—¡Buenos días!
—Hola cariño — respondió German — ¿Cómo estuvo la salida de anoche?
Calle sonrió ampliamente recordando la noche anterior —¡Fue maravillosa!
—Ya veo. Hoy estás más energética que nunca. Espero que ese entusiasmo lo uses también para la escuela.
—Papá... No arruines mi mañana. Es sábado, ¿Por qué hablas de la escuela un sábado?
—Porque me llegaron tus calificaciones esta mañana —German suspiró con cansancio — Daniela, tus calificaciones no han sido las esperadas, ¿Por qué? ¿Qué sucede cariño? ¿Cómo piensas entrar en una buena universidad con esas notas?
Calle no respondió nada ante las preguntas de su padre. Ella quería algo diferente. Un futuro diferente.
—Calle...
—La verdad, ni siquiera se si quiero ir a la universidad.
—¿Y que es lo que pretendes hacer con tu vida? ¿Acaso ver los logros de Poché no te han servido como motivación?
Calle sonrió de forma amorosa. Por supuesto que Poché era ahora más que nunca el motor de todas sus luchas; tal vez de una forma que sus padres nunca entenderían, como probablemente no entenderían que ella era buena para otras cosas que no tenían necesidad de algún título.
—Habla conmigo Calle. Creí que confiabas en mi...
—Y lo hago, papá. Pero no se si estarás de acuerdo con mis decisiones.
—Te escucho.
—Honestamente yo no quiero ir a la universidad. Después de graduarme buscaré un empleo, me mudaré... No quiere decir esto que ya no los quiera o algo parecido, sencillamente quiero empezar mi vida.
Formar un hogar con Poché, lejos de sus raíces. De las miradas acusadoras y del miedo a ser descubiertas. Quería disfrutar libremente de su amor tal y como lo habían hecho en el estado vecino bajo las cálidas miradas de Paula y su novio. Solo le tocaba esperar el poco tiempo que le faltaba para graduarse y que Poché terminara con la universidad.
—¿Y no puedes esperar para hacer todo aquello después de la universidad?
—¿Quieres que te traiga malas calificaciones? Lo mío no son los estudios papá, nunca lo ha sido, lo sabes.
—Lo se Calle, pero...
—Papá, si lo sabes, ¿Para qué darle más vueltas al asunto?
—Solo quiero lo mejor para ti, hija.
—Si es así, déjame ser yo misma. Permíteme demostrarte que aunque el camino que elegiré para mi vida es diferente a lo que ustedes deseaban, aún así podré vivir completa, y plenamente feliz.
German la miró por algunos segundos y después le dio una sonrisa orgullosa —Siempre he amado esa determinación tuya. Quien gane tu corazón será muy afortunado.
—¡Oh! lo siento — se disculpó Poché tras entrar en la cocina y encontrar a Calle y a German en un momento íntimo — solo venía por mi termo de agua, pero no se preocupen, puedo bajar por el luego.
—Ven aquí —pidió German.
La mayor de las hermanas obedeció sin comprender exactamente que estaba pasando. Tenía el cerebro revuelto por culpa del alcohol y había amanecido desnuda en la cama de Calle, sin esta con ella. Tenía el cuerpo adolorido y no estaba para mimos empalagosos. Así que, ser abrazada por su padre en ese momento no era algo que deseara, pero lo disimuló lo mejor que pudo.
—Las amo a las dos, con todo mi corazón y su felicidad siempre será lo más importante para mi.
—¿Qué sucede?
—Mi padre está bendiciendo nuestro futuro — susurró la castaña antes de guiñarle un ojo.
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𝑨𝒎𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝑷𝒆𝒄𝒂𝒅𝒐 (𝑪𝒂𝒄𝒉𝒆́)
Romance-¡Estás enferma María José! - gritó aterrado aquel hombre al ver el arma que tenía la nombrada en las manos- ¡Matarme no va a darte la paz que tanto buscas! -¡Venga! no te creas tan importante. Solo eres una de las tantas basuras que ensucian mi cam...