Finales Alternativos (EvilCharming)

Capítulo 38

David tiró de las riendas y redujo la velocidad de su caballo cuando él y Killian llegaron a las afueras del pueblo más cercano. Habían estado cabalgando durante poco más de dos horas antes de llegar a un pueblo que él mismo había frecuentado años atrás para abastecerse cuando trabajaba en la granja de su familia. Las cosas eran como las recordaba, una mezcla de cabañas y establecimientos construidos toscamente separados por caminos de tierra. Los carruajes tirados por caballos pasaban a la velocidad de un caracol, aunque la gente se apresuraba mucho más rápido. Las mujeres se ocupaban de los niños y los hombres hablaban animadamente mientras intercambiaban bienes.

La escena que tenían ante ellos le tocó el corazón a David y le hizo sentir nostalgia. Le recordaba una época más sencilla, cuando era mucho más joven y su madre aún vivía. Por lo general, no se permitía pensar demasiado en su pasado, nunca pensó que hubiera algo especialmente interesante en él. Se consideraba un simple pastor, pero ver el pueblo de nuevo le hizo querer abrazar sus raíces y compartirlas. David incluso se imaginó mostrándole a Regina las tierras de su familia y se preguntó qué pensaría ella al respecto.

—No hay mucho que ver, ¿verdad, amigo? —Killian arrugó sus rasgos ásperos—. Seguro que tampoco he extrañado los olores.

David puso los ojos en blanco al ver al pirata desperdiciando sus pensamientos pacíficos: &Lo dice el hombre que vivió en un barco con 20 hombres sudorosos durante la mayor parte de su vida.

—Sí, y aún así preferiría eso cualquier día antes que a este campesinado —lo incitó su yerno con una media sonrisa mientras sus caballos se movían sobre sus cansadas extremidades, inclinándose para mordisquear la hierba.

—Vamos a la taberna a tomar algo y a dejar que los caballos descansen un rato —David hizo que su caballo se pusiera en movimiento, viajando ligeramente por delante del capitán—. No hay mejor lugar para tener una idea de lo que está pasando en la tierra que una taberna.

—Me vendría bien una buena cerveza —concordó Killian, golpeando suavemente las riendas de su yegua para que lo siguiera—. ¿No crees que cuando estamos charlando con la gente para pedirle información no reconocerán que eres su antiguo Príncipe?

David se rió entre dientes: —¿De verdad crees que alguien nos confundiría con la realeza con estos atuendos?

—Puede que tengas razón en eso, amigo.

Observaron el bullicio del pueblo que tenían delante, la gente parecía congregarse con un propósito a los lados del camino de tierra. David podía oír bocinas a lo lejos mientras golpeaba las riendas de su caballo para moverse un poco más rápido y Killian lo siguió. La gente comenzó a vitorear mientras se abrían paso entre la multitud para dejar paso a un conjunto de caballos y carruajes de aspecto majestuoso.

—Parece una especie de desfile real —dijo Killian mientras conducían sus caballos a los establos cercanos a la taberna, balanceando su pierna desde la silla y bajando.

—Bien, la gente estará bebiendo y celebrando si hay algún tipo de evento —asintió David mientras desmontaba, atando su caballo al poste de amarre sobre los abrevaderos—. Debería ser fácil averiguar quién está gobernando ahora y lo peligroso que es para nuestra ex reina aquí.

—Sí —asintió Killian levantando una ceja mientras veían pasar el inmaculado carruaje y la gente que los rodeaba irradiaba entusiasmo. El único atisbo del nuevo y reverenciado líder era un gran brazo decorado con una armadura que saludaba a la multitud a través de la pequeña ventana.

David observó, recordando cómo se sentía ser el que estaba en ese carruaje con gente de todas partes del país aplaudiéndolo; curiosamente, no lo extrañaba. Había muchas presiones al gobernar un reino entero que hacían la vida mucho más complicada y ponían a sus seres queridos en peligro. Era una locura pensar que la última vez que estuvo en una posición de poder, estaba protegiendo a su amor de entonces de su amor de ahora. Con suerte, este nuevo gobernante del Bosque Encantado estaba muy alejado del legado aristocrático de él y Regina en esta tierra.