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La búsqueda de Persival y Gawain


Aria sentía un profundo dolor de cabeza, el cual logró calmar un poco con su poder druida.

Aria: -En lugar de preocuparse por mí, deberían buscar a su amiguito Persival -dijo mientras retomaba la compostura.

Todos voltearon a ver a los lados, notando que Persival faltaba en el grupo, siendo el más importante. Decidieron separarse para buscarlo. Aria estaba por aprovechar esta oportunidad para escapar y obtener respuestas cuando Lancelot la detuvo, jalándola de la muñeca.

Lancelot: -Tú vienes conmigo -dijo con firmeza.

Aria sintió la fuerza en el agarre de Lancelot y supo que no sería fácil escapar. Sin embargo, su mente ya estaba trabajando en un plan. Mientras caminaban, Aria observaba su entorno, buscando cualquier oportunidad para liberarse. Sabía que debía ser paciente y esperar el momento adecuado.

Lancelot, por su parte, no bajaba la guardia. Aunque había una cierta tensión entre ellos, también había una curiosidad mutua. Ambos sabían que el otro era un oponente formidable, y eso les daba un extraño respeto.

Lancelot: -No intentes nada, Ar. No te dejaré escapar tan fácilmente.

Aria: -No subestimes a la futura reina de Camelot -respondió con una sonrisa burlona bajo su casco.

Mientras avanzaban, el dolor de cabeza de Aria disminuía, pero los recuerdos seguían siendo confusos. Sabía que debía encontrar respuestas, y para ello, necesitaba tiempo y una oportunidad para escapar.

Lancelot buscaba desde un lugar alto a Persival, mientras que Aria buscaba a Gawain. Le sorprendía no verla, pues conociéndola, ya estaría armando un escándalo. Lo único que vio fue un escándalo no muy lejos de allí. Sin previo aviso, Lancelot tomó de la cintura a Aria y la llevó de nuevo abajo, tomándola por sorpresa.

Chico de cabello plateado: -¿Olvidaste quién los trajo? -preguntó un chico de no más de 16 años, con cabello plateado.

Al verlo, Aria sintió cómo aquel dolor de cabeza volvía.

Lancelot: -Ahí están -dijo, llegando con Aria tomada de la muñeca.

Chico de cabello plateado: -¡Lancelot! ¡Ha pasado mucho tiempo! -habló el peliplata-. ¿Te reuniste con el caballero que traje conmigo? -dijo emocionado.

Lancelot: -Sí, sobre eso... tengo un mensaje, Tristan -habló Lancelot-. La persona que trajiste al palacio... escapó.

Aria, aún sosteniéndose la cabeza, trataba de procesar la información. El dolor era intenso, pero sabía que debía mantenerse alerta. Tristan, el chico de cabello plateado, parecía sorprendido y preocupado por la noticia. La situación se volvía cada vez más complicada, y Aria sabía que debía encontrar una manera de obtener respuestas

Aria entrelazó miradas con Tristan, y una mezcla de familiaridad se instaló en sus corazones. Sin embargo, no había tiempo para pensar en eso.

Tristan: -¡¿Dices que el caballero que yo traje escapó?! -gritó Tristan sorprendido-. ¿Por cierto, quién es él? -preguntó, aún con la pizca de familiaridad instalada en él.

Por otro lado, Aria sentía cómo el dolor de cabeza se volvía más intenso.

Lancelot: -Ella es "Ar", una caballero del caos. Es muy conocida entre los enemigos que nos enfrentamos -explicó Lancelot brevemente.

Aria veía pequeños y borrosos fragmentos de lo que llamaba recuerdos sobre aquel chico de nombre Tristan. Sin embargo, en esos recuerdos, él se veía aún más pequeño. Esto hizo que Aria retrocediera un paso, poniendo alerta a todos.

Lancelot: -Ustedes vayan a buscarlo. Yo iré por allá solo... bueno, con Ar. Soy el único capaz de cuidarla.

Todos asintieron, aunque Tristan estaba por decir algo más acerca de "Ar". Sin embargo, fue jalado por sus amigos y pelotón, dejándolo con la pregunta en la mente. Se lo preguntaría más tarde.

Lancelot miraba a su alrededor en silencio, manteniéndose alerta y tratando de leer la mente de las personas cercanas. Sin embargo, nada le resultaba útil. De repente, comenzó a llover.

Aria: -Deberías posponer tu búsqueda, Lancelot. Te resfriarás si no lo haces -dijo en un tono autoritario.

Lancelot: -¿Desde cuándo te preocupas por mí? -respondió en tono burlón.

Aria se subió a donde estaba sentado Lancelot y miró el horizonte con una sonrisa. Había levantado ligeramente su casco de tal forma que solo se veían sus labios y su pálida piel. De repente, dio un mal paso y estuvo a punto de caerse, pero Lancelot la atrapó.

Aria: -Desde hoy -dijo, para después besarlo apasionadamente, tomando a Lancelot por sorpresa y haciéndolo bajar la guardia.

Lancelot reaccionó un minuto después y apartó a Aria, quien tenía una sonrisa traviesa.

Lancelot: -¡¿Pero qué demonios crees que haces?! -gritó.

Aria: -Acabas de tomar mi primer beso -dijo sonriendo.

Lancelot: -¿¡Ah!? ¡Pero si tú fuiste la que me besó! Además, a comparación tuya, yo sí tengo experiencia besando -gritó mientras la ponía en el suelo.

Aria rió.

Aria: -Los besos que te daba tu maestra en la frente no cuentan -dijo, sorprendiendo a Lancelot, quien al voltear ya no vio a Aria.

No muy lejos de allí, Aria estaba escupiendo asqueada mientras murmuraba.

Aria: -Lo que uno tiene que hacer para que ese idiota baje la guardia -murmuró, para después bajar su casco.

Perdida, Pero Jamás Olvidada 【LANCELOTXOCXARTHUR】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora