AMÉRICA (El Favorito Del Diario Amanecer)

Atlas

Inexplicable angustia, hondo dolor del alma, recuerdo que no muere, deseo que no acaba.

Rosalía de Castro

---------------------------------‐-------------------

2 semanas después

—Mariana tengo que...—América avanzo 2 pasos más y vómito.
—Mica estas bien??—dice Mariana una compañera de baile.
—Solo me maree.
—Quieres descansar??
—Mira hay perritos.

Dice América caminando a un lugar cercano de adopción que había visto.
—Compremos 1.
—No se compran tonta se adoptan.
—es lo mismo.
Entraron a un mini garage, con una mini cerca amada en forma de Heptogono, América asomo la cabeza y un cachorro la miro de costado.

—Son tan tiernos Mariana.
—Si lo son—dice Mariana sin siquiera mirarlos, a Mariana no le gustan los animales.
—Puedo ayudarla señorita??
Dice la señora que quizás sea la dueña de aquel garage, de figura esbelta algo robusta, con un rodete bien apretado y un lunar muy grande cerca de su nariz.
—Quiero llevarme uno.
—América!—dice Mariana.
—Quiero adoptar a uno.
—Esta bien sigame porfavor.

América sacó la lengua a Mariana. Y siguió a la dueña, —Solo necesito que firme aquí, si quiere hembra o macho y el nombre que le darás al cachorro—dice la señora de figura esbelta.
—Nada más??
América jamás había adoptado nada así que no comprendía de eso, así que firmo y marco un macho.
—Si, veo que eligió un compañero, como quiere ponerle?—dice la señora agarrando con un bolígrafo mientras Mariana la agardaba cruzada de brazos.

—Atlas.
—Precioso, esta es la libreta de Atlas y su certificado.
—Gracias señora.
—Puede ir a elegir a Atlas, están en el heptogono azul—señala.
América camina hacia las pequeñas cerca y se pone a mirar a los distintos mini lobos siberiano correteando.

Pero uno llama su atención, el cachorro está acostado sobre sus 2 patitas de enfrente mirando como los demás se corretean, este es marrón con blanco, y tiene heterocromia, un ojo azul y otro verde.
América se acercó y antes de levantarlo le ofreció su mano para que la oliera, este la lamio y ella lo levantó, —Hola Atlas—dice para ella misma.

Ella se lo llevó hasta el coche, —Como le has puesto?—dice Mariana.
—Se llama Atlas, lo puedes mirar para que no vaya mareado y vómite—dice América dandole una arcada.
—Me parece tía que la que va a vomitar eres tu, y él cachorro no hace nada esta durmiendo—al quedarse en el semáforo América se voltea a verlo, mientras duerme y estira su mano y lo pone en su regazo, este se vuelve a acurrucar y se duerme en sus piernas.

—Tía y que le darás de comer?
—Pues croquetas.
—Tienes que comprarla
—Que no soy tonta Mari, te dejo en el ensayo y voy de compras con este principe—dice con una voz diminutiva.

—vale hemos llegado—América levanta el freno de mano.
—Gracias Tía nos vemos, escríbeme.
—Cuando quieras Mari.
Mariana se baja del coche y América maniobra para salir de donde estaba, ella baja a Atlas en el asiento del copiloto y este se sienta.

—No tienes ganas de dormir ya?
Le habla al cachorro quien mira la ventana, ella extiende su mano lo acaricia.
Este se para por la puerta y América baja un poco la ventana para que sienta el viento.
Llegan a Mercapet, que es un lugar que venden cosas para mascotas, ella lo baja en el suelo y este lo olfatea, —Vamos Atlas— dice mientras camina, Atlas la sigue con sus patitas cortas.

Al entrar América tomó un canasto y cargó a Atlas en el, ella tomó todo lo que es para un perro, desde comida hasta premios y juguetes, fue a la caja.
—Vaya lindura traes ahí, como te llamas amiguito.
—Se llama Atlas.—dice América acariciándole.
—tanto tiempo Mica.
—Verdad señor Howard.
La señora Howard era la ex-vecina de América, cuando se divorcio ella vendió la casa.
—efectivo o tarjeta.
—Tarjeta.
Atlas pega su nariz por el cartel que dice que hay placas con los nombres grabados.