2 | Marvel: Sr. Presidente

Capítulo 214:¡Gran invento!

Hace unas horas

De regreso en Corea, encontró a un hombre llamado Hwang Sang-ki. Tuvo una hija llamada Hwang Yu-mi. Hwang Yu-mi era una mujer de 22 años que trabajaba en la planta de semiconductores de Samsung en Giheung. Comenzó a trabajar en Samsung en 2003 como operadora en una de las líneas de montaje.  

Inicialmente trabajó en el proceso de difusión, que implicaba la exposición a sustancias cancerígenas como el benceno y el TCE. Más tarde comenzó a trabajar en el proceso de "grabado húmedo", que implica sumergir repetidamente los componentes en baños químicos. En 2005 empezó a quejarse de ataques de mareos y náuseas, por lo que los médicos de la enfermería de la fábrica la enviaron al hospital, donde le diagnosticaron leucemia mieloide aguda. 

Comenzó un tratamiento de quimioterapia y, después de un tratamiento adicional, su cáncer entró en remisión en el verano de 2006. A pesar de ello, Yu-mi recayó en enero de 2007 y murió tres meses después. Los médicos, sin embargo, notaron que sus síntomas provenían de una persona mayor con leucemia y lo que le sucedió no tenía sentido. 

Con una deuda extrema sobre la cabeza de su padre taxista, éste acudió a Samsung para pedir una indemnización. Le entregaron cuatro cheques de mil dólares, mientras que los gastos médicos fueron de cincuenta mil. 

Esto lo impulsó a presentar un caso ante los tribunales, pero ¿Cómo podía esperar justicia si Samsung por sí solo representaba el 12 por ciento del PIB coreano? Además, la empresa estaba en manos de una familia y sus descendientes. Desde la junta directiva hasta los empleados de alto rango, la familia se extendía por todas partes.

Ésta era una escena típica de la Corea capitalista. Había una palabra para esto: Chaebol. En particular, el presidente de Samsung tenía suficiente poder para deshacerse del Presidente de la Nación si así lo deseaba.

Ahora, Héctor no tenía ningún problema con quién dirigía la empresa o cuántos miembros de la familia trabajaban en ella. Pero el hecho de que tuviera el poder de controlar al gobierno y, a sabiendas, alterar vidas humanas al no cumplir con los estándares de seguridad en la fabricación de semiconductores no le sentó bien.

Entonces, usó sus poderes. Si no era ahora, no tenía sentido tenerlo. Dejará que sea un ejemplo para que el mundo lo vea. Esto es lo que sucede cuando una empresa intenta extender demasiado sus alas y dictar la política.

Estados Unidos también fue paralizado no hace mucho por varios lobbystas. Pero ya les había pisoteado el cuello. 

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Justo cuando Héctor anunció su decisión de prohibir a Samsung hacer negocios en Estados Unidos. Salieron a la luz informes de investigación sobre la participación de la empresa en el control de la política y su peligrosa gestión en la producción.

Con eso, otras naciones no tuvieron problemas para seguir el camino de Estados Unidos. De todos modos, la prohibición fue temporal. Mientras la empresa se arregle y las personas implicadas sean castigadas por la ley, todo volverá a la normalidad. 

Es sencillo decirlo: el precio de las acciones de Samsung se desplomó. Cayó en picada y el precio de mercado de la empresa se redujo en un 70%. Vale la pena señalar que Samsung era mucho más grande que solo televisores y teléfonos móviles. Hicieron demasiadas cosas para el mundo.

Héctor sabía que tenía que dar algunas aclaraciones antes de que los teóricos de la conspiración tomaran el control. Entonces llamó a algunos periodistas a su casa en Mount Vernon y concedió una entrevista en vivo por transmisión.

Con Moony y Fenris jugando a buscar con Diana de fondo, respondió las preguntas. "Me encanta el Capitalismo. Dirijo la compañía petrolera más grande del mundo. ¿Pero recuerdan lo que dije después de ser elegido? Arreglaré el clima del planeta en el año 2020. Tenemos ocho años para explotar los recursos y obligar a la humanidad a expulsar de la pobreza y alcanzar tecnología que nos permita sobrevivir con energías renovables".