Los días pasaban lentamente mientras Hunter, Rin, Aryu y Bachira esperaban que otro equipo se presentara para continuar con la segunda selección. Sin embargo, para Hunter, el verdadero reto no estaba en la cancha, sino en la convivencia forzada con sus compañeros.
Hunter estaba acostumbrado a la dinámica del equipo Z, donde, siendo más personas, había más espacio para la distancia. Pero con solo cuatro integrantes, la convivencia se volvía inevitable. Para su sorpresa, Rin resultó ser bastante tranquilo. Ambos compartían una especie de acuerdo tácito: Rin iba a lo suyo, y Hunter hacía lo propio, manteniéndose en una especie de paz silenciosa.
El problema venía con Aryu y Bachira, quienes parecían haberse propuesto la misión de molestarlo a diario. Bachira, con su carácter travieso y espontáneo, encontraba maneras de irritar a Hunter con comentarios ingeniosos y bromas pesadas, mientras que Aryu, con su obsesión por todo lo "glam", no podía resistirse a criticar cada detalle de la apariencia de Hunter. Las pequeñas provocaciones se volvían una constante.
Un día, después de uno de estos enfrentamientos verbales, Hunter recordó que tenía que cortarse el pelo. Lo tenía bastante largo, y en los últimos partidos, le había causado más molestias de las que estaba dispuesto a tolerar. Pero en su intento de arreglárselo solo, terminó casi metiéndose las tijeras en el ojo. Con el cabello mal cortado y desordenado, salió del baño.
Cuando Aryu lo vio, reaccionó de inmediato. Horrorizado por el mal estado del cabello de Hunter, casi lo echó a patadas de la habitación.
—¡Esto no es glam! —exclamó Aryu, indignado—. No puedo permitir que convivamos si vas a lucir así.
Hunter, que no le daba importancia a su apariencia, solo pensaba en que el cabello ya no le estorbaría en los partidos. Sin embargo, Aryu no estaba dispuesto a dejarlo pasar.
—Déjamelo a mí —dijo Aryu con determinación.
Lo que empezó como una tarea simple terminó convirtiéndose en una sesión improvisada de salón de belleza. Bachira, al ver la escena, aprovechó para pedirle a Aryu que también "le diera un retoque" al amarillo de su propio cabello. Para cuando Rin volvió de entrenar, el baño parecía más un salón de estilismo que el lugar donde vivían cuatro aspirantes a la élite del fútbol.
Rin, demasiado cansado para lidiar con lo que veía, solo lanzó una mirada de desaprobación y volvió a la habitación sin decir una palabra.
Finalmente, Aryu terminó de cortar el pelo de Hunter. Lo había dejado un poco largo, suficiente para que Hunter pudiera hacerse una pequeña coleta y despejarse el rostro. Aryu, satisfecho con su trabajo, sonrió con orgullo.
—Ahora sí, eres full glam —dijo, admirando su obra.
Hunter solo asintió, más preocupado por la practicidad del nuevo corte que por el "glamour". Lo importante era que ya no tendría que lidiar con el calor ni con el pelo cayéndole en los ojos.
La convivencia seguía su curso. Al día siguiente, Rin despertó con su actitud mandona y energía renovadas. Decidió organizar tareas para mantener la habitación en orden: hacer las camas, ventilar, limpiar el polvo y ordenar la ropa. Hunter odiaba la idea de lidiar con los gérmenes de otros, siendo extremadamente escrupuloso para esas cosas. Pero la división de tareas se decidió con un clásico "piedra, papel o tijera". Como siempre, la suerte no estuvo de su lado y terminó perdiendo.
—Te toca limpiar y ordenar la ropa —le anunció Rin.
Resignado, Hunter apareció en la habitación completamente equipado: mascarilla, guantes, gafas y un delantal para evitar tocar directamente la ropa de los demás. Cuando Bachira y Aryu lo vieron, no pudieron contener las carcajadas. Incluso Rin, normalmente serio, esbozó una leve sonrisa de burla.
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Supervivencia en Blue Lock
FanfictionHunter Slade, un joven futbolista japonés de origen mixto, ha pasado su vida soñando con convertirse en el mejor delantero del mundo. A diferencia de otros jugadores que se enfocan en la pasión por el fútbol o el trabajo en equipo, Hunter está más i...