Capitulo 24 (borrador)

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La vida en la universidad comenzó a tomar un ritmo más estable para Zoe. La fotografía la absorbía, y aunque todavía estaba recuperando fuerzas, se sentía animada por la pasión que sentía por su carrera. Sin embargo, el tiempo con Dylan seguía ocupando un lugar especial en su corazón. Cada encuentro con él estaba lleno de una conexión que parecía inquebrantable.

Era una tarde soleada de sábado, y Zoe se encontraba en la terraza del café donde solían reunirse con Dylan. Ella estaba inmersa en su trabajo de fotografía, ajustando el enfoque de una cámara mientras disfrutaba de la tranquilidad del lugar. Habían decidido pasar la tarde juntos, y Dylan se había ofrecido a ayudarla con un proyecto fotográfico que le había presentado.

—Creo que esto realmente captura la esencia de lo que estás buscando —dijo Dylan, observando a Zoe mientras ella revisaba las imágenes en la pantalla de su cámara—. El contraste entre la luz y la sombra resalta perfectamente la emoción que quieres transmitir.

Zoe sonrió, sintiendo una gratitud profunda. —Gracias, Dylan. No sé qué haría sin tu ayuda. Tu perspectiva siempre aporta algo que no había considerado.

—Me alegra poder ayudarte. —Dylan se inclinó hacia ella, y su mirada se encontró con la de Zoe—. Hay algo que me gustaría preguntarte, Zoe.

—¿Qué es? —preguntó Zoe, sintiendo una ligera curiosidad.

Dylan tomó un respiro profundo. —Desde que estamos volviendo a conectarnos, he estado pensando mucho en nosotros, en lo que significamos el uno para el otro. Siento que estamos construyendo algo muy especial, pero me gustaría saber, ¿dónde te ves en el futuro? ¿Qué esperas de nosotros?

Zoe sintió un nudo en el estómago. Las palabras de Dylan resonaban en su mente, y se dio cuenta de que había estado evitando pensar en el futuro por miedo a lo desconocido. Sin embargo, la sinceridad en sus ojos le dio el valor para ser honesta.

—No lo había pensado mucho, la verdad. —Zoe se tomó un momento para organizar sus pensamientos—. Pero ahora que lo mencionas, me doy cuenta de que quiero construir algo verdadero, algo que tenga un propósito. Lo que tenemos es real para mí, y quiero explorar adónde puede llevarnos.

Dylan la miró con una expresión de ternura y esperanza. —Eso es exactamente lo que quería escuchar. Porque también quiero construir algo verdadero contigo. No solo un romance pasajero, sino una relación en la que ambos podamos crecer y apoyarnos mutuamente.

Zoe sintió una ola de emoción. La claridad en las palabras de Dylan la hizo darse cuenta de lo que realmente deseaba. Se levantó y se acercó a él, tomando sus manos en las suyas.

—Dylan, quiero que estemos juntos en esto. No sé qué desafíos nos esperan, pero quiero enfrentarlos contigo. Creo en nosotros y en lo que podemos llegar a ser.

Dylan sonrió ampliamente y, con una sonrisa llena de emoción, la abrazó suavemente. —Entonces, sigamos construyendo esto juntos.

El abrazo de Dylan fue cálido y reconfortante. Zoe sintió su corazón latir con fuerza, y mientras se separaban, Dylan la miró con una intensidad que prometía más momentos llenos de significado.

—Te tengo algo para ti —dijo Dylan, sacando un pequeño paquete de su bolso.

Zoe lo miró con curiosidad mientras él le entregaba el paquete. Ella lo desenvainó con cuidado y encontró una cadena con un colgante en forma de cámara, un símbolo de su amor por la fotografía.

—Es hermoso, Dylan. —Zoe se conmovió al ver el regalo—. ¿Por qué lo elegiste?

—Porque quiero que siempre recuerdes que cada momento capturado es especial, y que cada uno de esos momentos que compartimos es valioso para mí —explicó Dylan.

Zoe se acercó a él, y Dylan colocó el collar alrededor de su cuello, sus manos rozando la piel de Zoe en un contacto eléctrico. Se miraron a los ojos, y sin mediar más palabras, se acercaron lentamente para compartir un beso lleno de pasión y ternura.

El beso se intensificó, y sus labios se encontraron con una ferviente necesidad. Dylan rodeó la cintura de Zoe, acercándola a él, mientras ella se entregaba a la caricia de sus labios. Era un momento de intimidad y conexión profunda, donde el mundo exterior parecía desvanecerse.

Finalmente, se separaron lentamente, ambos respirando con dificultad pero con sonrisas satisfechas. Zoe y Dylan sabían que estaban en un lugar donde la autenticidad y el amor compartido eran la base de su relación. El futuro seguía siendo incierto, pero en ese momento, no había lugar para las dudas.

—Te amo, Zoe —dijo Dylan, mirándola con una sinceridad que hizo que su corazón se derritiera.

—Y yo a ti, Dylan —respondió Zoe, con lágrimas de felicidad en sus ojos—. Estoy lista para todo lo que venga, siempre que lo enfrentemos juntos.

Después de su encuentro en el café, Dylan y Zoe decidieron continuar la velada en el apartamento de Dylan. La atmósfera en el apartamento estaba cargada de una energía romántica. Las luces suaves y la música de fondo creaban un ambiente íntimo.

Dylan preparó una cena ligera mientras Zoe se acomodaba en el sofá, todavía con el colgante de cámara colgando de su cuello. La conversación fluyó de manera natural, y entre risas y miradas complices, la conexión entre ellos se volvió aún más palpable.

Después de cenar, se acercaron a la ventana, observando las luces de la ciudad. Dylan se inclinó hacia Zoe, susurrando cerca de su oído. —Me alegra que estemos juntos, Zoe. Quiero que sepas cuánto significas para mí.

Zoe giró para mirarlo, y sus ojos se encontraron con los de Dylan. —Yo también estoy feliz de estar aquí contigo.

Dylan la besó nuevamente, y este beso fue más intenso y lleno de deseo. La pasión entre ellos se desató con una fuerza inesperada. Se dirigieron hacia el dormitorio, donde la atmósfera se volvió aún más cargada de emoción. La habitación estaba iluminada por la luz tenue de una lámpara de mesa, creando un ambiente acogedor y sensual.

Se quitaron la ropa lentamente, disfrutando del contacto piel con piel, mientras se miraban con una mezcla de ternura y deseo. Dylan comenzó a besar a Zoe, desde sus labios hasta su cuello, y luego bajó a sus hombros y su pecho. Cada caricia y cada beso estaban llenos de una mezcla de amor y deseo que los consumía.

Zoe respondió a cada toque, sus susurros y gemidos llenando el aire mientras se entregaban el uno al otro. La pasión entre ellos era palpable, y cada movimiento estaba lleno de una conexión profunda y emocional.

Finalmente, se tumbaron juntos en la cama, rodeados por la calidez del abrazo mutuo. La noche continuó con una intimidad que ambos habían estado esperando, y cuando el amanecer comenzó a asomarse, se quedaron enredados en sus brazos, satisfechos y felices.

El día siguiente llegó con la promesa de un futuro compartido, y mientras el sol comenzaba a iluminar el apartamento de Dylan, Zoe y Dylan sabían que habían encontrado algo verdaderamente especial el uno en el otro.

Quemada por la pasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora