VII

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Se habían alejado del salón, el alfa los guío hasta el patio interior nuevamente. Tenía un montón de ganas de cargarlo en sus brazos, pero creía que la confesión anterior era suficiente para asustarlo y hacerlo pensar.

Una vez en la banca, estuvieron bastante tiempo en silencio. Yuji pensaba en la confesión de Satoru, lo había tomado desprevenido. Entendía cuál era la finalidad del cortejo y las conversaciones sobre el matrimonio, pero era algo diferente escucharlo venir de la persona con la que se vincularia. Los adultos se encargaban de los emparejamientos la mayoría de las veces.

Yuji nunca pensó que un Alfa se esforzaría tanto en cortejarlo, creía que a su debido tiempo sus padres buscarían a un alfa de buen linaje y familia para ser su compañero, o con suerte encontraría a su destino antes.

Había estado pensando en toda la atención de Satoru, no sentio una conexión instantánea al verlo y solo había comenzado a gustarle luego de tanto tiempo solo por el esfuerzo que hacía. Algo en él y su lobo tenía dudas, deseaban tanto en ese momento que Satoru fuera su destino. Aunque eso perdía valor ante todo el afán que mostraba Satoru por él.

Su lobo aulló de felicidad cuando Satoru confesó que lo quería como compañero, estaba exultante. Solo quería lanzarle al alfa, abrazarlo y que lo mimaran, quería sentir todo el amor que le pudiera dar.

—Yuji, ¿Que piensas? ¿Te gustaría ser mi compañero? Se que es aún muy pronto y debemos conocernos mejor. También somos muy pequeños —buscaba las palabras correctas. —Pero si me esfuerzo y consigo gustarte lo suficiente en el futuro, ¿Me aceptarías como tu alfa?

—Y-Yo... —se encogió. Estaba cohibido.

Satoru se alejó unos centímetros, le daría espacio para que no se sintiera tan presionado. Había sido demasiado atrevido, no pensó en las consecuencias con claridad.

—Entiendo si tienes dudas —suspiró abatido. Miró sus manos para desviar su atención del Omega. —Solo quería que supieras que mis sentimientos son serios, no busco solo una alianza familiar, te quiero como mi compañero.

Yuji meditó, no le molestaba Satoru. Aunque hasta ahora el pequeño no había pensado con claridad sobre el futuro, no sabía lo serio o peligroso que podría ser el mundo. El clan Gojo era poderoso y una vez dentro no podría volver a salir, más aún siendo la Luna del próximo patriarca. No sabía el verdadero peso de esa posición, aún era un pequeño cachorro que seguía las ordenes y enseñanzas de sus padres. Estaba emocionado por tener un nuevo amigo, y un Alfa que parecía apropiado y le mostraba atención con esmero, solo eso.

Yuji podría llegar a ser demasiado inocente, había crecido escuchando cuentos con final feliz. Dónde los vínculos entre Alfa y Omega eran tan fuertes y hermosos que uno no vivía sin el otro, aspiraba a tener algo así.

—Solo tenemos que conocernos —jaló la manga del kimono del alfa.

—¿Estás dispuesto?

—Sí —sonrió dulcemente.

Satoru olfateo el aroma del Omega, sonriendo al notar el dulzor que indicaba la paz y felicidad.

—¿Puedo abrazarte, Yuji? —pidió con voz suave.

Yuji asintió, del alfa no perdió el tiempo y lo abrazó por los hombros, Yuji rodeo su cintura correspondiendo el abrazo.

Satoru sonrió extasiado, lo habia logrado, ahora Yuji no dejaría de pensar en él en un futuro próximo. No le daba pena por el Omega, lo trataría como un rey y le daría el mundo entero si eso es lo que quería, no sentía remordimiento ni culpa.

Yuji no podría escapar jamás.

[...]

Habían vuelto al salón y no se habian vuelto a separar. El alfa había logrado que Yuji lo sostuviera del brazo todo el tiempo, no importaba hacia donde se dirigieran, siempre lo jalaba del brazo. Estaba tan concentrado en cumplir sus peticiones que no notaba las miradas que recibía, aún estando tomado por el Omega no dejaba de robar corazones.

Usurpar |•GoYuu•| Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora