El equipo Z estaba reunido en la sala de monitores, observando con ansiedad el ranking de los equipos en la pantalla. Estaban en tercer lugar, y la situación no podía ser más crítica: para continuar en Blue Lock, debían terminar en primer o segundo lugar. Con solo un partido restante, sabían que la victoria era la única opción. Un empate o una derrota los dejaría fuera del proyecto y destruiría sus sueños de convertirse en el mejor delantero del mundo.
El Equipo V apareció en la pantalla, proyectando imágenes de los tres jugadores más peligrosos: Zantetsu, Reo, y Nagi. Juntos habían marcado 18 goles en los partidos anteriores: 5 de Zantetsu, 6 de Reo, y 7 de Nagi. Detenerlos sería la clave para la victoria, pero el equipo Z sabía que no sería una tarea fácil.
Cuando regresaron a sus habitaciones, la tensión en el aire era palpable. Para distraerse un poco, decidieron jugar a un juego de mímica. Bachira, con sus expresiones cómicas y movimientos exagerados, logró sacar algunas risas, pero la diversión fue interrumpida por Raichi, que no pudo contener más su ira.
—No me he olvidado de la traición de Kuon —gruñó Raichi, avanzando hacia él con los puños apretados.
Isagi intervino rápidamente, poniéndose entre Raichi y Kuon.
—¡No podemos jugar sin 11 jugadores! —argumentó Isagi, sabiendo que, a pesar de todo, necesitaban a Kuon en el campo.
Pero Kuon, con la mirada fija en el suelo, se limitó a responder:
—No voy a jugar. Estaré en el campo, pero no me moveré.
Kunigami intentó persuadir a Kuon, pero fue en vano. La única opción era encontrar una forma de compensar su inactividad o esperar a que empatara al menos en los goles. Fue entonces cuando Ego apareció nuevamente en la pantalla, explicando que si el partido terminaba en empate, el resultado se reduciría al ranking individual de los jugadores.
Ego anunció los nuevos rankings después del partido contra el Equipo W. Para sorpresa de todos, Kuon estaba en el primer lugar debido a los goles que había marcado, ya que el ranking se basaba en ese criterio. Sin embargo, Ego no dudó en expresar su desprecio por Kuon, señalando que, a pesar de su posición en el ranking, no era más que basura. Según Ego, todos eran basura si no podían reproducir un gol consistentemente. Necesitaban crear una fórmula para generar goles, algo que los haría verdaderos delanteros.
Con esas palabras resonando en sus mentes, el equipo se preparó para el partido al día siguiente. Para Hunter, esto significaba que era el momento de poner en práctica su recién descubierta arma.
Esa misma tarde, en el campo de entrenamiento, Isagi estaba practicando duro con Barou, intentando robarle el balón, pero Barou, con su imponente presencia y habilidad, no le dio ninguna oportunidad. Tras marcar tres goles consecutivos, Barou se dio la vuelta para irse, satisfecho de su superioridad.
—Oye, ¿practicarías conmigo un momento? —la voz de Hunter interrumpió la marcha de Barou.
Barou lo miró con desdén.
—¿Y tú quién eres?
—Hunter Slade, del equipo Z —respondió Hunter con calma.
—No practico con plebeyos. Soy el rey, y los reyes no necesitan rebajarse a entrenar con simples mortales —respondió Barou, dando media vuelta para irse.
Pero Hunter no se dio por vencido. Con una mirada calculadora y una sonrisa apenas perceptible, lanzó una provocación.
—Un rey que teme ser derrotado por un plebeyo no es más que un cobarde vestido con una corona de papel.
Las palabras de Hunter golpearon a Barou en su orgullo como una daga. El autoproclamado rey se giró, su rostro torcido por la ira.
—¡Muy bien! Hagamos un 1 contra 1. El que marque primero, gana.
Hunter sonrió. Era justo lo que quería. Barou sería su conejillo de indias para probar su arma, y no podía pedir un oponente mejor.
El enfrentamiento comenzó con Barou en posesión del balón. Hunter, habiendo analizado a Barou en su partido anterior contra el equipo X, sabía exactamente cómo reaccionaría. Barou, confiado en su superioridad, no esperaba que alguien como Hunter pudiera leer sus movimientos con tanta precisión.
—¿Cómo es posible...? —murmuró Barou, sorprendido de que Hunter estuviera anticipando sus movimientos tan fácilmente.
Fue entonces cuando Hunter decidió probar su arma: el "Desvío de Vértigo". Con un conocimiento profundo de la física y el equilibrio que obtuvo gracias a los libros de física que le pidió a Ego, Hunter utilizó su inteligencia para manipular los movimientos y percepciones de Barou. Con una serie de sutiles movimientos y cambios de dirección, Hunter hizo que Barou perdiera el equilibrio, cayendo al suelo sin que Hunter siquiera lo tocara. Sin perder un momento, Hunter metió gol.
Barou, el autoproclamado rey, yacía derrotado en el suelo, incapaz de comprender cómo había sido superado.
—Deberías sentirte halagado, Barou —dijo Hunter, acercándose—. Eres mi primera víctima en Blue Lock. Y he ganado.
Con esas palabras, Hunter se giró y se alejó, dejando a Barou destrozado por su primera derrota.
Hunter ahora estaba seguro de que su arma funcionaba. Había derrocado a un rey, y estaba listo para derrotar al Equipo V.
-------------------------------------------------------------------------------------
Buenos días gente, estoy bastante ilusionada de que Hunter haya conseguido su arma, y me gustó mucho la idea de q Barou fuese el primero con quien la iba a probar. Sinceramente soy muy fan de la física y quería crearle un arma que tuviese algo q ver con ella (aunque más adelante evolucionara, por que ahora mismo el arma es bastante parecida a la de un personaje de una serie de baloncesto, quien sabe sabe ;)).
Pero bueno, muchas gracias por seguir leyendo, hoy subiré más capítulos. <33
YOU ARE READING
Supervivencia en Blue Lock
FanficHunter Slade, un joven futbolista japonés de origen mixto, ha pasado su vida soñando con convertirse en el mejor delantero del mundo. A diferencia de otros jugadores que se enfocan en la pasión por el fútbol o el trabajo en equipo, Hunter está más i...