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Secuelas, Vlad y Ale

Alexandra Trusova

- entra ahí perra! - mi cuerpo cae contra el cemento y el ruido de los barrotes siendo cerrados con llave inundó el lugar.

No siento nada. Como si todo hubiera perdido color. Ahora mi vida era gris.

Tuve que ser yo la que se muriera en lugar de ese niño. Que mi hijo.

- Alexandra - la voz de Vladimir llego a mi. Ni me gire en mirarlo. No puedo ni moverme.

- déjame - le grito cuando se me viene encima con los ojos idos. Rompe mi remera en lo que busco apartarlo

- si no te quedas quieta te vas a morir desangrada - envolvió el pedazo de tela alrededor de mi pierna. La sangre que emitía se sentía caliente.

- quiero morirme - dijo entre sollozos llenos de desespero en lo que parezco desahuciada.

Los hipidos no me dejan hablar y las lagrimas no me dejan de caer.

Nose en que momento me dormi solo recuerdo levantarme asustada por el grito de la persona a mi lado

- No - este se removia ferozmente en lo que tenia una pesadilla. Estaba sudado y tenia grandes ojeras.

Me arrasto hasta estar mas cerca ya que no puedo caminar.

- vlad - lo muevo - despierta!

- no quiero jugar - dice aun dormido y lo abrazo intentando calmarlo

- sh sh - le digo - es un sueño, un mal sueño. Todo esto lo es

Se despierta entre mis brazos agitado. Me agarra como asegurándose que estoy acá

- ¿que soñabas ? - le cuestiono - ¿que es lo que te atormenta?

- ¿que es lo que lo hace a ti?

- estaba embarazada; cuando fui a competir para los juegos olímpicos, lo estaba. Yo no lo sabia... En un salto el feto se desprendio de mi utero

- lo perdiste

- si

- cuando era chico sabia ir a visitar a mi familia materna. Tenia seis años, yo no entendia, ellos decian que me amaban y que era hermoso. Jugaban conmigo y me hicieron una capa dorada.
Los juegos dejaron de gustarme porque ellos tocaban mis partes privadas

- vlad lo que te hicieron no tiene perdon. Una madre no te hace eso; ni tu familia

- si dices algo - lo interrumpo

- no dire nada.

- deja de llorar; pequeña puta - me dice sonriendo y es la primera vez que yo tambien lo hago después de mucho tiempo

- perdón - le suelto, ni siquiera se cuando comencé a llorar

Me acomodo a su lado ambos mirandonos a los ojos aun en la oscura celda con olor a humedad y sucia.

- estas horrible - me dice y sonrio

- te diria lo mismo pero es imposible decirtelo cuando sonríes.

Apoya su mano sobre mi mejilla como si tuviera miedo de tocarme. Nuestros ojos brillan.

- que haces ? - le pregunto dudosa

- te voy a besar - A caso quiero que me bese, siento esta absurda necesidad y deseo cuando nada tenia sentido.

Sus labios se pegan a los míos dudosos pero firmes en lo que me dejo ir. Se siente bien, ambos estamos igual de fracturados buscando una solución a nuestros problemas. Aferrándonos a la idea de que los dos juntos estaremos bien.

Alexandra ( Ilenko - t/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora