capitulo 5

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  — Ani, apúrate, por favor, vamos a llegar. Tarda recuerda que Antonio viene con su hijastro y queremos verlo.

— Mary, solo tú quieres verlo — dice Juli volteando los ojos un poco irritada.

Íbamos echando broma todo el camino a la iglesia, nos gustaba caminar, era más divertido y podíamos hablar más. Cuando llegamos, avía un chico en la puerta de la iglesia con cara de que no quería pasar. Era moreno, cabello liso y un poco alto. Nos acercamos y Mary, que es tan imprudente, dice:" — Ese es el hijo de que ya tú sabes y nosotros, si aja cállate, sí".

Lo invitamos a pasar y nos sentamos juntos sentí algo en mi pecho algo extraño, demasiado extraño, pero seguí normal, subimos a la clase y nos hablaron de las relaciones jóvenes, que no deberíamos de tener novios tan jóvenes porque puede ser un error son inmaduros y algunas veces pueden hacer cosas de las que se arrepienten, como quedar embarazados y apenas están estudiando y es verdad tienen razón, traer un bebe al mundo sin un trabajo o casa, es hacer pasar trabajo a un bebe que no tiene la culpa de unos padres irresponsables.

Pero como siempre uno lo toma en cuenta y después se te olvida, salimos de la iglesia, yo me fui y Mary y Juli se quedaron hablando con él. Ni siquiera sabía su nombre ni me presenté, yo solo me fui.

Paso un mes y yo no fui a la iglesia, estaba enferma me dio lechina, y no podía recibir visitas, así que estuve sola todo ese mes, cuando me cure, Mary me invito a salir el viernes en la noche que iban a hacer una fiesta en su instituto y podía ir cualquiera, estaban recogiendo fondos para el instituto.

Invité a Sami a que fuera conmigo y aceptó. Yo me fui a bañar, el agua estaba tibia. Me puse a pensar mientras estaba adentro, pensé en qué podría hacer para mi graduación. — ¿Con quién iría?

Me salí del baño busqué un vestido pegado al cuerpo una lencería blanca que me acababan de comprar, me lo puse y me vi al espejo en serio que el azul era mi color me quedaba bellísimo y ese escote en la espalda era tan perfecto y esas aberturas en la cintura se veía muy lindo, me hice un peinado recogido para que se vieran mejor mis escotes, me puse un collar que me regalo mi abuela un anillo que me compro mi papá, y me maquille lo más sencillo para que pareciera natural, iba bajando las escaleras de la casa cuando veo a Sami abajo con la boca abierta.

— Señora Lester, ¿de verdad que usted hizo a una obra de arte? Su hija es la mujer más bella que he visto, por ella me vuelvo hetero —dijo con una sonrisa en el rostro

— Sami, casi te creo, sé que soy hermosa, pero si no te volví hetero en todo este tiempo, menos ahora — nos reímos por un rato

— ¡Hija, eres tan preciosa, Sami, no se equivoca, estás bellísima, cuídate ok y no aceptes cosas de desconocidos!

— Mami, yo sé, siempre lo dices. Te amo, mami, no me esperes.

Iríamos en el carro de Sami, porque yo no podía conducir, por los momentos.

— Ani, ¿tienes a alguien que te guste?

— Me gustas tú, Sami, pero lo sé. Yo no te gusto, soy de tu familia una hermanita pequeña.

— Ani, lamento, no corresponder a tus sentimientos.

— Tranquilo, Sami, igual me caes mejor como hermano.

Llegamos a la fiesta y Mary estaba tomando. Cuando me vio bajando del carro, se quedó con la boca abierta.

— Muñequita hermosa, llegó tu invitada especial.

— Ani no me di...

— si lo sé, no me digas así, sabes que no me gusta.

— Me acerqué un poco a su cara, la vi a los ojos y le dije — cuando trates de mentir, dile a tus ojos que dejen de brillar de emoción mi muñequita preciosa.

— ¡ANI!

Me alejé su rostro y pregunté por Juli.

Ella dijo que no iba a poder venir, porque tenía que estudiar para unos exámenes. Que para la próxima, si viene, Ani invite al hijo de Antonio. Es agradable, cuando lo conozcas, de seguro te va a caer bien.

— Sí, claro, Mary — dije con ironía.

Sami, en cuanto llegó, se fue súper rápido y se perdió entre los muchachos de su edad que estaban en la fiesta. Mientras que Mary y yo esperábamos que llegara el hijo de Antonio.

Estaba hablando bien a gusto con un chico cuando llega el hijo de Antonio y se escuchan los gritos de Mary.

— ¡Por aquí, Iam!

Yo volteo y le digo al chico que estaba hablando conmigo, que me dé un segundo y me fui a donde estaba Mary, y al lado de ella estaba él.

The story of my lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora