capitulo 10

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 — Abue, yo nunca haría algo como eso. Si me gusta alguien, no estaría con otra solo porque sí.

— Nieto, a veces la gente hace cosas estúpidas, pero tú no hagas eso. Si lastimas a alguien que te quiere mucho, te puedes arrepentir y todo en esta vida se devuelve.

Llegué a casa furiosa, me encerré en mi cuarto y no salí en todo el fin de semana

el lunes era mi graduación, por fin podía empezar alistarme ya me iba a graduar estaba bien contenta, me desperté temprano, mis padres igual, me arreglé me puse un vestido largo unos tacones altos un vestido azul cielo y unos tacones blancos con perlas azules me hice un peinado recogido para resaltar el escote de mi pecho usé un colar que tiene la perla negra pero en el fondo azul cielo. A las 10 nos teníamos que ir y a mi mamá se le olvidó comprar una cartera. Le dije que podía ser cualquiera, pero quería comprarla, así que tuvimos que pasar por una tienda, comprarla e ir corriendo a la graduación.

— Ani llegaste, supertarde —me dijo Luz susurrando.

— Luz, mi madre se tardó mucho —le dije, poniendo los ojos en blanco.

— Son las 12 Ani que hicieron

— Pues pasamos a comprar una cartera

Vi cómo pasaban todos cuando llamaron a luz, grité con todas mis fuerzas, era una de las mejores estudiantes, yo siempre quedé en segundo lugar, ella era mucho más estudiosa que yo

cuando me llamaron, a mi pase normal, pero mi grupo de amigos siempre fueron hombres, así que se podrán imaginar los gritos y cosas que no deberían decir, pero igual los amo.

¡Ella es mi novia!

¡La graduada más bella!

¡ELLA ES NUESTRA NOVIA! — YO LOS veía CON PENA Y ELLOS MUERTOS DE risa.

—En serio los amo, pero a veces se pasan.

Pasaron mis papás, se tomaron una foto conmigo, me dieron mi título, firme, y me fui a sentar. A mi amiga y a mí nos tocaba dar el discurso, estaba muy nerviosa

ella dio su discurso seguía yo — Estoy supernerviosa en serio decirles esto fue un martirio casi ni acepto, pero es el primer paso de mucho, sé que muchos no me conocen soy Ani y sé que muchos talvez lo noten como un discurso normal, pero les agradezco escuchar, este solo es un pequeño paso de muchos que faltan, ya viene la adultez, algunas quizás tomen otros caminos y no quieran seguir estudiando, otros trabajen, pero depende la decisión que tomen piénsenlo bien a veces nos arrepentimos por eso estudien trabajen esfuércense vivan su vida con moderación cuídense y más que todo piensen en ustedes.

Todos aplaudieron, pero no sé si lo hice bien. Todos nos fuimos a un club que alquilamos para después de la graduación irnos. Yo me llevé un bañador fucsia completo que tenía toda la espalda abierta y short porque no me gusta andar sin short cuando es un traje de baño completo.

Nos metimos en la piscina, estuvimos jugando echando broma llevaron alcohol a la fiesta pusieron música estaba todo muy bien ambientado, y lo mejor era que el club era de tres pisos con cuartos grande espacioso mesas de cristal la piscina era lo que más me encantaba y tenía una bellísima vista, como a las tres de la mañana estuvimos jugando la botellita y los que cayeran se besaban, a luz le cayó con Alicia, Luz no quería, pero le toco estábamos jugando, después cayeron dos hombres y así iban mujeres y hombres y todo, más tarde caí yo con un niño nuevo que llego el año pasado la verdad no me caía muy bien, era raro, pero muy apuesto, me acerque y él también me agarró del cuello y me beso así de la nada, se sentía como si me hubiera querido besar desde hace mucho, y cargaba esas ganas desde hace tiempo, no me caía, pero de verdad que si besaba bien, pero cada vez me pegaba más a él y me aleje como pude

— Oye, es solo un juego — le dije enarcando una ceja mientras me limpiaba los labios.

—Soy Alex, muñeca —me dijo mientras me guiñaba un ojo.

— No me importa y no me digas muñeca —le dije con el ceño fruncido

me levanté y fui a por una bebida. Encontré por suerte un jugo de naranja, es que no me gustaba tomar. Me volteé y, detrás de mí, venía ese.

— Disculpa, Ani era solo un juego —me dijo con media sonrisa

— ¿Cómo sabes mi nombre? —pregunté enarcando una ceja.

— Lo dijiste en el discurso —me dijo riéndose.

—Bueno, igual no me importó el beso, yo sé que era un juego — le dije con una sonrisa de mala gana y poniéndole los ojos en blanco.

—Para mí no tanto tú me gustas, y te voy a conquistar, así no quieras, solo dame permiso de hacerlo y si no lo logro, solo dime y me alejo, yo voy a hacer todo lo que me digas — me dijo mientras se acercaba con una sonrisa y viéndome los labios.

— Haz lo que quieras, no me importa lo que hagas ni te conozco —le contesté sarcásticamente y quitándole la mirada.

—Podemos conocernos — Cada vez se acercaba más a mí, y me agarró de la cintura y me pegó a él

—Mientras nos conocemos, puede que te guste — dijo con una sonrisa—, se agarró la barbilla y puso cara pensativa —, ahora te voy a tener que poner un apodo. ¿Cuál te quedaría bien?

— No me vas a poner ningún apodo, déjame en paz y aléjate de mí, suéltame — le dije molesta.

— Eso es, te voy a poner, mi amargada —dijo con brillos en los ojos y una sonrisa.

— Haz lo que quieras, Alex, no me importa —le dije mientras le ponía una mueca de disgusto

— Mañana te visito, dame tu número —me dijo él, sacando su teléfono con una sonrisa, mientras se pasaba la lengua por los labios cuidadosamente.

Le di mi número y me fui con luz. Tenía que llevármela, ya estaba muy borracha.

The story of my lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora