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Había pasado casi un año desde su matrimonio y la pareja se encontraba con buena salud, disfrutaban de la compañía y no habían discutido ninguna vez en todo ese tiempo.

Pero había algo que le molestaba a Yuji, no había ningún progreso en su relación con él Alfa más allá de lo sentimental. A pesar de estar totalmente bien que lo ayudara con sus celos, Satoru siempre desaparecía esos días del mes dejándolo totalmente solo y con un sentimiento de tristeza, y no hacia falta decir que jamás habia visto el rut del Alfa.

Ahora que estaban casados se daba cuenta de lo ocupado que se encontraba Satoru todo el tiempo y aún así hacía espacio para tener encuentros. Las cartas seguían llegando, tenía un ramo de flores todas las semanas, era alimentado y vestido con la mejor calidad e incluso tenía dinero para gastar. Había tenido que rogarle que lo dejara cumplir su papel como Luna en el clan Gojo, asegurándose de aprender las responsabilidades que conllevaba.

Otro caso que lo sorprendió totalmente fue su amistad con el patriarca del clan, lo había visto un par de veces antes de casarse y siempre le pareció intimidante, recordando su primer encuentro donde sus feromonas lo atacaron. Ahora disfrutaba tomando el té o cenando de vez en cuando, salían a pasear y en general tenían una buena relación.

—Muchacho, tienes que ser más atrevido —comentó mientras comía un bocadillo.

Yuji tosió con el repentino comentario. Desde hace un tiempo el patriarca había estado pidiendo un bisnieto, no dejaba de regañar que aún no había ni noticias.

—No me estoy haciendo más joven —miró las cartas en su mano.

Habían comenzado a jugar muchos juegos de mesa para entretenerse. Todos los días a la misma hora, Yuji visitaba la residencia principal para pasar tiempo con el patriarca, no hacia falta decir que estos encuentros solidificaban su posición como Luna del próximo patriarca. Habían rumores en cuanto a Satoru, a pesar de casi un año de matrimonio aún no había pista de un posible embarazo, el clan Satoru era muy serio con el tema de los herederos, un hijo aseguraba el poder de la madre y la prosperidad del clan, un heredero siempre simbolozaba prestigio.

—Ya estoy muy viejo para peleas, quiero disfrutar de mis nietos los años que me quedan —sonrió al darse cuenta de su jugada. —Haz algo con ese nieto mío, seducelo, drogalo o lo que haga falta para que te dé un hijo.

—Aún es muy pronto, Satoru-san quiere esperar —el rostro se le iluminó cuando notó su suerte.

Con una risa victoriosa se llevó el dinero que había ganado limpiamente en ese juego. Quería ignorar el hecho de que Satoru apenas lo tocaba, siempre era muy cuidadoso con sus manos.

—¿¡Esperar!? —el patriarca pegó una carcajada con ganas. —¡Ese nieto mío me amenazó para que lo dejara desposarte! —golpeó el tatami y agarró su estómago por el dolor que causaba la risa.

El anciano limpió una lágrima y miró con una sonrisa socarrona al pelirosa.

—Eres muy amado, muchacho. Nadie te dirá nada si tomas lo que quieres, ¡Carácter! —golpeó la mesa haciendo que los cubiertos saltarán, asustando a Yuji. —¡Te falta carácter! ¿Sabes cómo es que el clan Gojo es tan poderoso? ¡Tomamos lo que queríamos a cualquier costo! Y tú —apuntó a Yuji. —¡Eres la Luna del heredero más fuerte! ¡Se más atrevido y tómalo todo! —carcajeo fuertemente. —Ese nieto mío te daría todo el país si tú quisieras.

Yuji solo miraba atónito al patriarca, no podía soltar palabra y defenderse. Había oído tanto ese comentario: "tómalo todo sin pena y sin culpa". Se sentía intimidado por las palabras ahora que el patriarca se las había dicho, había más peso en ello.

Usurpar |•GoYuu•| Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora