Capítulo 3

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Narrador omnisciente

Rebecca

Cualquier cosa puede pasar, nadie sabe lo que vendrá; Rebecca no sabe que su mentor está muy enfermo y que le queda poco tiempo de vida, ella admira a muy pocas personas y aprecia a las mismas pocas, su círculo es pequeño nunca ha sido la más social todo lo contrario algo retraída y dispersa; James Marshall ha sido alguien importante en la vida de Becca, su guía y consejero en su camino como diseñadora.

¿Y como no? James se convirtió con el tiempo en el líder de marketing y diseño en general de las empresas de sus padres, a pesar de su corta edad James sufría en silencio por un tumor que lo fue acabando poco a poco, siempre metido en su trabajo sin darse tiempo para el amor o pensar en formar una familia.

Él siempre vió en Becca más que una pupila, una hija pues esa chica de 13 años con tantas ganas e ilusión de aprender y querer ser un día parte del departamento de Marketing de la empresa le robó el corazón de inmediato, James poseía la confianza de la pareja Armstrong y jamas la defraudó todo lo contrario cada vez crecía más el cariño de los Armstrong para con el y es por eso que ocultó su enfermedad.

James siempre estuvo solo en el mundo forjó el mismo un futuro brillante y próspero era un solitario, tanto que consideraba a los Armstrong como su única familia de hecho Becca y Richie lo llamaban 'tío' pues Patrick Armstrong fue el único que en su momento le dió un voto de confianza y desde ahí fueron grandes amigos tanto que éste lo llegó a considerar como su hermano menor pues él nunca tuvo uno.

Para la familia Armstrong fue un golpe muy duro, no se lo esperaban; James era un hombre jóven lleno de vida o eso pensaban pues en realidad un terrible tumor en la cabeza arrasó con su fuerza y vitalidad; Rebecca fue la que peor lo tomó pues James se convirtió en su mano derecha cuando ella tomó el mando de la sede de Londres.

Porque aunque James tuviera que viajar constantemente por trabajo nunca dejó sola a su Becca, siempre estuvo para ella cuando lo necesitaba él la quería como la hija que nunca tuvo, becca lo quería a él como su segundo padre y para nadie era un secreto su increíble relación; todos sabían que sería muy difícil para la menor de los Armstrong, por la gran complicidad y el fuerte lazo que compartían éstos dos.

James dejó todos sus bienes y dinero a nombre de Rebecca y una parte a Richie también, ellos no pudieron despedirse y a Becca no le importaba en lo más mínimo esa herencia, ella solo quería a su gran cómplice de vuelta, ella no necesitaba más dinero o más propiedades solo lo quería a el, pero la vida es lo que es.

Flashback

3 semanas antes de la muerte de James.

Estaban en el mismo restaurante, era una tarde algo calida poco usual en Londres.

- Tío no está en mis planes viajar, por favor si puedes encargarte de éste proyecto hazlo. Yo me ocupo de mis padres- le dice Becca a James mientras limpia la comisura de sus labios con la servilleta que descansaba en sus muslos.

- Becca sabes que a tí nunca puedo decirte que no, pero necesito que me des algo a cambio ya es hora de que me pagues por hacerte tantos favores- responde James bromeando mientras mueve su copa llena de agua hasta la mitad como señal del nerviosismo que siente.

- ¿Que podría querer el gran James Marshall que no tuviera ya? Vamos tío deja el drama solo es un viaje más, sabes que odio viajar hazlo por tu sobrina favorita- le dice Becca en tono de burla mientras toma su copa y bebe algo de vino.

- Solo quiero que me prometas algo eso es todo, luego de eso hago la maleta, lo prometo- responde James alzando su mano derecha en forma de juramento.

- Uh esto es serio- Becca entrecierra sus ojos bromeando con el y James le advierte con un gesto que es de verdad serio - Ok me rindo, suéltalo- le dice Becca poniendo sus codos sobre la mesa juntando sus manos, poniendo su barbilla allí y dándole la mayor atención.

- Necesito que me prometas que ya no llevarás la misma vida que yo he llevado llena de soledad- Becca se quedó mirándolo incrédula, antes que ella dijera algo James siguió hablando - Necesito que me prometas que abrirás tu corazón al amor- para James la cara de Becca era un poema pero debía hacérselo prometer aunque fuera lo último que hiciera. - Por favor Becca prométeme que lo harás- suspiró James y sus ojos estaban cristalizados tratando de contener lo más que podía sus lágrimas.

Rebecca no podía creer lo que escuchaba, estaba atónita por la mirada triste y la seriedad de su tío, nunca lo había visto de ese modo - Lo prometo tío- le respondió por fin después de unos minutos, incapaz de responder otra cosa debido a los sentimientos encontrados por la actitud de su tío.

Luego de eso James se recompuso y cambió el tema porque definitivamente no encontró el valor para confesarle a su querida Becca lo que tanto le afligía, el no quería el sufrimiento en ella, trató de actuar lo más normal que pudo el resto del tiempo que compartieron en aquel restaurante que tanto le gustaba a ambos.

Flashback end

Los Armstrong enterraron el cuerpo de James en su cripta familiar y se despidieron de el; una tormenta de furia se desató en la menor de la familia pues Becca no conseguía entender por qué su tío le ocultó algo así o el por que de repente su tío ya no estaba a su lado para escucharla o compartir con ella cualquier cosa.

Sus padres obligaron está vez a Becca a que se tomara un tiempo de sus obligaciones en la empresa, muy renuente se tomo unas semanas pero eso solo con la condición de no tener que viajar y poder trabajar desde su lugar si se necesitaba, Becca sentía que trabajando mantendría todo bajo control y sobre todo mantendría su mente ocupada.

Pese a que Becca huía de tomar una decisión que cambiaría muchas cosas en su vida, mientras más días pasaban más se vería obligada a hacerlo, tenía que encargarse de encontrar a alguien ideal para el puesto de CMO en la sede de Londres y que quedó libre al no tener ya a su querido James para apoyarla en éste.

Pensó que de seguro su padre ya se encargó de nombrar a alguien muy competente para ocupar el puesto de lider general en marketing de todas las empresas, puesto que ya habían pasado 2 semanas, pero ella debía elegir a alguien en su sede, se rehusaba a que alguien sustituyera a su tío o pudiera llenar los zapatos de éste.

Pero debió imaginar que su padre no aceptaría eso para toda la vida y mucho menos ahora que su querido tío ya no está para apoyarla en todas sus decisiones e interceder por ella ante Patrick Armstrong y convencerlo siempre de que ambos harían todo por la felicidad de su princesa.

I'm only me when I'm with youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora