"Tragos amargos" Andrew Graves (BL)

ENTROMETIDO

-"¡Hey! ¡Basta! ¡Dijiste que debíamos hablar más! ¿Por qué ahora intentas alejarme?"- le dijiste con frustración mientras empujabas sus manos, que intentaban apartarte hacia la puerta.

-"¡Porque te metes donde no te llaman!"- Considerando su actitud frívola de siempre, te sorprendió que no intentara ocultar que estaba llorando. Suponías que estaba más preocupado por gritarte y sacarte de la habitación que por mantener su fachada de niño sin sentimientos.

-"¡Porque necesitas ayuda, estúpido! ¡Y no te dejas!"- le gritaste de vuelta, cansándote de su actitud y empujándolo hacia atrás con más fuerza, presionándolo contra el borde de la mesita de noche. -"Y ambos sabemos que nuestra hermana solo te hace las cosas peores"-, le susurraste, rezando que la mencionada no estuviera escuchándolos.

Inmediatamente después de escuchar aquello, Andrew bajó los brazos. Dejaste de empujarlo, pero no quitaste tus manos de sus hombros; sentías que, si lo hacías, el chico se desplomaría en el suelo.

-"No quería que te dieras cuenta"-, dijo en un susurro. Su cara estaba roja, pero más rojos estaban sus ojos.

-"Lo siento, era difícil no darse cuenta"-, te encogiste de hombros mientras no dejabas de mirarlo, con un sentimiento de lástima atrapado en tu garganta, que no querías liberar para no empeorar las cosas.

-"No digas que somos hermanos, no digas que eres hermano de Ashley y menos de mí"-, te dijo mirándote a los ojos.

-"¿Por qué te molesta? ¿Tan desagradable soy?"- dijiste, ya un poco cansado del mismo discurso.

-"Nosotros somos muy desagradables para ser tus hermanos"-, respondió Andrew, mientras caminaba hacia la cama para sentarse en el borde de esta, sin apartar la mirada del suelo.

-"Creo que lo de ser desagradables es genético"-, respondiste sentándote a su lado. Sus ojos te miraban con curiosidad, como si intentaran escarbar entre tus pecados en silencio, intentando encontrarle sentido a tus palabras.

-"¿Qué tal si salimos a comprar una botella?"- le ofreciste, pensando que cualquier cosa que no fuera quedarse en la casa lo haría sentir mejor.