Peor Que Demonios (Kimetsu No Yaiba)

capitulo 5

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La isla de los pinos
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Unas horas después del desayuno, el barco llegó a un asentamiento costero de no más de 1000 personas, en donde se Tanjiro y la mitad de su sección se bajaron, dejando la otra mitad cuidando el barco de posibles amenazas, ya que según rumores, en el norte de la isla quedaban algunos grupos de mercenarios grupo rusos que acostumbraban a saquear los asentamientos japoneses.

- vamos chicos, esta isla no se va explorar sola -

Dijo Tanjiro con entusiasmo, mientras esperaba a que la mitad de sus hombres bajaran del barco.

Para la sorpresa del peliburdo, este vio como Shinobu bajaba del barco, junto a un soldado que cargaba una caja de madera en su espalda.

- ehh?... no te quedarás con las otras emfermeras -

Preguntó el peliburdo a la ojimorada.

- no Tanjiro, también vine para recolectar plantas, y estudiarlas, ya sabes, cosas de doctora -

Contestó la ojimorada, sorprendiendo al peliburdo, al abrazarlo de su brazo.

- S...Shinobu-san... perdón, pero no podemos hacer eso en una misión -

Dijo, mientras libraba su brazo del agarre de la ojimorada con delicadeza.

Con una expresión triste, Shinobu accede a la petición del peliburdo, pero decide mantenerse cerca de este, dando así, inició a la expedición.

Sin dar más vueltas, Tanjiro se adentra en el profundo y oscuro bosque de pinos, guiando a sus soldados por un terreno irregular, llenos de subidas, bajadas, y montañas, quienes iban trazando todo el camino en un mapa, y recolectando plantas que lograban llamar la atención de Shinobu, quien era frecuentemente ayudada por Tanjiro, para pasar partes del camino que este consideraba de alto riesgo.

- ara ara, porque me cargas Tanjiro, si sabes perfectamente que yo puedo pasar  sin poblemas por esa bajada, no por nada logré ser un pilar -

Dijo la ojimorada en un tono coqueto, mientras iba cargada en la espalda del peliburdo.

- eh... tu vestido y zapatos no son apropiados para este entorno, te puedes lastimar con un mal paso... y eso no sería conveniente para ambos -

Dijo Tanjiro con un leve sonrojó

El peliburdo, quien había decido cargar a Shinobu por todo el viaje, se sentía responsable por la seguridad de la ojimorada, ya que esta se había unido al ejercito para buscarlo a el, además, el sabía perfectamente de que si a esta le pasaba algo, los expilares iban a buscarlo para castigarlo, en especial Kanae quien siempre fue muy sobreproctectora con ella.

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El cielo se pintó de tonos calidos, anunciando la llegada de la noche, y la expedición militar se asentó en una vieja iglesia abandonada que se habían encontrado en el camino.

- vaya, jamás pensé ver uno de estos lugares en la vida real -

Dijo Shinobu, mientras se adentraba al lugar.