emma.

—Ah, Emma —dijo Dalila con indiferencia—. La pequeña James. Tuvimos que crucificarla para hacerla callar. Ahora es solo una advertencia más para que sepas que esto es real.

Alexandra intentó gritar, pero la desesperación se le atoró en la garganta. <Esto no estaba pasando>. Cerró los ojos, intentando escapar de la pesadilla en la que se encontraba, pero entonces sintió la mano de Dalila en su mejilla.

Alexandra ( Ilenko - t/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora