Capítulo 16

9 4 0
                                    

Stevans y yo dejamos de devorarnos la boca por la falta de oxígeno. Me toco los labios con dos de mis dedos y siento como tengo los labios hinchados por los besos que nos dimos recientemente.

¿Cómo no vas a tener los labios hinchados si te metió la lengua hasta la garganta?

Ignoro mi conciencia porque la verdad tengo la cabeza en otro lado.

Claro, en el lado donde te metieron la lengua jajaja.

Ambos salimos del agua y nos reunimos con el grupo que está jugando al "yo nunca nunca".

—Chicos, ¿se unen? —pregunta Erik mirándonos.

—¡Claro!

Nos sentamos y formamos un círculo alrededor de una fogata. Cada uno tiene delante un pequeño vaso de cristal con vodka adentro.

—Empiezo yo —dice Thalía—. Yo nunca nunca he hecho un trío.

Miro a los participantes y Kevin, Erik y Olivia levantan su vaso y se lo toman de un golpe. No voy a mentir, me sorprendió demasiado que Olivia se haya tomado el vasito de vodka. Vuelven a llenar sus vasos hasta que otro diga algo.

—Yo nunca nunca me he besado con ninguno de los presentes —la rubia, a quien no conozco, levanta su propio vaso y se lo toma.

A lo que yo, Stevans, Thalía y Erik nos tomamos el líquido.

—Yo nunca nunca me he tirado a un tío por una apuesta —dice Olivia sonriendo.

¡Será hija de puta!
Y sonríe aún más cuando ve que levanto mi vaso y me lo pongo en los labios para verter el líquido en este. Todos tienen su mirada fija en mí; dejo el vaso de lado y lo vuelvo a llenar.

—Yo nunca nunca he echado tres polvos seguidos en una noche.

¡CAPULLO. DE. MIERDA! con todas sus letras. Será hijo de su madre.

Si no es hijo de su madre, ¿de quién va a ser? Madie.

De su padre, por ejemplo.

Ruedo mis ojos y a la vez ambos nos tomamos el vodka junto a otro chico que sinceramente no sé quién es.

—Yo nunca nunca le he estrellado una bola de nieve en el rostro a alguien —es mi turno de decir.

Stevans me fulmina con la mirada y se toma el vodka de uno solo.

—Chicos, esto ya se está volviendo personal. Dejémoslo ya, mejor; bailemos y tomemos, ¿vale? —dice Daniela.

—Por mí bien.

                                  (...)

Sinceramente no sé ni qué hora es, no tengo remota idea de donde me encuentro, ¡ah! ¡cierto! Estoy en la fiesta de la playa, no sé ni por cuántos vasos de alcohol me he tomado; lo único que sé es que ando feliz bailando y gritando como una jodida loca que lo único que está consiguiendo es que las personas me miren con rareza.

Ejem, eres una loca cariño.

Olivia se me acerca tambaleándose; obviamente está borracha. Tiene un aspecto... valla... ni sé decirte, todo me da vueltas. A tropezones llega a mí y empieza a cantar una canción a todo pulmón de Billie Eilish, a lo que yo también la canto o bueno, hago un intento de ello, ya que se me enreda mi propia lengua. Cuando se acaba la canción jalo a Olivia hacia una mesa vacía y me trepo encima de ella, donde justo ponen la canción más sensual que he escuchado en toda mi jodida vida —no les digo el nombre porque ando tan alcoholizada que ni sé lo que hago; solo me dejo llevar por mis instintos— Olivia al ver mis intenciones con dificultad se trepa encima de esta.

Que digamos que no son nada buenos; siempre haces una estupidez distinta y yo gustosa de echártelo en cara cuando estés sobria.

