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—Hola, Ej

Mi llamada lo sorprendió.

—Hola, Beth, ¿Bea está bien?

—¿Que? ¿No está contigo?

Suspiro cansado. —No, tuvimos una pequeña discusión y no me habla desde hace dos días.

—Wow, debiste haber hecho algo malo. —le confesé.

—Eso es lo peor, no hice nada, pero ella no quiere escucharme. Beth, yo jamas le haría daño.

Sonreí, mi amiga estaba con un buen tipo, que no usaba a otras personas.

—Lo sé, te ayudo con Bea si me ayudas con algo.

—Para recuperar a Bea, lo que sea.

—Bueno, entonces escúchame con atención.

Le dije todo el plan que tenía en mi mente y escucho atentamente siguiendo mis indicaciones.

—Sí, Bea, lo entiendo. —me había tocado llamarla para juntarme con ella en algún lugar a almorzar.

—Okey!¿Tu me pasas a buscar?

—Claro. —como en una hora estaré ahí.

Bueno convencer a Bea de salir a almorzar había sido fácil, fue como si mi llamada hubiera sido salvación para ella, estoy segura que sus padres debían estar torturandola por la mala decisión que tomó al estar con Ej. En fin, debía prepararme para ir con Bea.

Intente ponerme lo más casual que encontré en mi armario, recogi mi vieja mochila y partí en busca de Bea.

Estacione frente a su casa y ella salió, no lucia muy bien, su cabello estaba despeinado, no llevaba maquillaje y básicamente había salido con el pijama.

¡Ay! No.

Entro al auto, le di un beso en la mejilla y corto abrazo, su nariz estaba roja e hinchada de tanto llorar. —Bea. —articule.

—Beth, te juro que intente bañarme, pero mi cuerpo no me dejaba, soy un trapo de hace dos días. —dijo y comenzó a zollosar con un pañuelo en su nariz.

—Tranquila, todo va a estar bien ¿me contarás que paso?

Prendí el auto y lo puse en marcha mientras Bea me contaba todo lo sucedido entre ellos dos, al parecer Ej fue a almorzar a la casa de Bea y sus padres aprovecharon la oportunidad de bombardearlo, Ej se enojo, se fue de la casa y se embriago en el pub, Bea fue a buscarlo, pero cuando lo vio una chica no dejaba de menear su trasero en la entrepierna de Ej, hasta que vio que se besaron.

Ese era el resumen, ya había escuchado ambas partes de la historia, la versión de Ej dice; que si es verdad que estaba ebrio, pero que él intento apartar a la muchacha varias veces, hasta que ella lo beso en un descuido de él.

Ambos se amaban, yo lo sabía, pero en este momento necesitaban comunicarse, y arreglar su malentendido.

Llegamos al estacionamiento del lugar donde íbamos a almorzar, divisé a Ej sentado de espaldas, esperando a Bea. Nos bajamos y nos adentramos al lugar, aún Bea no lo había reconocido de espalda.

Ej se levantó de su silla y miró hacia nosotras, Bea que iba por delante mío se freno en seco al verlo, se dio la vuelta rápidamente y la frene con mi cuerpo. —Bea, no. Tienes que hablar con él. —le dije mirándola a los ojos.

—¿Sabías que el estaría aquí?. —preguntó, asentí con la cabeza. —¡Tu, lo planeaste! —afirmó para ella misma.

—No seas cobarde, tienes que escucharlo. —dije apretando sus hombros y obligandola a darse la vuelta.

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