capitulo 4

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  — Abue porque Mary no quería decir sus sentimientos. Si los confesaba, no tenía nada que perder. Si le decía que no, ella podía seguir normal como hasta ahora, pero y si le decía que sí, iban a estar felices y juntos.

— Nieto mío tú lo ves tan sencillo, pero no es así, claro tienes razón, pero si la rechazaba podrían romperle el corazón y ella llevaba tanto tiempo enamorada de esa Persona, seguro le iba a doler mucho, a veces uno prefiere callar para no escuchar las respuestas y ella sabía que esa persona no quería estar con ella así que prefirió verlo en silencio y amarlo mientras él era feliz con alguien más.

— Abue, si yo fuera, ella le hubiera dicho todo

— Hijo, cuando te enamores me vas a dar la razón, el miedo al rechazo hace que te calles por mucho tiempo.

— Abue, sigue con la historia, por favor.

A la mañana siguiente nos paramos, desayunamos, y ellas se fueron a su casa, y yo me quedé haciendo tarea. Ya estaba en mi último año de secundaria, así que me tenía que esforzar mucho.

Terminé mi tarea como a eso de las 3 pm.

— Ani, mi amor, será que puedes venir a comer. Está bien que estudies, pero come, hija.

Esa era mi madre una señora de unos 40 y tantos su edad exacta no se dice por qué la edad de una mujer se respeta y no se dice, pero se ve joven no aparenta esos 40 y tantos su cabello antes era castaño, pero se lo pinto a rojo, yo salí a ella cabello rulo y ojos marrones no hay duda de que soy su hija.

— mami, ya iba a comer, acabo de terminar

Mi madre me dio un abrazo, y fuimos a comer juntas.

— ¿Ani qué vas a hacer hoy?

— Bueno, mami, voy a ir a una reunión de la tesis, porque los muchachos no saben qué hacer, entonces voy a ir, y voy a pasar por donde el pastor para que me dé un libro que vi y me gustó. Voy a salir al centro a pasar por una librería, y después paso para donde Sami.

— Ani que te dije de ir a donde ese muchachito, Sami, no me da confianza.

— Tranquila, ama, yo me sé cuidar.

— Chao mami me voy, — le grite y ella me respondió con un Dios te bendiga hija, — pase por donde el pastor le pedí el libro, pero antes hablo conmigo de que me tomara más en serio las clases y no me riera mientras cantan, es muy guapo el pastor, pero a veces una risita no es mala la gente de la iglesia es muy amargada, me fui y pase a la Reunión tuve que arreglar tantos problemas, pero lo solucione, busque el libro que más quería leer un amor imposible ame ese libro y siempre iba a ser mi favorito por siempre.

— Sami, hoy estás más lindo que de costumbre, y dime, ¿ya le dijiste a tus papás?

— Ani, no les he dicho nada, les pienso decir hoy: ¡ayúdame, sí!

— Sami, si me ves con esos enormes ojos grises y esa carita tan linda, no me puedo negar

Sami es muy apuesto, es alto como me gustan y su pelo liso y negro como la noche, unos ojos que si te ven fijamente te ponen nerviosa a morir y esa piel blanca y delicada en serio me gusta, lástima que no quiera nada conmigo.

— Hola, Ani, pasa y saluda, no te vamos a comer.

— Mamá, ya vamos, si es que estamos hablando un momento.

Pasamos y estábamos hablando con los papas, y yo escuchando más que todo.

— Mamá, papá, le voy a decir algo. Soy bisexual, no les quería contar por qué no teníamos tanta confianza, y ustedes son muy de la antigua, tenía miedo, pero Ani me ayudó a decirles — les dijo con cara nerviosa.

Hubo un silencio incómodo, pero lo rompió el padre de Sami.

— Hijo, es verdad que nuestras creencias son otras, pero no por eso te vamos a dejar de amar. Igual eres nuestro hijo y te amamos, solo tienes otros gustos, prefiero aceptarte que perderte.

— Tu padre tiene razón, cariño, jamás te vamos a dejar de amar, por eso eres nuestro hijo amado y el único, y ya lo habíamos notado: tienes 21 años y sin novia y la única chica linda que te visita es Ani y ni un beso se han dado.

— Y lamentamos no haberte dado la confianza de que nos contaras, lo sentimos mucho, hijo — dijo el padre con cara triste pero con una sonrisa.

Sami rompió en llanto, él siempre pensó que sus papás lo iban a rechazar por tener otros gustos, y escuchar esas palabras de sus padres, en serio le dio un alivio. Sus padres lo abrazaron y yo me uní al abrazo porque soy como parte de la familia y me llamo Sami. Comimos y Sami me trajo a mi casa.

Pasaron los días y ya era domingo. Me estaba alistando para irme a la iglesia, cuando llegaron Mary y Juli a buscarme.






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