Comienzo a moverme al ritmo de la música, contoneando mis caderas de un lado a otro mientras elevo mis manos por mi cuerpo hasta que las tengo sobre mi cabeza. Olivia está justo enfrente de mí, bailando a su manera y soltando pequeñas carcajadas. Poco a poco, algunas personas se acercan y rodean la mesa en la que estamos bailando. Algunas miradas curiosas nos observan, mientras que otros nos gritan cosas que, sinceramente, no entiendo en absoluto; solo puedo escuchar la música a todo volumen, dejando que mi cuerpo tome el control total de mis movimientos. Me sumerjo tanto en el baile que ni siquiera me doy cuenta cuando cambia la canción, pero no importa; sigo disfrutando del momento, bailando junto a Olivia, mientras empiezo a acariciar mis pechos cubiertos por la tela del bikini y a mover las caderas de un lado a otro.

Te vas a arrepentir de esto mañana, lo sé.

Supongo que ando dando un buen espectáculo porque la gente empieza a gritar cada vez más a mi alrededor, hasta que escucho una voz que la reconocería en cualquier parte. Stevans llega a donde estoy yo en grandes zancadas, le brindo mi mayor sonrisa mientras le digo:

—Ey, Stevans, venga colega, sube conmigo y baila —le hago señas con mis manos para que suba.

—No, ya se acabó el espectáculo —esto lo dice hacia las personas que empiezan a protestar, pero se van de poco en poco— y tú bájate de ahí, anda.

—No quiero —me tambaleo en la mesa— ¡¡quiero seguir dando mi espectáculo a mis fans o acaso no los ves!!

—Madie, no hay nadie. Baja de ahí ahora o te bajo yo. Tú decides —no me lo está diciendo ni advirtiendo; es un hecho.

—Te dije que no quie... —no término de decir la palabra porque de momento estoy de cabeza en el hombro de Stevans, mis ojos se topan con su ancha espalda y... ¡Wao! qué jodido culo más redondo tiene— ¡BÁJAME!

—No te voy a bajar. Estate quietecita —le hace un gesto con la cabeza a Kevin, quien no duda en coger a Olivia y echársela en su hombro quedando en la misma posición que yo.

—Eyyy... OLIVIA, andamos en las mismas ehhh —le digo mirándola boca abajo— chócala ahí —Nos pasamos tres minutos intentando chocar nuestras manos.

—¿Viste el clase culo que tiene este cabrón? —acto seguido le da una nalgada a Kevin y me río a carcajadas mientras que el susodicho pone mala cara, a Stevans le fue inevitable soltar una pequeña risa pero al ver el rostro de su amigo se calla de golpe y eso lo único que ocasiona que yo me ría como una foca en tanga...

Espera... ¿las focas se pueden poner tangas? Mi entrecejo se frunce al tener ese loco pensamiento. Kevin me mira con una ceja alzada al ver mi rostro arrugado.

—Kevin —el susodicho me mira— ¿las focas se pueden poner tangas?

—T-Tangas solamente no, también ¡hilos! ¡A que es verdad Kevincito! —responde Olivia mientras se ríe a carcajadas, Kevin suelta un bufido fastidiado por el comportamiento de su prima.

—¿Hilos? —mi entrecejo se vuelve a fruncir— ¿No les molestará tener eso metido en el trasero?

—Si a ti no te m-molesta tenerlo metido entre tus dos montañas salvajes  ¿por qué a una foca le tendría que molestar?

—¿Hilos? ¿Focas? ¿Tangas? ¿Montañas salvajes? ¿En qué momento empezamos hablar de esto? —pregunta Kevin.

—En el momento que Madie abrió su boca para soltar estupideces de borrachos —responde el acelerador de corazones.

Nota de la autora:

Hola, holaaa mis amores ¿qué les pareció el capítulo?

Se nota que los borrachos dicen cada cosas 😂

Mis niños hoy no les tengo que informar nada interesante así que me piro como vampiro chaoo nos leemos en el siguiente capítulo☺️.

(denle mucho amor al capítulo❤️)

Sinag©️[En curso]⚡️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora