4. DADDY!

EPÍLOGO

Jongdae abrió los ojos y la claridad del día lo deslumbró. Se llevó las manos al rostro y gruñó. ¿Qué carajos hacía el sol arriba de él? ¿Por qué se había quedado dormido en el exterior?

Mientras su cerebro intentaba recordar, un sonido llamó su atención. Era un sonido relajante y muy particular: oleaje.

Abrió los ojos de nuevo y miró alrededor con un gesto de asombro y confusión. Se sentó y al apoyar sus manos en lo que debería ser un colchón, estas se hundieron en arena. Frente a él el océano se extendía hasta chocar con el cielo, las olas se arrastraban una y otra vez hacia la orilla, que se encontraba a pocos metros y a sus espaldas el aire mecía la vegetación. Bostezó y la salinidad del aire se coló entre sus labios resecos.

¿En dónde estaban?

Y lo pensó en plural porque a su alrededor se encontraba el SQUAD. Todos estaban ahí, acostados sobre toallas en la arena, vistiendo únicamente destacadas marcas de ropa interior. Parecían un puto paquete de salchichas, de todos los tamaños y colores, asándose al calor del sol.

Intentó recordar en qué momento se habían trasladado de la mansión de Baekhyun a una calurosa playa y el recuerdo de su hija lo hizo dejar cualquier otro pensamiento atrás. ¿En dónde estaba Marie? Nunca se iban de viaje sin ella. ¿Y los otros dos?

Intentó levantarse para buscarlos. Joder que dolor de cuerpo. Oh, Jongdae recordó un poco de su extraño regalo de cumpleaños, aunque solo eran jirones de imágenes borrosas dentro de una habitación a oscuras... Una sonrisa tiró de sus labios mientras los recuerdos iban surgiendo. Maldita bola de locos calientes.

Miró a su alrededor una vez más y notó que a su derecha dormía Yixing, quien enroscaba un brazo alrededor de su cintura, y a su izquierda dormía Jongin, echándole una de sus musculosas piernas encima. Jongdae los miró por un instante y suspiró, el calor era insoportable. Se los quitó de encima con cuidado de no despertarlos y se sentó. ¿En dónde carajos estaba su esposo? Un poco más allá, entre Baekhyun y Sehun.

Abandonó al paquete de salchichas y al ponerse de pie notó la pequeña embarcación. ¿Cómo habían logrado llevarla hasta la orilla? Fue allá y empezó a subir por la escalera de cuerda que colgaba de un costado.

—¿Hola? ¿Hay alguien por ahí? —preguntó mientras subía.

—Señor, por favor no haga tanto ruido.

Jongdae observó a Mark frunciendo el ceño y enrollándose un poco más al lado de su hermano y Chanbaek en un camarote. En la otra cama del camarote estaban Mike y Jake.

—¿Marie? —Jongdae llamó a su hija entre susurros, y en el camino encontró a Luhan durmiendo con su bebé en brazos, acompañado por Luna y Sue a los costados.

Taeoh y Marie estaban juntos sobre otra cama.

Jongdae no tenía prisas por despertarlos. Miró alrededor y buscó agua. Habían varias maletas en un rincón y sin tener una idea de quién eran o de si alguna de esas era suya empezó a abrirlas. La primera estaba repleta de ropa interior, incluyendo una tanga rosa con lentejuelas y alguna que otra chuchería. Otra estaba llena de comida enlatada. Otra tenía prendas de playa y muchos botes de bloqueador solar... ¿por qué nadie había empacado agua?

Confundido y sofocado, Jongdae soltó un suspiro y se dejó caer al suelo de madera. ¿Qué carajos habían hecho esta vez?

—¡Aquí estás! —Minseok exclamó, apareciendo por la escalera—. ¿Marie está aquí?

—Sí, Marie, tus hermanos, Luhan y el resto de la guardería.

Minseok asintió pareciendo aliviado y se sentó a su lado.