• Extra #3

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༻ Cadenas de oro

— Espera un momento... dije que descubrí su infidelidad, pero nunca mencione algo sobre las prendas que encontré.— eso le hizo sospechar.

— Ah si, bueno... ¿Creíste que no leería el informe de Nitta?— fue la primera excusa que se le vino a la mente... en aquella ocasión ni siquiera lo solicitó, ya que no necesitaba evidencia de sus sucias jugadas.— Además, Togue es un Omega y su sentido del olfato es muy bueno, sabía que un macho estuvo ahí sin siquiera verlo.— dijo.

Él sabía perfectamente todo lo que sucedió adentro de esa casa.

— ¿Es así?— no se convencía del todo, algo le hacía dudar.

— ¿Desconfías de mí?— nuevamente luchó por ponerse en pie.— ¿Crees qué yo tuve algo que ver con eso?— levantó la voz.— Después de que incluso puse mi vida en riesgo por ti.— se sintió ofendido, aunque no tenía razones para estarlo.

Era un sucio tramposo.

— No, eso no fue lo que dije.— se desconcertó un poco al verlo precipitarse de esa forma sólo por un comentario.

— Te abrí mi corazón y así me pagas.— salió de la cama, evitando ser tocado por Satoru.— Anda, si prefieres volver a caer en sus mentiras esta bien, pero entonces vete de mi casa y nunca vuelvas a buscarme.— señalo la puerta.

Sin despegar su brillante mirada del peli blanco, se estaba jugando el todo por el todo.

— Tranquilizate.— intento acercarse, pero no pudo.

— Toma.— dijo al arrojarle esa llave al suelo.— Te entregó tu libertad para que vayas y te metas a la boca del lobo tú solo.— era aquella que aseguraba el collarín de Satoru.

— Yūji...— le llamó, aun si su vista se posaba en el suelo, donde ahora yacía el objeto.

— No quiero oír más.— fue su última palabra, antes de caminar con dirección a la salida, pasando a un lado del Alpha peli blanco, sin mirarle.

En ese momento se decidiría todo.

— Espera, no puedes irte.— sin pensarlo dos veces lo detuvo, envolviendo su pequeña cintura en un abrazo.— Sólo estaba confundido y por un momento me deje engañar por algo absurdo.— creyendo todo lo que su Omega le dijo, recordaba que a Yūji nunca se le escapaba nada.— No planeó ir tras él, no después de todo lo que pasó... únicamente imaginé la pequeña posibilidad de que fuera cierto y él no tuviera la culpa de todo eso.— le susurró cerca del oído, olfateando un poco de su aroma para tranquilizarse.

— Entonces... — la sonrisa ya no le cambia en el rostro.

— Mi lugar ahora esta a tu lado.— beso su cuello.— Tú eres mi única familia y yo no pienso traicionarte como ellos lo hicieron conmigo.— habló enserio, dejándose guiar únicamente por su instinto.

Era la primera vez que sentía algo tan fuerte por un Omega, una extraña sensación que ni siquiera con Nanami había experimentado.

— ¿Lo dices en serio?— se dejó hacer, sintiendo el travieso tacto del Alpha por todo su cuerpo.

La temperatura en el lugar comenzaba a elevarse.

~ Mi señor...— le llamó como solía hacerlo antes, provocando que un espasmo se abriera paso por el cuerpo de Yūji, estremeciendole cada rincón.

— "Good boy".— respondió, utilizando su dominio de Omega.

Después de tanto tiempo, el peli rosa volvía a utilizarlo, pero no para manipularlo, sino para premiarle por su sabía decisión.
Yūji nunca antes había perdido y no comenzaría ahora con la única pertenecía que le interesaba conservar.

Cadenas de oro [GoYuu] [Omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora