Capítulo 26: Tren de ida al otro lado.
Al llegar a la casa de los Minamoto, Teru y Akane los recibieron de inmediato, preocupados por el estado de los visitantes. Teru, con una expresión grave, se encargó de atender las heridas de _____.
—Así que eso es lo que pasaba en la casa roja —murmuró el mayor, mientras limpiaba y vendaba las heridas de la exorcista con cuidado.
—Así que hay un hermano menor del séptimo-sama en la casa roja. Kannagis atrapados, algo que concede deseos y, por último, la casa se quemó —recapituló Akane, tratando de procesar la información.
_____ miró a Akane y asintió, su agotamiento evidente. Teru, notando su fatiga, le acarició suavemente el cabello. A pesar de la imprudencia y el peligro que enfrentaron, el descubrimiento valió la pena. La casa había sido el hogar de Yugi Amane, sugiriendo una profunda conexión con los siete misterios. Además, los Kannagis sacrificados, aunque confusos, tenían una relevancia geográfica que no podía ignorarse.
—¿Es posible que podamos llegar a la frontera? —preguntó _____, levantando la vista con esperanza.
—Así es, gracias a ustedes tres.
Felices por el avance logrado, abrazaron a _____, que estaba tendida en el suelo agotada. En medio de esta escena de alivio y gratitud, un peso adicional se posó sobre la joven, obligándola a mirar hacia arriba.
—Princesa, no seas maleducada —dijo Teru, tratando de corregir a la menor.
—¿Es tu hermanita? —preguntó Nene, observando cómo la niña movía el cuerpo de _____ de un lado a otro.
—Atraigo a los niños aunque no me gusten —mencionó suspirando— ¿Cómo te llamas?
—Minamoto Tiara. ¡Tengo cinco años y me gusta la pizza de camarones!
A pesar de estar en el suelo, _____ miró a Akane, que estaba a punto de pedir comida. Con una sonrisa, le indicó que pidiera pizza, y él, entendiendo el mensaje, llamó para hacer el pedido, claramente usando el dinero de Teru.
Aunque Teru había recomendado que las chicas no se esforzaran demasiado debido a sus heridas, ambas se negaron a quedarse de brazos cruzados. Sentían una conexión con las personas desaparecidas y no podían dejar que todo el trabajo recayera solo en los demás.
—Entonces, mañana a las 10 de la mañana. Reunámonos en la casa roja —propuso Teru—. Todos deben estar preparados física y mentalmente, así que asegúrense de comer y descansar bien esta noche.
Animados por la perspectiva de un nuevo día, comenzaron a disfrutar de la pizza cuando llegó. Rieron y hablaron sobre diversos temas, sintiendo la calidez de compartir una cena con amigos. Teru observaba cómo _____ reía a pesar de sus heridas, molestando a Akane y jugando con su mejor amiga, apreciando la alegría que aún se mantenía.
—¡Ah! Ya es tarde —exclamó Yashiro, alarmada, buscando su celular. Al darse cuenta de que todavía tenía el de _____, se lo entregó. Ella se levantó y, antes de hacer una llamada, desordenó el cabello de Akane en un gesto juguetón.
—Te acompañaré a casa, _____-san —se ofreció el primer misterio, y ella aceptó con una leve sonrisa.
Aprovechando ese momento, no se percataron de que la mayor estaba detrás de la puerta, escuchando lo que empezaron a hablar. Su conocimiento de la naturaleza de Teru la hizo sospechar; no era común que alguien fuera tan amable y servicial sin una razón oculta. En su mente, el mayor de los Minamoto tenía un motivo detrás de su ayuda.
—En otras palabras, el objetivo del presidente... —comenzó Akane— es salvar a Ao-chan y eliminar al séptimo, ¿no es así?
—Poniéndolo de manera simple, sí, eso es lo que planeo hacer. Así que, por favor, sigan a _____-san —confirmó Teru.
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Susurros del más allá | Hanako-kun
FanfictionAún no estoy segura de lo que ocurrió. Esas voces, esas sensaciones, esos recuerdos... ¿existieron realmente o son producto de mi imaginación? Si estás leyendo esto, es porque decidí que todo lo que viví fue real. Pero, ¿acaso yo también soy real?