Frank-
Una vez que mi madre salió de la habitación, el silencio se volvió mi única compañía.
Me levanté con un suspiro y me dirigí hacia al armario. Decidí comenzar a guardar mi ropa en una de las cajas, seguido de mis comics de Watchmen.
Entre todo el revoltorio encontré mi plumilla escondía en el estuche de mi guitarra.
Que suerte.
Pasada una hora o quizá más, bajé a cenar.
Permanecimos callados por un momento, hasta que Kitty comenzó com la conversación, intentando de evitar que la situación nos afectara.
Mi madre nos explicó un poco de como estaría el asunto de la mudanza, y como todas las veces, un camión se llevaría algunas de nuestras pertenencias mientras que en el coche llevaríamos lo más importante.
Kitty y yo asentimos. Las reglas ya nos las sabíamos de memoria.
Terminamos de cenar, entre los tres recogimos la cocina y cuando acabamos con la tarea, volvimos todos a guardar cosas.
Regresé a mi habitación. Cajas con ropa y objetos cualquiera estaban ya esparcidas en todo el suelo, ya no quedaba tanto por arreglar.
Guardé unas cuantas cosas más, luego tomé un libro al azar de una caja, y como por arte de magia saqué mi libro favorito. Aún que intentaba leer, las palabras parecían no tener sentido, parecía que simplemente no estaba leyendo algo en especial, así que mejor volví a guardar el libro, tomé mi guitarra acústica con la que suelo empezar a componer canciones antes de tocarlas con Pansy, y salí al balcón de mi habitación.
Comencé tocando notas sin un orden específico, dejé que el viento y la tenue luz del cielo me guiaran, y en algún momento comencé a tocar una canción que ya tenía escrita desde hace un poco de tiempo, y que por alguna razón me desconectaba del mundo más quecualquier otra canción.
"Record ender", Sus notas en esta guitarra suenan tan suaves pero a la vez tan profundas que llegan hasta el corazón.
Intentar de dejar lo pasado en el pasado y comenzar de nuevo sin rencores ni nada que te detenga.
En algún momento, escuché mi teléfono emitir un sonido de notificación indicando un nuevo mensaje, pero no le dí importancia hasta que terminé de tocar al menos unas tres canciones.
Era Evan. Un simple "¿Cómo te vá?"
Decidí responder ya que no tenía nada más que hacer y también por que no sería lindo dejarlo en visto.
Seguimos charlando un rato hasta que miré la hora.
Me despedí de él con un breve "Buenas noches", dejé el celular en mi mochila, me recosté en mi cama e intenté dormir, lo cual se me hizo algo difícil al principio, pero un momento después con el cansancio acumulado logré conciliar el sueño.
A la mañana siguiente desperté por culpa del despertador, que todavía estaba fuera de las cajas.
Rápidamente me arreglé y guardé las pocas cosas que me faltaban.
Bajé las cajas y con eso también a desayunar.
El ambiente seguía siendo algo tenso, pero Kitty intentaba distraernos un poco contándonos sobre la última serie que vió, lo cual logró su objetivo.
Mi madre nos preguntaba cada cinco minutos que si no se nos olvidaba nada, si teníamos todo guardado y cosas por el estilo.
Terminamos de desayunar y al menos una hora más tarde el camioncito que llevaría nuestras cosas a casa de la abuela llegó.
Esta vez era una especie de camioneta con rejillas de madera atrás, ya que esta vez no llevábamos más que cajas, y no como otras veces que llevábamos casi toda la casa.
Comenzamos a subir las cajas.
Hacía mucho calor, pero ni eso podía quitarme la sensación de sentir todo el cuerpo adormecido y frío por culpa del estrés.
Pronto todas nuestras pertenencias estuvieron en el camión, que fué el primero en partir seguido de nosotros que salimos una hora más tarde.
La casa se sentía tan vacía con solo algunos muebles en ella, pero ya que más se puede hacer ¿verdad?
Subimos al coche y comenzamos nuestro camino a casa de la abuela.
El camino fue algo aburrido, pero no fue tan abrumador como el día anterior o incluso esta mañana.
Mi madre dijo que esta semana vendería la casa en la que vivíamos hace unas horas, y estuvo un rato más recordándonos el discurso que nos dió esta mañana.
Llegamos a casa de la abuela, donde nos recibió con un muy fuerte abrazo, por fortuna ya se encontraban nuestras cajas ahí, así que nos tocó acomodar principalmente a Kitty y a mi.
Su casa era lo bastante acogedora como para quitarme por completo la preocupación del futuro y enfocarme en el presente.
Nos mostró nuestras nuevas habitaciones temporales. Estas parecían como de hace ochenta años, ya que la casa era muy vieja y tenía casi la misma edad que Clara.
Esa tarde Kitty, Mi abuela y yo salimos al centro del pueblito mientras que mamá se quedó en casa haciendo el papeleo y buscando compradores para vender la casa en Belleville.
Recorrimos las calles del pueblo.
Primero llegamos a una vieja librería que rápido captó nuestra atención. Al entrar lo primero que vimos fueron estantes llenos de libros de todo tipo, algunos de temas aburridos para investigaciones aburridas y otros de historias ficticias.
Obviamente fuí corriendo a la sección de las historias mientras que Kitty por su parte, buscaba mangas de Demon slayer.
Mi abuela se quedó hablando un rato con la dueña del lugar sobre cosas de señoras grandes.
Después Nos llevó a una cafetería que estaba hecha con cosas a las que les dieron una segunda vida.
El lugar era tan hermoso que daban ganas de quedarse todo el día ahí.
Pedimos un café para cada quien y unos panques para pasar el rato mientras que escuchábamos las anécdotas que la abuela nos contaba; algunas eran emocionantes, otras no tanto.
Después de un rato volvimos a casa mucho más relajados y menos ansiosos. Gracias a la salida pudimos despejar nuestras mentes un poco más, mamá por su parte, también se le veía mucho más tranquila por el hecho de que ya había terminado el papeleo de la casa.
Un rato más tarde comencé a desempacar mis cosas mientras escuchaba algunas canciones de Luis Miguel; ¿por qué?, no lo se, solo tenía ganas.
Como todavía tenía tiempo, decidí decorar un poco la habitación, aunque realmente ya era bastante acogedora y tenía una ventana algo grande de la que entraban los cálidos rayos del sol.
El tiempo pasó volando.
Antes de acostarme a dormir me dí el tiempo de observar el paisaje de la plazita al centro del pueblo, ya que desde aquí se ve perfectamente.
El ambiente seguía siendo algo curioso por la mudanza, pero ya estaba empezando a acostumbrarme.
Ahí duré un rato. Después volví a adentrarme en mi habitación, me recosté en la cama con y todo el cansancio del día acumulado antes de dormir pensé que el cambio no siempre es malo, y esta vez hay una chispa de esperanza que me dice que todo estará bien y que todo esto tarde o temprano se calmará.
Con eso en mente logré dormir tranquilamente.
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La luna llena sobre París ♡Frerard♡
RomanceFrank es lobo y Gerard es un chico humano. Una amor entre dos personas de estas especies sería imposible... o tal vez no... Se aceptan recomendaciones para el desarrollo de la historia :D P.D: Cualquier error ortográfico es mi culpa :D