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Capítulo 15: Festival de Verano

Kou junto a ______ reían alegres ante la idea de haber ganado premios gracias a los juegos, pareciendo grandes amigos mientras compraban cosas y se animaban a hacer otras juntos. Cuando Yashiro y Hanako se les unieron, continuando las risas y los juegos en el festival sobrenatural.

Recibiendo un pequeño papel, Hanako se encargó de explicarle sobre esto. Al reunir todos los colores, era posible que su deseo más grande se cumpliera, aunque solo era un rumor. Esto de igual forma los motivó a buscar en cada tienda dichos papeles, comprando cosas sin parar con las escamas de Yashiro y ______ debido a que era realmente valioso.

Aunque ninguno logró conseguir lo que necesitaba.

—Rindanse y pidamos nuestros deseos. Ya casi es hora de que termine —opinó Hanako abrazando a su asistente mayor por los hombros.

—Mi deseo —se quejó desanimada.

—Ya, ya, anímense. Habrá fuegos artificiales después de eso.

Asintiendo, siguieron jugando y pasándola bien, sintiendo la calidez de divertirse fuera de la escuela junto al espectro. Sin embargo, ocurrió un inconveniente

______ al quedarse muy atrás, se vio obligada a acelerar el paso para alcanzarlos, sin darse cuenta de que una vaca estaba a punto de pasar, chocando con ella.

Adorolida en el suelo, sostuvo su cabeza durante unos segundos para luego intentar colocarse de pie.

—¿Estás bien?

Al ver como un pequeño niño extendió su mano para ayudarla, ella la sujetó y se colocó de pie, inclinándose un poco en señal de agradecimiento.

Su sonrisa amable se volvió una de seriedad, mirando a su alrededor con cautela. Ya no había agua y todos eran humanos, carteles con otras fechas y disfraces, todo eso era algo fuera de lugar para ella.

Evitando entrar en pánico, suspiró y trató de pensar con calma, siendo algo casi imposible ya que deseaba poder llamar a Hanako y que él la guiara como siempre.

—Esta vez Yashiro no está conmigo... —murmuró para sí misma—. Disculpa pequeño, ¿En que año estamos?

Señaló un cartel.

"Festival de las estrellas. 7 de Julio de 1964"

Aturdida, estaba a nada de perder el equilibrio pero, se sostuvo de una pared.

—Onee-san ¿Estas perdida? Hay un centro de niños perdidos cerca del gran bambú ¿Quieres que te lleve conmigo? Yo iba camino hacia allá.

Al verlo, tan solo enredó sus dedos en su cabello, acariciándolo un poco antes de buscar una zona alejada para sentarse y pensar con claridad. Sin darse cuenta, el pequeño había llegado a donde estaba ella con varias cosas para comer.

—Aqui tienes, Onee-sama. Pareces preocupada —le ofreció algo de beber.

Confundida, tomó la botella y la miró.

—No creo que sea adecuado aceptar algo de un niño pequeño.

Trató de devolverla pero, él se negó.

—No te preocupes, no parece que tengas dinero.

Un golpe bajo.

—Mi amigo traía todo el dinero, él iba a invitarme —mintió.

Con cansancio, bajó su cabeza y llevó sus manos a su rostro, ocultando sus ganas de llora.

—No te puedo dar mi comida pero, si puedo invitarte un poco —dio un bocado—. Para perderte de esa manera, debe ser bastante distraído ¿No? Si yo fuera él, no te quitaría los ojos de encima y te cuidaría mucho.

_____ subió un poco la mirada, algo conmovida por lo que dijo. Sin embargo, se encontró con unos ojos que pareció reconocer.

—Oye ¿Cómo te llamas?

—¡Amane! ¡Yugi Amane!

Su corazón dio un vuelco. Es como si la esperanza volviera a sus ojos. Ella se presentó también con amabilidad.

Amane había ido al festival con su hermano pero, lo abandonó. Su idea era comer solo y eso no le agradaba, así que el estar con su nueva amiga lo hizo sentir mejor.

—Que adorable.

Pensó con una sonrisa comprensiva. Levantó su mano con lentitud y acarició su cabello con dulzura mientras lo miraba. Esto hizo que las mejillas del niño se tornaran rojizas.

—¡No me trates como un niño pequeño! —se quejó.

—¿Oh? ¿No lo eres?

Al verla reír, él giró su mirada a otro lugar avergonzado, aunque, luego notó su rostro apagado, como si estuviera preocupada por algo.

Ambos se colocaron de pie y empezaron a caminar hacia el bambú. Sin embargo, antes de llegar, Amane llamó a _______.

—Onee-san, ten —le ofreció el último papel que necesitaba aunque, él no sabía que ella tenía los demás—. Pareces preocupada por algo, así que espero que esto te anime.

—¿Por que me lo darías? Pide un deseo tu —contestó confundida.

—Yo realmente quería convertirme en astronauta. ¡Viajar más allá del cielo y poder la luna y el sol más de cerca! Pero, si lo escribo en este Tanzaku no se hará realidad. Pero, fui capaz de conocerte y...

Los fuegos artificiales empezaron a verse en lo más alto, llamado la atención de _____.

"Onee-san quizás eres un poco mi tipo. Así que te lo daré"

Corriendo para verlo, lucía como un sueño el haber estado en ese momento presenciando los grandes fuegos artificiales junto a Amane. Su mirada llena de dolor hizo que no lograra disfrutar del todo el momento, así que se acercó al menor y le extendió los papeles.

—Ten. Con estos el deseo se hará realidad —se agachó para estar a su altura—. Definitivamente se hará realidad.

Oyó varios cascabeles proviniendo de una extraña vaca, o al menos era un disfraz de esta. Al darse cuenta de que era, logró recordar como llegó ahí, iluminando sus ojos nuevamente.

El anhelo de volver a su presente era tal que ni siquiera iba a despedirse de Amane pero, él la detuvo tomándola del Yukata.

—¿Ya te vas...?

—Amane... —murmuró dándose cuenta. De nuevo se agachó y lo abrazó con algo de fuerza—. Debo irme pero, espero que tú deseo se cumpla ¿Sí?

Cerró los ojos, sintiendo la calidez del pequeño y frágil cuerpo de Yugi el cual estaba totalmente rojo ante el momento. Confundido y nervioso, cerró sus ojos con fuerza y besó la mejilla de _____, sorprendiendola.

—Nos vemos, Amane.

Sonrió revolviéndole el cabello para luego correr hacia la vaca y dejarse atropellar.

Escuchó las voces y el llanto de alguien a lo lejos, obligándose a si misma a despertar.

—¡_____-senpai!

—¡______!

Tanto Nene como Kou estaban llorando encima del cuerpo inconsciente de su amiga. Confundida, le pregunto al espectro que era lo que pasó, mientras que acariciaba la cabeza de sus amigos como consuelo.

Al golpearse con la vaca, terminó inconsciente en el suelo, por lo que la trajeron en el gran bambú. Mientras estaba dormida, los fuego artificiales se habían acabado así que no pudo presenciarlos aunque, ella no parecía irritada ante eso.

—No importa. Ese sueño valió la pena.

Sonrió con dulzura, confundiendo al espectro. Sus amigos solo la abrazaron con más fuerza mientras que ella seguía alegre de haber vivido esa experiencia.

Susurros del más allá | Hanako-kunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora