No has perdido nada si todavía no lo intentas, y si lo intentas y pierdes, sigues sin haber perdido nada.
ÁmbarOtra de las cosas que me decía mamá muy seguido, aparte de "Estás hecha para grandes cosas", era: inténtalo las veces que sean necesarias, pero jamás, jamás abandones tus sueños. Yo terminaba repitiendo mis proyectos de ciencias más de cinco veces y finalizaba en caos, al final me ganaba mi baja nota, ni siquiera se ponían a ver cuánto luché porque saliera bien.
La educación te jode el espíritu. Creo que por eso abandoné la idea de ser bióloga.
—¡Carajo!
Borro la toma y voy a por una quinta. Siguen metiéndose en la toma sin importarles que estoy grabando algo y yo estoy a punto de mandarlos al infierno con excavadora y todo pagado.
Me posiciono con el micrófono a una distancia prudente e intento hacer las últimas tomas del video.
—La décimo cuarta feria anual ha sido un total éxito. Se han vendido alrededor de mil ejemplares de libros escritos por nuestros estudiantes y, además, algunas editoriales se han interesado por... Por...¡Maldita sea!
Tiro el micrófono y me paso bruscamente las manos por la cabeza desordenando el cabello. Al menos esta vez no sufren mis manos.
—! ¿Qué no tienes ojos?! ¿O los tienes en el trasero...! Estoy grabando un video ¿Qué no ves, mastodonte?
Lo he arruinado.
—¿Qué culpa tienen los mastodontes?
—Se han extinto, idiota.
—pero ¿me les parezco?
Miro al chico desconocido. Es atlético. No, no se les parece en nada, ¿o sí?
— ¿Te has visto los dientes?
Solo es mi ira descargándose en gente torpe,pero inocente.
Él se toca la boca y luego cierra los labios. Le ha dado vergüenza.
—¿Por qué tan enojada? —Israil llega.
—Todos han arruinado mis tomas.
—Venga te ayudo.
Respiro hondo. Vale, lo haremos.
Me acomodo de nuevo y esta vez él sostiene la cámara, antes la tenía improvisada en una mesa.
Miro a mi alrededor y comienzo a hablar nuevamente. Es la última toma. Ya estoy cansada. Debe salirme bien.Israil hace una cara de pocos amigos en medio de mi discurso y deja de prestarme atención moviendo la cámara a otro lado.
—Israil —llamo.
—Ey, idiota ¿qué no ves que están grabando un reporte? ¿por qué haces eso?
No otra vez. Otro torpe.
Bendito sea mi día, y bendito sea, también, el día que decidí estudiar periodismo.
—¡Mira dinosaurio extinto! ... —me volteo —. Mierda. —Cierro la boca inmediatamente.
El joven ha llegado, ahora se encuentra en frente mío, a casi un metro;demasiado cerca para mí.
—¿Qué decías?
—Owen —digo derretida ante él.
—Exactamente, ese es mi nombre. No dinosaurio extinto.
Sus ojos marrones me recorren todo el rostro con una sonrisa de medio lado. Vaya que es guapo.
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Sin mirar atrás #PGP2024
RomanceÁmbar y Owen eran dos almas hermosamente rotas, ambos parecían poesía frágil y exquisita. Cuando ambos colisionan inicia un viaje sin retorno donde dos seres infinitamente imperfectos consiguen hallar hilo y aguja, sentarse a coser fisuras por fisur...