I'm only me when I'm with you

Capítulo 11

Narrador omnisciente

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Freen entró para cruzarse con esos ojos en los que había estado pensando desde que los vio por primera vez, tan claros como la miel pero a la vez tan misteriosos y llenos de secretos que ella estaría más que feliz y dispuesta a descubrirlos.

"Rebecca" así se llama lo recordaba muy bien, y en una faceta muy diferente a cuando la conoció estaba sin palabras, la mujer con su cabello que le llegaba hasta sus hombros y perfectamente peinado a un lado y sin mucho maquillaje.

Un traje claramente hecho a la medida de color negro, pocos accesorios y ya con esto le bastaba para saber que llevaba unos zapatos igual de pulcros que toda ella, pues aunque no los podía ver, se lo podía imaginar.

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Becca luego de saludar a su asistente siguió de largo, acomodó sus cosas y se sentó, escuchó a Caleb por el intercomunicador diciendo que su cita acababa de llegar, la castaña le respondió que hiciera pasar a la persona.

Rebecca levantó la pantalla de la MacBook mientras seguía acomodando su silla para tener un buena visión de las personas que se sentarán frente a ella, escuchó unos toques sutiles en la puerta y pidió que pasara.

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- Buenos días - habló Freen luego de tragar saliva antes de que saliera ese saludo, flojo y escueto de su boca ¿Pero que era lo que le pasaba con ésta mujer? Que la dejaba sin saber que decir.

La frustración que Rebecca sentía desapareció por completo al escuchar esa voz de inmediato alzó su mirada y el mundo se detuvo, en esos ojos cafés; era ella era Freen.

Se la quedó viendo como ya lo había hecho una vez dándole un repaso rápido, la mujer llevaba un vestido ajustado a su esbelta figura de color amarillo muy claro y por encima de este una gabardina gris y tacones muy estilizados.

Su cabello largo, sedoso y suelto un poco rebelde, una cartera colgada es su hombro izquierdo y las mejillas como las recordaba igual de sonrojadas no pudo evitar la sonrisa que se formó en sus labios, pero que de inmediato reprimió, respondió mientras se ponía de pie y rodeaba su escritorio.

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- Buenos días señorita Freen- Becca le ofreció una silla para que se sentara, Freen se sentó y la castaña volvió a su puesto, esto no se lo esperaba, su corazón parecía el de un velocista y no entendía que le pasaba.

Freen estaba temblando casi tambaleándose por lo menos pudo sentarse, ella tampoco entendía que le pasaba ¿por qué su corazón latía de esa manera tan desenfrenada? Cómo pudo le extendió su mano a la castaña y habló.

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- Sarocha Chankimha - le dijo su nombre completo pues el día que chocaron ella le dijo su apodo quiso entrar en confianza, freen estaba dispersa pero se percató del ceño fruncido de Rebecca y entendió.

- Oh! no piense que le dí un nombre falso, 'Freen' es como me dicen mis amigos más cercanos- le sonrió a la castaña y por poco pensó que ya no estaba nerviosa hasta que apretó su mano y una vez más aquellas chipas.

Becca al tomar su mano la miraba anonadada, no podía creer como Freen descifró lo que pasaba por su cabeza y le respondió la pregunta que se estaba haciendo mentalmente y no solo las chispas hicieron su aparición otra vez sino que también la pelinegra le ofreció en pocas palabras que la llamara como lo hacen sus amigos cercanos, la castaña creía que le iba a fallar el corazón en cualquier momento, trataba de mantener la compostura, buscando palabras.