capitulo 21 El Pacto del Contrato y hora de acceder al modo sabio estilo hidra

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**Narrador:**

Después de su ardua batalla contra el gólem de piedra, Akai regresó al campamento con la satisfacción de haber superado otro desafío. Sin embargo, la expresión solemne de Uroboros, el jefe hidra, que lo esperaba a su llegada, le indicó que algo importante estaba a punto de ocurrir.

**Uroboros (mirando a Akai con seriedad, sosteniendo un pergamino antiguo):**

—Akai, has demostrado tu valía una y otra vez. Ahora es momento de formalizar tu vínculo con nosotros. Este contrato te permitirá invocar no solo a las hidras, sino también a otras criaturas que has enfrentado y subyugado durante tu entrenamiento: pegasos unicornios, gólems de piedra, e incluso orcos de guerra.

**Akai (sorprendido, tomando el pergamino con respeto):**

—¿Invocaciones de todas esas criaturas? Es un poder inmenso...

**Uroboros (asintiendo lentamente):**

—Sí, y no debe tomarse a la ligera. Este contrato es un pacto de lealtad y poder. Al firmarlo, las criaturas bajo mi mando te reconocerán como un maestro digno y te responderán cuando las invoques en combate.

Akai desenvuelve el pergamino, observando las complejas runas y sellos que cubrían la superficie. Cada símbolo parecía pulsar con una energía única, representando a las distintas criaturas que serían parte de su arsenal. Sabía que este pacto era un compromiso no solo con las criaturas, sino con la fuerza que le estaban confiando.

Sin dudarlo, mordió su pulgar y utilizó su sangre para firmar el contrato, sellando el pacto con un gesto definitivo.

**Akai (con determinación):**

—Estoy listo para asumir esta responsabilidad.

**Uroboros (sonriendo levemente, con orgullo):**

—Entonces, desde hoy, tienes el derecho de invocar a cualquiera de las criaturas inscritas en este contrato. Úsalas con sabiduría, Akai.

El contrato brilló por un momento antes de desaparecer en una nube de humo, indicando que el pacto estaba completo. Sin embargo, antes de que Akai pudiera relajarse, Uroboros le entregó un mensaje más.

**Uroboros (con un tono más serio):**

—Akai, hay alguien más que quiere hablar contigo. La hidra anciana, nuestra líder suprema, ha solicitado tu presencia. Es un honor que no debes tomar a la ligera.

**Akai (sorprendido, pero curioso):**

—¿La hidra anciana? ¿De qué se trata?

**Uroboros (con un brillo en los ojos, pero sin revelar mucho):**

—Eso es algo que debes descubrir por ti mismo. La anciana te está esperando en lo profundo de las montañas. Prepárate, porque lo que te dirá podría cambiar tu destino.

Akai asintió, sintiendo una mezcla de emoción y aprehensión. Después de asegurarse de estar listo, siguió a Uroboros por un camino serpenteante que llevaba a las entrañas de las montañas, donde la hidra anciana aguardaba.

El aire se volvió más denso y cargado de una antigua energía a medida que avanzaban. Finalmente, llegaron a una vasta caverna iluminada por cristales naturales que desprendían una suave luz azulada. En el centro de la caverna, descansando en un lecho de rocas y musgo, se encontraba la hidra anciana, una criatura colosal con múltiples cabezas, cada una con un par de ojos que brillaban con la sabiduría de los siglos.

**Hidra Anciana (con una voz profunda y resonante, que llenaba toda la caverna):**

—Bienvenido, Akai. He observado tu progreso con gran interés. Has demostrado ser digno de nuestro respeto... pero hay algo más que debes saber.

reencarne en el mundo de Naruto pero no fue como esperaba!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora