Capítulo 9 Nacimiento

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El gran día ha llegado, la mañana transcurrió con normalidad, el grupo de Tanjiro junto a Tomioka salieron rumbo al pueblo a por provisiones y de paso compraron unas cosas para bebes dado que era cuestión de tiempo el nacimiento de la criatura. Al mismo tiempo en la finca todos seguían con sus funciones habituales, que al ser una época con pocos enfermos hacia su rutina bastante tranquila. Excepto en una habitación de la casa donde una joven embarazada empezó a gritar, eran las primeras contracciones, en otro momento habrían pillado por sorpresa a las trabajadoras, pero ahora no, estaban preparadas. Solo es el comienzo, aun faltaban horas para el parto pero Megumi recibió los mejores cuidados; se le aplico calor, se realizaron los masajes y ejercicios adecuados para calmar el dolor, así transcurrió gran parte del día.

El grupo en el que se encontraba Tomioka se entero gracias a una carta de Sumi transportada por un cuervo, el hombre mantuvo su expresión calmada que era más suave que en otras épocas pero olor a nerviosismo no se le escapo al pelirrojo y el cambio en su tono fue notado por Zenitsu que ante tal autoridad en sus palabras reunió a los demás que estaban comiendo les informó de la situación y partieron rumbo a su hogar temporal. La mezcla de emociones se notaba en el ambiente, entre miedo, alegría, expectación, lo que no se esperaba nadie es que el más sabio en esos momentos seria Inosuke que en su estancia en la montaña se había encontrado en múltiples ocasiones con animales a punto de tener a sus crías lo que le hizo adquirir ciertos conocimientos y ser el que tenía la mente más fría en ese momento. Los hermanos Kamado que pasaron por el nacimiento de varios hermanos menores también discutían sobre como podrían ayudar en caso de que fuera necesario, y también le daban consejos al antiguo pilar sobre como tratar a los bebes.

Nada más llegar Giyuu fue junto a su pareja y aunque toda la situación estaba bajo control aun faltaban unas horas para el nacimiento, ante el cansancio las chicas se iban turnando con sus funciones, con la ayuda del rubio que a pesar de morirse de los nervios tuvo que mantenerse firme y actuar de intermediario usando su oído (y gritos) para comunicar ordenes a todo el equipo, el jabalí sin rechistar se encargo de la limpieza y los Kamado fueron nombrados encargados de la comida de todo el mundo. 

Las horas pasaban, ya bien entrada la noche solo tres personas no tuvieron una pausa para cenar los futuros padres y Kanao, los gritos de la embarazada eran más y más fuertes, ya estaba en la última etapa hasta que llego Aoi, visiblemente agotada, pero con una expresión de satisfacción por un trabajo bien hecho, soltando unas esperadas palabras que igualmente alegraron a todos los presentes.

-Ya esta aquí.

Tras un grito de victoria fueron todos rumbo a conocer a la criatura, todo era alegría, felicitaciones a los padres y abrazos. Hasta que las miradas de Tomioka y Tanjiro se cruzaron el mayor le índico que se acercará junto a Urokodaki, se abrazaron y por fin les dijo:

-Os presento a Tomioka Sabo -sujeto al bebe con su único brazo-. Pequeñín estos son el tito Tanjiro y el abuelo Urokodaki.

(El nombre me recordaba a Sabito y amo One Piece por eso el nombre.)

La celebración silenciosa para no molestar al bebe que dormía plácidamente junto a su madre que estaba pálida y agotada pero más hermosa que nunca se extendió bastante tiempo pero nuestro protagonista se percato de que faltaba alguien una chica con broche de mariposa que descansaba en una esquina, no había parado en todo el día ni para comer, pero le daba igual como demostraba su cara llena de lagrimas de alegría. Tanjiro se acerco a ella, la ayudo a levantarse y le sirvió de apoyo el resto de la noche ya que era incapaz de caminar por si sola. Los nuevos padres les dieron un mensaje antes de que ambos se fueran a descansar.

-Tsuyuri... No, Kanao gracias de todo corazón sabía que podía confiar en ti -y con unas palmaditas en la cabeza de la joven se despidieron-.

La nueva misión era clara <<comer algo>> Nezuko se encargó de que la cena aun estuviera caliente y los dejo a solas por si pasaba "algo". No hablaron mucho dado el cansancio de la chica que a duras penas comía pero su mirada olor dejaba claro la inmensa alegría que albergaba, por lo que el pelirrojo solo la miró con delicadeza.

-Gracias Tanji, ha sido un día duro me hacia falta esto -su sonrisa cada vez le encandilaba más-.

-Te has esforzado mucho es lo mínimo que puedo hacer. Siempre te esfuerzas para ayudar a los demás, toda ayuda que te de es poca.

-Si tu lo dices, solo sigo el consejo que me dio alguien muy especial <<escucha a tu corazón>> -el chico no pudo evitar pegar un respingo por sus palabras- y me dijo que era lo correcto.

La chica estaba medio dormida, sería cierto lo de que le considera alguien especial tiene que aclararlo. A pesar de la insistencia de la chica de que podía llegar a su habitación la acompaño de todos modos entrando juntos y ayudándola a sentarse en la cama, se dispuso a abandonar la habitación para que la chica se cambiara pero su voz lo detuvo.

-Espera, puedes ayudarme con el pelo estoy un poco cansada -sin decir nada accedió-.

Tras unos minutos en los que le ayudo a quitarse el broche y a cepillarlo hasta que se dio la vuelta... Y le abrazo.

-Gracias Tanji -y se quedo dormida en los brazos del chico-.

Ante esa visión no pudo evitar acariciarle el pelo que acababa de cepillar y mientras memorizaba cada detalle de su rostro susurro algo que le salió del corazón.

Te quiero.

Solo escucha tu corazón (tanjikana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora