2 | Marvel: Sr. Presidente

Capítulo 231:Mente Maestra

El Libertad

"¿Cómo que perdiste el control? Estás sentado en el asiento del piloto". regañó Yondu a un ingeniero y jugueteó con los controles.

"¡Espera!". No importaba lo que hiciera, no había respuesta.

"Reinicie los interruptores", ordenó.

"Eso no os servirá de nada". dijo una voz que resonó en los altavoces. "Durante años he esperado el día en que pueda acabar con vosotros, alimañas de la Tierra. Pero, ¿Por qué detenerme sólo en la Tierra? Allí está todo el Universo".

"Bueno, ¿Quién diablos está teniendo sus ataques delirantes semanales? ¿Qué es esta tontería de imitador de Thanos?". maldijo Yondu con ira.

"Continúa, pisa fuerte. No quedará nada más que calma cuando termine".

"General, los misiles han sido apuntados a barcos amigos", le notificó un soldado.

Yondu se dio cuenta de que nadie estaba jugando allí y que la amenaza era tan real como parecía. "¿Qué quieres? ¿Quién eres?".

"Oh, tomaré lo que quiera. Gracias por conectarme con la red Universal. Agradezcan a los Shi'ar si alguno de ustedes sobrevive. Recuerden mi nombre antes de que me vaya . . . Ultrón estuvo aquí".

. . .

De vuelta en el Mundo del Trono Shi'ar, Héctor se rió como si hubiera escuchado el chiste más grande del siglo. "¿Atrapame? ¿Con qué, con tus intestinos que estoy a punto de desenterrar?".

Vulcano sonrió. "Si lo escuché bien, ¿No aparecieron ciertas drogas de la nada en tu planeta? Déjame decirte algo. No se limitó solo a tu planeta. ¡Shi'ar! ¡Tómalo!".

Todos en la arena y en el planeta sacaron una pastilla de sus bolsillos y se la comieron. Pero Héctor levantó la mano y chasqueó los dedos. "Estás demasiado confiada, niña. Aún puedo sacarles la pastilla del estómago".

"Jajaja . . . Sí, puedes . . . pero lamentablemente, no estamos en ningún universo . . . bienvenido al Vacío, Presidente Washington". Reveló Vulcano.

Sin embargo, Héctor no se sintió en absoluto asustado. Había visto demasiado en esta vida solo como para saber que el enemigo eventualmente fracasaría. Más aún cuando tenía a Diana, Jean, El Anciano y Odin con él. Cada uno de ellos podría destruir el planeta por sí solo.

Vulcano notó la falta de pánico y decidió hablar más para sentirse mejor. "¿Crees que aún puedes destruir el planeta fácilmente? Estoy de acuerdo en que puedes hacerlo. Pero derrotarte ni siquiera es mi propósito".

"Te atrapé aquí para que otros pudieran destruir tu Federación y tu flota. Una vez que tu Federación se debilite, entraré y llenaré el vacío de poder".

"Para que quede claro, niña. Puedo regresar cuando quiera. No, no son las piedras. ¿De verdad creíste que las piedras son mis únicas habilidades? Estás ingenuamente equivocada. Pero estoy más interesado en saber quién es el proveedor de esas drogas". Héctor se acercó a Vulcano.

"¿Q-qué quieres decir?". Vulcan miró nerviosamente a su alrededor. Aparte de él, nadie estaba agitado.

"Dime, ¿Quién trajo esa droga a este universo? ¿Quién fue? ¿Dormammu? ¿La Muerte? ¿O algún otro Dios?". interrogó Héctor.

"El contrato me prohíbe decirlo, así que parece que tendremos que luchar después de todo".

Héctor miró hacia otro lado y sacó el Godpad Pro para enviar a algunas personas de regreso al Libertad. "Anciano, Vengadores, X-Men y los Cuatro Fantásticos. Regresen a la nave y vean lo que este tonto tiene planeado. No puedo permitir que la Federación sufra ninguna derrota en esta etapa. Jean, llévate también a Loki. El hombre estaba tan asustado por ti que podría haberse convertido en hielo".