Luego de terminar el día laboral llegaron a su hogar, ella estaba agotada y él estaba preocupado por su desmayo. Él preparó un baño en el jacuzzi, un simple beso disparó la pasión y le demostró que la “quería”. Les llevaron la cena a la habitación y luego durmieron abrazaditos toda la noche, según él, para estar más cerca de su hijo.
Había vuelto a soñar con esa bella mujer embarazada, era un sueño recurrente que venía teniendo desde hacía unas semanas. Era el mismo parque del sueño de Betty y el patito, pero esta vez, la protagonista era una bella joven embarazada, él la veía de lejos y ella, de la nada, pasaba a tener dos bebés en brazos, cuando él comenzaba a acercarse para hablarle, se despertaba.
Era una locura, pero comenzaba a sospechar que podía ser Betty. En la convivencia se dio cuenta de que tenía un bello cuerpo y cuando salía de la ducha sin el capul, su rostro se transformaba. Evidentemente, no sería una modelo, pero tal vez si se arreglara de otra manera se vería mucho mejor, pero sabía que esa era una decisión exclusivamente de ella.
Parecía que sería una mañana más, sólo por un detalle, comenzaría uno de los síntomas del embarazo: los cambios de humor. Betty se despertó con un ataque de llanto.
Armando: ¿Betty, que le ocurre?
Betty: No quiero volver a la empresa —llanto.
Armando: —¿Por qué?
Betty: —Porque me tratan mal y ayer me miraban como si fuera una cualquiera.
Armando: —Por hoy, se me queda descansando —la besa— y yo, a la tarde, vengo a recogerla para ir a su cita con el obstetra.
Con mucha paciencia, característica que no tenía, logró tranquilizarla. Y todavía faltaban varios meses.
Llegó a la empresa, que seguía con mucho trabajo, ya que al otro día era el lanzamiento, y ya el baboso de Mario Calderón lo estaba esperando como vieja chismosa.
Armando: —No me fastidie Calderón.
Mario: —Quédese tranquilo, hombre de familia y casado. No lo voy a fastidiar.
Armando lo mira sorprendido.
Mario: —No me mire así, que para enterarme el chisme completo, tuve que llamar a mi gran amigo Santamaría. Ah, a propósito, para el divorcio va a tener que esperar a que su chino nazca.
Armando: —¿Qué?
Mario: —Eso le mandó a decir Santamaría, que lo llame, que se va a retrasar lo de su divorcio. Al parecer una mujer embarazada no se puede divorciar para que el bebé no nazca fuera del matrimonio.
Para su sorpresa, esa inesperada noticia no le molestaba.
Armando: —Ni modo.
Mario: —¿Ni modo? Usted perdió su libertad hermano, y para peor le alargaron la condena ¿y usted lo único que dice es: ni modo? —suspirando — y bueno, ahora cuénteme esa vaina de que se emborrachó y dejó embarazada a vampirín.
Armando: —Ya le dije que a Beatriz la respeta.
Mario: —Por supuesto que su esposa merece todo mi respeto, pero largue la sopa.
Armando: —No hay mucho que contar, fuimos a cerrar un negocio con el Fashion Group, nos invitaron a Las Vegas, nos emborrachamos, nos casamos y luego… ya sabe.
Mario se tira en el sillón muerto de risa y su amigo se queda mirándolo con cara de asesino.
Mario: —No me mire así, comprenda hermano, es que yo ni borracho me casaría y menos con su mons…con su esposa. Encima, luego se acostó con ella. —La mirada de Armando era fulminante— y esto no me lo puede discutir, usted violó nuestra regla número uno, jamás hacerlo sin protección.
Armando: ¡YA..!
Mario: —Además cuente, ¿cómo es hacerlo con Betty? ¿Es verdad que las feas son muy apasionadas y lo hacen como si fuera la última vez en su vida?
Armando: —No le voy a contar a usted, que es un cerdo, mi intimidad con Betty. Ella es sagrada.
Mario: —¿Por qué, si siempre nos contamos todo? Incluso su intimidad con su ex tormento —piensa—un momento, me podría haber dicho que no se acordaba por la borrachera, pero dijo “mi intimidad con Betty ”…pillín, lo hizo varias veces con su… esposa
La cara lo delató.
Mario: —Ahora que lo pienso, a pesar de que hace mucho que no vamos de cacería, usted llega de muy buen humor a la empresa. Incluso, todavía no me mató.
Armando: —¡Basta! Está bien, se lo confirmo, estoy viviendo con Betty en la casa de mis padres, y vivimos… como esposos. Y no le voy a contar nada más.
Mario se descostilla de la risa. Mientras su amigo lo quiere matar.
Mario: —Y dentro de unos meses se va a tener que aguantar a un chino que lo va a despertar a las 3 de la mañana.
Armando: —Ya basta Calderón, tengo mi vida desordenada y usted no ayuda en nada.
Mario: —Perdone hermano, pero no puedo creer como fue capaz de casarse con Betty…
Justo entra Marcela y escucha la conversación.
Marcela: —¿Cómo que te casaste con Betty?
Mario: —Mejor los dejo solos.
Marcela: Contéstame Armando ¿Cómo que te casaste con Betty? Y lo peor, que vas a tener un hijo con ella.
Armando: —No tienes derecho a reclamar nada, ya hace como un año que estamos separados.
Marcela: ¿Qué no tengo derecho a reclamar? Te recuerdo que estábamos comprometidos y tú tiraste 3 años de mi vida a la basura. Siempre me dejaste en claro que no querías tener hijos.
Armando: —No los quería tener contigo, no te amaba lo suficiente.
Marcela: —¿Y a ella sí? —con una lágrima en la mejilla. —¿En serio te enamoraste de Betty?
Armando comprendió que Marcela necesitaba desilusionarse completamente de él para continuar su vida, aunque la lastimaría, al menos comprendería que él jamás podría amarla. Cómo último acto de “amor” decidió mentirle. O a lo mejor fue más sincero, de lo que jamás fue en su vida.
Armando: —Me enamoré de Beatriz, Marcela, no sé cómo sucedió, pero me enamoré, ella es como un angelito para mí.
Marcela: —Te odio, te odio Armando Mendoza.
Salió de la oficina, dando un portazo.El día continuó ajetreado, como siempre que había una colección, todos estaban dando lo mejor de sí, aunque las chicas del cuartel de las feas estaban un poco dispersas por el gran chisme que tenían entre manos. Es que Bertha no se podía quedar con las manos atadas y con un vaso en la puerta, escuchó toda la conversación de Armando, tanto con Mario como con Marcela.
Bertha: —Parece ser, que fue un MATRIMONIO POR ACCIDENTE, se emborracharon en Las Vegas, se casaron y luego ya saben. Viven juntos en la mansión y ni se imaginan lo que don Armando le dijo a doña Marcela.
Mariana: ¿Pero ven? Todo lo que salió en las cartas fue exacto.
Inesita: —Pero esos son asuntos de nuestros jefes. Y sepan muchachas que ahora a Betty hay que respetarla más que nunca, porque está embarazada, y al ser esposa de don Armando, es dueña de esta empresa.
Sofía: —Ni tan dueña, si se casaron en Las Vegas por accidente seguro se van a divorciar.
Bertha: —Pues sí, habían iniciado el trámite, pero hasta que no nazca el bebé no se pueden divorciar, pero cuando don Mario lo comenzó a presionar con “el buen humor que tenía en las mañanas” confesó que “hacen vida de esposos” y ustedes ya se imaginarán.
Aura María: —¡Ay, que rico, imagínense lo rico que la debe pasar Betty con ese triplepapito!
Inesita: —¡Aura María por dios!
Bertha : —Y falta que les cuente lo más sabroso, escuchen bien, a doña Marcela, le dijo en la cara que estaba enamorado de Betty.
Sofía: —Pues el partido que terminó ligando, pero pobre mujer, imagínense aguantar a la hiena de don Armando todo los días de su vida y eso si no se divorcian.
Armando quería matar a las secretarias, no podía creer que estuvieran en un 911. Y ya se imaginaba por dónde venía el chisme del momento.
Armando: —Pues sí, pobre Betty que tiene que aguantarme …. Y no me tome de tonto que sé que Armando del Castillo, no existe. Ahora por favor, vayan a trabajar y las espero esta tarde a cenar en la casa de don Hermes.
Inesita: —¿Y eso como para qué don Armando?
Armando: —Hoy le vamos a contar a don Hermes. Así que las necesito para que me protejan, yo creo que no me va a matar delante de tantos testigos.
Llegó la tarde, Armando cumplió su promesa y fue a buscar a Betty a la casa para ir al obstetra. Fueron a la mejor clínica de Bogotá, le tomaron unas muestras de sangre y orina, las cuáles salieron bien, sólo faltaba la ecografía.
La emoción fue enorme al escuchar el corazoncito del bebé, pero se asustaron cuando repentinamente la cara del galeno cambió.
Armando: —¿Qué ocurre doctor?
Doctor: —Nada grave, solo que la alegría va a ser doble, mírenlo ustedes mismos, dos bolsas, dos bebés.
Betty: —¿Quiere decir que son mellizos?
Doctor: —Efectivamente, son mellizos, eso explica el porqué del aumento por demás del apetito.
Armando, se quedó pálido y mudo, demasiada presión era enfrentarse a un embarazo y para colmo, en ese momento se enteraba que eran dos, pero sólo bastó ver la sonrisa de su Betty, para tranquilizarse. Después de todo, sería el doble de alegría.
Luego de terminar el procedimiento, todos se sentaron en el escritorio y comenzaron a hablar.
Doctor: —Ya le receté lo necesario, vitaminas, hierro, ácido fólico. Su stress la está perjudicando, le recomiendo un pequeño viaje. Ah, evite los atracones, para no tenerlos intente comer pequeñas cantidades cada dos horas, otra cosa, esos frenos no la van a ayudar si sigue mi consejo, yo le recomiendo que se los haga quitar, si lo hace, no va a necesitar lavarse los dientes tan seguido, no tenerlos sería una exigencia menos y más tiempo disponible, su dentadura está en perfectas condiciones, por si le interesa, en el tercer piso hay una dentista que es especialista en ortodoncia.
Betty: —Gracias doctor, voy a seguir sus indicaciones.
Armando: —Yo me voy a ocupar de que las cumpla al pie de la letra.
Fueron a la odontóloga, quien muy amablemente la atendió. Efectivamente, Betty tuvo esos aparatos por más tiempo del necesario ya que su dentadura estaba perfecta, Armando quedó encantado al verla, su sonrisa iluminaba su vida.
Armando: —Su sonrisa es hermosa Betty.
Betty: —Muchas gracias —con timidez.
Armando: —Ahora debemos ir a la casa de sus padres, le tenemos que contar esto a don Hermes.
Betty: —Pero mi papá lo va a matar.
Armando: —Estoy muerto de miedo, pero no se preocupe que ya tomé las medidas necesarias para evitarlo, invité al cuartel.
Betty: —¿Que hizo qué? Pueden hacer un desastre, pueden hablar demás.
Armando: —Quédese tranquila, ya les dije que don Hermes creé que este es un matrimonio “normal”.
La cena transcurrió sin inconvenientes, hasta que llegó el momento de contarle a don Hermes que su familia se agrandaba.
Betty: —Papá, como usted se habrá dado cuenta, esta no es una cena normal. Mamá preparó esta velada porque tengo una noticia muy importante que darle.
D. Hermes: —Hable mija.
Betty: —Estoy embarazada.
D. Hermes: —¿Que??HISTORIA DE ALEJANDRA GOMEZ Y chesita_and_Ale.(CARO_LINA)
EDICIÓN DE MarcelaQuinteros8.
PORTADA DE ALEJANDRA GOMEZ.
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Matrimonio por accidente
FanfictionMATRIMONIO POR ACCIDENTE Betty y Armando viajan a Estados Unidos a cerrar un negocio con el Fashion group. Los invitan a las Vegas , se emborrachan ¿ Que puede salir mal? Los invitamos a leer esta divertida historia HISTORIA DE ALEJANDRA GOMEZ Y CH...