Narra Saitama:
Ya había pasado una semana desde que me trajeron a este lugar desconocido, cada minuto parecía más eterno que el anterior. No tenía idea de si era de día o de noche, pero siempre era el mismo lugar frío húmedo que calaba hasta los huesos.
Y la venda en mis ojos....aún no me la habían quitado.
Lo único que sabía con certeza era que mi cabeza latía de dolor constante y que el silencio solo se rompía por el ruido de gotas de agua cayendo de algún rincón.
¿Por qué no acababan conmigo de una vez?
¡Plaff!
De repente, el sonido de una puerta oxidada al abrirse me sacó de mis pensamientos.
Reconocí las pisadas al instante. Era el tipo mismo tipo que siempre me traía esa comida horrible. Hacía tiempo que había perdido la cuenta de cuántas veces me había obligado a tragarla. Cada bocado era un insulto, pero no tenía opción. Si no la comía, él se aseguraba de que lo hiciera por las malas.
-Si tan solo tuviera mi fuerza...-Pensé con amargura.
Mientras trataba de prepararme para lo inevitable, un estruendo repentino resonó por todo el lugar.
¡Banggg!
La explosión fue tan fuerte que incluso yo, en mi estado, me sobresalté.
-¡¿Qué es eso...?! -Alcancé a murmurar, mientras intentaba procesar lo que acababa de suceder.
Antes de que pudiera reaccionar, escuché gritos y el sonido de pisadas corriendo por los pasillos.
-¡Estamos bajo ataque!-Gritó alguien, desesperado.
El tipo que me traía la comida dejó caer el plato y la cuchara con un ruido metálico y se fue apresuradamente. ¿Qué estaba pasando? ¿Acaso... podría ser...?
¡Banggg!
-Esa explosión... ¿Genos?-Susurré, una mezcla de esperanza y duda en mi voz.
-¡AHH!-Gritos y explosiones se intensificaron a lo lejos, tal parece que la confusión reinaba afuera.
-Si era Genos...
Respiré profundamente, no podía seguir así. Con mi pie tanteé el suelo, buscando la cuchara que el tipo había dejado caer. El dolor en mi espalda era insoportable debido a que la herida del aguijón de la mantarraya no habia sanado completamente y mis movimientos eran torpes debido al entumecimiento de estar tanto tiempo encadenado, pero no podía rendirme. No ahora.
-.....-Finalmente, mis dedos tocaron el frío metal.
Con esfuerzo, la deslicé hacia mis manos, luchando contra los grilletes que restringían mis movimientos. Logré romper la base de la cuchara con los dientes y me enfoqué en las esposas.
-Vamos...-Murmuré, sudando por el esfuerzo.
El metal estaba debilitado por la humedad del lugar. Sabía que tenía una oportunidad, aunque fuera pequeña.
¡Click!-Las esposas se abrieron.
-¡Lo hice!-Murmuré con una sonrisa cansada, sintiendo que por fin algo había salido bien.
Sin perder tiempo, llevé las manos al rostro y comencé a quitarme la venda de los ojos. El nudo estaba apretado, pero finalmente logré desatarlo. Al deslizar la tela, esperaba recuperar la vista, pero todo seguía siendo oscuridad.
Cuando finalmente la quité, esperaba un golpe de luz o al menos algo que me ayudara a orientarme. Pero no vi nada. Solo una negrura total. Parpadeé varias veces, tratando de forzar a mis ojos a acostumbrarse, pero parecía inútil. Había pasado tanto tiempo con la venda puesta que mi vista no reaccionaba.
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"Pesadilla"-Yaoi-(Genos x Saitama x Amai Mask)-One punch-man
FanfictionEn un día fatídico, el planeta tierra enfrenta una invasión alienígena de otra dimensión que pone a prueba la resistencia de la humanidad. Los héroes de la Asociación luchan valientemente, pero incluso los más poderosos son gravemente heridos en la...