Capitulo X

79 9 0
                                    

MATRIMONIO POR ACCIDENTE.
CAPÍTULO 10.

MESES DESPUÉS.
Los meses iban pasando y la pancita de Betty crecía rápidamente. Marcela decidió irse a Palm Beach, no soportaba ver la felicidad de estos dos. Mario Calderón seguía igual que siempre, o casi, porque finalmente, la apasionada aventura con Catalina Ángel tuvo consecuencias.
Así fue como Armando se enteró: Él estaba en presidencia, cuando su mejor amigo entró a su despacho sin golpear, estaba por regañarlo cuando notó su extrema palidez.
Armando: —¿Hermano, que le ocurre?
Mario: —Bebé, Catalina va a tener un bebé, mi bebé.
Armando: —¿Qué? ¿Cata está embarazada? ¿Y qué ocurrió con su regla de protegerse siempre?
Mario: —Por supuesto que me protegí, pero puede fallar.
Armando: —Pues felicidades, papá.
Mientras tanto, Betty estaba muy ilusionada organizando una fiesta de revelación de sexo, que se realizaría al siguiente día, por supuesto, quién la estaba ayudando era Catalina Ángel.
Betty: —¡Ay, Cata, estoy tan feliz! Y pensar que en unos meses, usted va a tener la misma fiesta. ¿Ya se lo dijo a don Mario?
Catalina: —Por supuesto que se lo dije.
Betty: —¿Y cómo lo tomó?
Catalina: —El muy idiota se desmayó, desde ya que le dije que no le estaba exigiendo nada, que sólo se lo estaba informando porque creo que es su derecho saberlo.
Betty: —No me diga que quiere renegar del bebé.
Catalina: —Pues no, y me sorprendió ¿Sabe? Hizo todo lo contrario a lo que yo creí, porque yo estaba segura de que se iba a desligar de este bebé, y sobre todo que iba a querer conservar su soltería.
Betty: —Pues a mí no me sorprende, en este tiempo que estuve tratando con él, me di cuenta de que es un hombre muy solo, sus salidas de cacería, las utilizaba para llenar su vacío existencial, y como ahora perdió a su compañero de caza, hasta está más “sensible”, incluso ya le hizo algunos regalitos a su sobrino.
Catalina: —Si se quiere responsabilizar por el niño, no me voy a oponer, pero no pienso volver a casarme.
Betty: —Entonces serán tal para cual, don Mario podrá responsabilizarse por el bebé, incluso enamorarse de usted, pero, si le soy sincera, yo no creo que quiera casarse.
Catalina: —Si se responsabiliza, con que sea un padre presente me alcanza y me sobra.
Esa noche Betty estaba muy ansiosa y hasta tuvo unos de esos inesperados antojos, que a Armando lo enloquecían.
Betty: —Armando, Armando, despierta Armando.
Armando: —Medio dormido, mira su reloj en la mesita de luz. —¿Qué pasa Betty? son las 3 de la mañana.
Betty: —Tengo hambre.
Armando: —¡¡¡Betty, por favor!!! si quieres comer algo, puedes levantarte e ir a la cocina, en el refrigerador hay de todo. —Se volvió a acomodar para tratar de seguir durmiendo.
Betty: —No quiero comer nada de lo que hay en el refrigerador.
Armando: —¿Qué quieres Betty?
Betty: —Sushi.
Armando: —Betty son las 3 de la mañana ¿Cómo así que quieres comer sushi? Si yo sé perfectamente que el sushi no te gusta.
Betty: —¡Tengo que comer sushi ahorita mismo! A mí no me gusta, pero a los bebés, sí.
Afortunadamente, en Bogotá hay muy buenos restaurantes con delivery a esa hora, por lo que Armando cumplió el antojo de su mujer, tal como lo venía haciendo durante los últimos meses, en los que se dedicó a conquistarla, para demostrarle que la amaba.

Al otro día, fue la esperada fiesta de revelación de sexo. Betty se había puesto un sencillo y divertido vestido premamá de dos colores: celeste del lado izquierdo y rosa del lado derecho, rematado con un lazo rosa.

Todos sus seres queridos estaban invitados, la sorpresa sería doble, ya que nadie sabía que serían mellizos, ni siquiera Bertha fue capaz de obtener ese chisme de primera mano, tampoco lo sabían los padres de Armando que vivían con ellos y mucho m...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Todos sus seres queridos estaban invitados, la sorpresa sería doble, ya que nadie sabía que serían mellizos, ni siquiera Bertha fue capaz de obtener ese chisme de primera mano, tampoco lo sabían los padres de Armando que vivían con ellos y mucho menos los padres de Betty. Todos se enterarían allí mismo.
Esta fiesta iba a estar llena de sorpresas, Catalina Ángel se encargó de organizar diferentes juegos para confundir y divertir a los invitados hasta la hora de la verdadera revelación.
El primer juego consistía en elegir entre varios globos negros. Los invitados lo agarraban y comenzaron a explotarlos con la esperanza de que en alguno, hubiera una pista del género del bebé, pero para sorpresa de todos sólo contenían papeles de color blanco.
Luego cortaron una torta, decorada con merengues blancos, se suponía que el relleno o el color del bizcochuelo revelaría si era niño o niña, pero al retirar la porción todos se enteraron de que era una torta arco iris.
La sorpresa final, con la que revelarían el género del “bebé” sería con un juego de bengalas.
Catalina: —Ahora sí amigos, como verán, por todo el patio hay distribuidas muchas bengalas. La diferencia está vez será que no vamos a usar los colores tradicionales, no hay bengalas ni de color rosa, ni de color celeste, sino: Verde💚 si es NIÑO y Morado💜 si es NIÑA.
Las bengalas comienzan a expulsar el humo coloreado y los invitados están totalmente confundidos, no sabían porque motivo, de cada artefacto solo salía humo de los dos colores. ¿Se habían equivocado, las bengalas estaban falladas? Armando enseguida les aclaró la confusión.
Armando: —No es una equivocación, nuestra alegría viene por partida doble.
Betty: —Vamos a ser padres de mellizos, un niño y una niña.
Armando, besa apasionadamente a su esposa, mientras las reacciones de los invitados son diversas. Los padres de Armando los felicitan, lo mismo que las chicas del cuartel, diferentes amigos y también, por supuesto, doña Julia, pero don Hermes, como siempre, tenía que poner su cuota cansona.
Don Hermes, casi se desmaya. (Aunque no lo crean, ¡casi se desmaya!)
D. Hermes: —Mí bebé, va a tener dos bebés, a usted Armando, lo mato. ¿Cómo fue capaz de hacerle eso a mi niña?
Betty: —Papá por favor, deje tranquilo a Armando.
D. Julia: —Hermes Pinzón, compórtese.
D. Hermes : —Espero al menos, que el niño se llame Lázaro, como el tío Lázaro Pinzón.
Betty: —Papá, todavía no tenemos decididos los nombres de los niños.
Luego de que Hermes se tranquilizó, la fiesta continuó por sus causes normales, todos estaban felices y sorprendidos por la pareja, muchos bromeaban porque hubo algunas apuestas que terminaron quedando en empate.
El pequeño evento finalizó cuando se estaba poniendo el sol. Luego de despedir a los invitados, ellos se quedaron disfrutando de la cálida noche en el jardín de la casa, pero no estaban solos, sino con “Nene”, el perro que era de Armando y que ahora era la mascota de la familia Mendoza – Pinzón.
Betty estaba jugando con Nene en el césped del patio, cuando Armando lo llama.
Armando: —Nene, ven aquí.
El perro no le para bolas, sigue jugando con Betty, se había encariñado con ella y su barriga.
Betty: —Niño bueno, mereces un premio.
Armando: —Mi propio perro me traicionó, quiere más a Betty que a mí, pero en el fondo lo entiendo —mirándola a los ojos. —Eres adorable, ojalá pudieras creer que mi amor es totalmente sincero.
Betty: —Por supuesto que te creo. Es que mi terquedad y mis inseguridades no me permitían creer que tú me podías amar por mí misma, no hace falta que me sigas demostrando nada, ya estoy convencida de que nadie me podría amar más que tú.
Armando la toma en sus brazos y la besa apasionadamente, los besos y caricias se tornan cada vez más candentes.
Betty: —Te amo, Armando.
Armando: —Y yo te amo a ti Betty —la besa —te amo y te deseo tanto mi amor.
Sus deseos estaban al rojo vivo, ninguno de los dos supo cómo hicieron para llegar vestidos hasta la habitación.
Desde ese día, dejaron de ser para siempre un MATRIMONIO POR ACCIDENTE.

CONTINUARÁ…

HISTORIA DE ALEJANDRA GOMEZ Y chesita_and_Ale.(CARO_LINA)
EDICIÓN DE MarcelaQuinteros8.
PORTADA DE ALEJANDRA GOMEZ.

Matrimonio por accidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora