capitulo 16

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  —Vamos, Ani, quita esa cara de amargada, por favor, es tu fiesta —dijo Mary, casi suplicándome.

Yo tenía el ceño fruncido y les puse los ojos en blanco

— Mary, dijiste que era pequeña —le dije molesta

—Bueno, Ani, no del todo — se echó a reír y me abrazó.

—Hola, desconocida — dijo Juli con una sonrisa—, iba agarrada del brazo de un chico muy apuesto.

—Hola, desconocida — le dije a Juli con una sonrisa maliciosa

—Sí, Ani, él es mi novio con el que salía en secreto

aaaaaaaaaaaaa gritó Mary.

—¿Qué te pasa, Mary? —preguntó Juli con cara de sorpresa

—Es que pensé que eras lesbiana — se echó a reír y yo la seguí

—Pues ya saben que no, él se llama Max —dijo abrasándolo más

—Hola, soy Max y he oído mucho de ustedes —dijo con una sonrisa

—Espero que hayan sido cosas buenas — dije con una ceja enarcada

—Yo soy Ani

—Y yo, Mary, la alegría del grupo

—¿De qué hablan? — apareció Iam detrás de nosotras y me abrazó, pero me soltó cuando vio a Max

—Hola, Max —dijo Iam con cara de sorpresa y una sonrisa

—Hola, Iam — dijo Max y se abrazaron

— hermano, ¿Cuánto tiempo?

— ¿Hermano? —pregunté confundida

las tres los observamos muy confundidas

—Es solo una expresión, mi amor —me dijo Iam que me vio con expresión de confusión.

—¿Ya se conocen? —preguntó Juli

—A, sí, es un amigo del colegio —dijo Iam mientras me ojeaba

—A estudian juntos —dijo Juli, muy descolocada.

—¿O Juli?, ¡les con mayores! — dijo Mary con una sonrisa maliciosa en su cara.

Juli y Max se marcharon y Mary desapareció como siempre y yo quedé con Iam hablando de mi fiesta, mientras pensaba en Alex y por qué no había llegado.

Pasamos la noche bailando y divirtiéndonos, ya eran las tres de la mañana y Alex no daba señales de vida ni me respondía los mensajes.

Me fui a casa, me despedí de los muchachos y les dije que me sentía mal y me fui

Llegué a casa y Alex estaba encima de un auto, me apresure a ir a donde estaba el.

— Alex, ¿por qué no has respondido mis mensajes? —le pregunté mientras alzaba mi vestido para caminar

— Feliz día, mi amargada, lamento no responder tus mensajes, estaba ocupado comprando el auto y creándote intriga —me dijo con una sonrisa, observaba de pies a cabeza.

—¡Qué cruel, te extrañé mucho en la fiesta! — lo abracé y él a mí.

—Y, por cierto, te ves bellísima, mi amargada, ese vestido negro te queda bello.

—Lo sé, Alex, a mí me queda todo hermoso — me separé de él y me di una vuelta.

— Ani, este es tu carro tuyo, te lo regalo. Sé que tus padres también tienen dinero y te lo pueden dar, pero no me importa

me eché a reír en carcajadas — gracias, Alex.

—Un placer, pero todavía no se acaban las sorpresas, pasemos a la casa

me quedé viéndolo mientras pasábamos. Se veía tan lindo en traje azul.

Entramos y había flores en el piso

—¿Un momento, ¿Cuándo hiciste todo esto? —pregunté sorprendida, pero con una sonrisa

— Él se rio nervioso, es que tengo copia de las llaves — me dijo mientras se pasaba la mano por el cabello nervioso.

—¿Cómo es que todos ustedes tienen copias de las llaves? — pregunté con una ceja enarcada, pero con una sonrisa

—Sube, Ani anda —me dijo todo emocionado.

Subí las escaleras hasta mi cuarto y lo que vi fue maravilloso, nunca nadie había hecho algo así por mí más que Sebas

Volteé a ver a Alex con una sonrisa y una mirada melancólica —¿Lo hiciste tú?

—Sí, Ani, lo hice para ti —se había quedado viéndome mientras se recostaba en el marco de la puerta.

En el techo había una galaxia. Las estrellas se veían en el techo de mi cuarto, y globos pegados al techo, tulipanes negros en todo el cuarto y en una caja de vidrio adentro traía una flor de loto.

— Alex, y todo esto, ¿por qué? — lo quedé viendo con una sonrisa y una mirada muy tristes

— Ani por tu cumpleaños, no tuve tiempo para felicitarte bien y es para que sepas que te amo, aunque tú no a mí y lo entiendo, no te puedo obligar a sentir algo que no sientes

— Ale... me interrumpió

— Ani, te amo y mi amor es más grande que el millón de estrellas que puede haber en el cielo, más grande que cada grano de arena que puedas encontrar en la playa, más abundante que el agua que se encuentra en el planeta tierra.

Que dijera eso me recordó a Sebas antes de que se suicidara y lo que me dijo

me quedé en silencio y se me salieron las lágrimas. Cerré los ojos y cuando los abrí vi un cuarto blanco completamente y un espejo que dejaba ver a unas personas y yo, vestida de blanco, volví a cerrar los ojos y los abrí y vi a Alex de nuevo. No sé lo que me pasó en ese momento.

Alex estaba viéndome con cara triste, pero feliz, y lo abracé.

—Gracias, Alex, perdóname por no sentir lo mismo —mientras lo abrazaba, se me salían las lágrimas.

Me abrazó fuerte y acercó su cara a mi cuello y suspiró — Ani, solo permíteme observarte desde lejos, no me alejes, por favor

—Te lo prometo, Alex, no dejaré de hablarte nunca, no estaremos juntos, pero mi amistad nunca te va a faltar — mientras nos uníamos en un abrazo profundo y sincero, pero lleno de dolor.

The story of my lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora