Mi Futbolista Favorita || FREENBECKY

Capitulo 19: Mentiras

Debido al secuestro le pedí al club unas vacaciones, cosa a la que accedieron ya que desde hace bastante tiempo no me tomaba mis debidas vacaciones.

Podía despertarme tarde y estar gran parte del día en la cama, podía acompañar a Beck a sus sesiones de rehabilitación y también en sus sesiones con Fay.

Dos días han pasado desde que visitamos a Nadia y aún no he podido hablar con Rebecca, tengo cierta inquietud por su respuesta, por su negativa a esta responsabilidad. Y es que de manera estúpida en los dos días he visitado a Alexia y Katherine, pero todos le dicen Katie, la verdad es que ambas niñas son muy hermosas y también son demasiado pequeñas para entender lo que le sucede a su mamá.

Alexia tiene siete años, le gusta el fútbol, es buena en la escuela y siempre está cuidando de su hermana. Por otro lado Katie de cinco años, es más tímida por lo que en ocasiones en la escuela es molestada, pero eso no impide que también sea buena estudiante, no es tan fanática del fútbol pero a pesar de eso juega con su hermana, pude observa que aunque no le guste mucho es buena con el balón. Ambas son unas niñas excelentes y cometí el error de visitarlas y comenzar a encariñarme con ellas, no digo que sea un error crear una conexión con ellas sino que mi error es que aún no le digo nada a Rebecca.

Salí de la casa de Nadia y en esta ocasión no pude evitar sentirme mal por ella, su estado esta comenzando a empeorar, ya no tienes fuerzas para cuidar de ella, por lo que me platicó cada día se siente más débil y eso le está complicado cuidar bien de sus niñas.

De regreso al consultorio de Fay, esperé en el auto a que Rebecca saliera, por lo que tengo entendió Beck ya está mucho mejor mentalmente, gracias a las sesiones ha encontrado una gran estabilidad emocional y según sus palabras seguirá asistiendo con Fay con menos frecuencia lo que no quiere decir que dejara de cuidarse en ese aspecto.

—Hola. —dijo en cuento entró al asiento del copiloto. —¿Donde estabas? —cuestionó sin darse cuenta que esa pregunta me haría mentirle una vez más.

—Hola amor. —me acerqué y dejé un beso en sus labios con la intención de ganar tiempo y encontrar una excusa creíble. —Solo fui al club a entregar unos documentos sobre tu rehabilitación. —susurré cerca de sus labios y la volví a besar, quería distraerla y que no cuestionara más porque de lo contrario haría más preguntas y podría terminar diciendo la verdad.

—Ok. —susurró mientras acariciaba mi mejilla.

En el camino de regreso a casa fue su mayoría en silencio, me llegué a sentir incomoda porque algo me decía que Rebecca sabía sobre mis dos escapadas. Justo después de estacionar frente a casa habló nuevamente.

—¿Como están las niñas? —preguntó y me dejó inmóvil a medio camino de tomar mis cosas.

—¿Que? —fue lo único que pude decir.

—Fini, prometimos no ocultarnos nada y desde que fuimos a casa de Nadia estás inquieta, te cuesta dormir, estas muy distraída y sobre todo en estos dos días te has escapado mientras estoy en otra cosa o no me doy cuenta. —enlisto lo que me ha sucedido. —¿Que sucede? ¿Que me ocultas? —ese par de preguntas no dejaron a duda de que soy mala para mentir y sobre todo para ocultar mis movimientos.

— Beck yo… —no tenía el valor para hablarlo y ella lo notó.

—Vamos a cenar con tu nana y ya después hablaremos de esto, ok. —no era pregunta, ella quería saber si o si que estaba pasando.

Durante la cena no hablamos más de lo necesario, mi nana un par de veces intento entablar una conversación pero a la tercera se dio cuenta que algo no andaba bien entre Rebecca y yo, luego de eso no insistió más, al terminar se levantó llevándose nuestros platos y se quedó por un rato en la cocina, supongo de lavando lo usado. La verdad no tenía las ganas de decirle que no era necesario que lo hiciera, no me moví de mi lugar temía que al más mínimo movimiento provocará el enfado de Rebecca. Tras varios minutos en la cocina mi nana salió y solo dijo un par de palabras.