Tal Para Cuál || enzo fernandez x julian alvarez

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Exactamente Julián estaba en Buenos Aires hace ya treinta y seis días, días tranquilos, en los que volvió a reconectar con sus amigos, disfrutó, fue un turista más en la ciudad de la furia, pero ya lo bueno tenia que terminar.

Los últimos días se le estaban haciendo incómodos ya que Rodrigo había conocido a un pibe que le gustaba mucho y estaban en algo, no era malo al contrario era super buena onda hasta facturas llevaba para que coman entre los tres, pero se sentía mal tercio, y sintió que ya no daba más por lo que le pasó anoche.

(...)

Julian se acomodo en su cama para acostarse a dormir ya que eran las una y picó de la mañana, esa tarde habia salido con Paulo y su novia a comer a un barsito nuevo que a ella le había gustado, lo invitaron, la pasaron lindo, pero Julián no era tonto, el también tuvo parejas.. Y podía notar a la legua que sus amigos querían privacidad, y a pesar de que le dijeron "No te vayas Ju, quédate un ratito no nos incómodas posta"  dijo Oriana, el solamente negó, querían estar juntos y solos, y para Julián era entendible, asi que pagó su parte a pesar de que de nuevo la pareja le dijo que no, y se despidió de ellos.

Y ahora en la soledad silenciosa de su cuarto, se permitió derramar algunas lágrimas amargas, se odiaba, por seguir llorando por ese idiota de Enzo, ya habían pasado dos años el otro hizo su vida, tuvo una hija, se junto y a pesar de que ahora no estaba con la mamá de la pequeña, lo superó. Avanzó. No como él que seguía en el pasado.

Porque Julián no. Julián no podía superar.

Porque lo único en lo que pensaba cada noche era en volver a estar abrazándolo en su cama, o despertar al lado de ese cuerpo tonificado lleno de tinta, de esa carita de nariz perfecta, ojitos chinos y sonrisa preciosa. Volver a besar esos labios rosados, a sentir esos brazos fuertes alrededor de su cintura y que lo vuelva a mirar con ése amor que en algún momento le tuvo.

Éso es lo que el quería y se amonestaba mentalmente por quererlo de nuevo. Porque todos esos pensamientos lo llevaban a confirmar el hecho de que para su mala suerte Enzo era el amor de su vida, porque no había otra razón por la cual no lo pueda olvidar. Porque el trato de buscar en Londres otros, pero no pudo encontrar nadie que se le parezca.

Iba a seguir sumergido en su tristeza cuándo escucho ruidos raros. Más bien ¿gemidos? Se dijo así mismo.

"NO, no creo que rodrigo venga a culear sabiendo que estoy acá" se dijo . "quizás son los vecinos" trato de autoconvencerse.

Pero...

—Dale Ro, acomódate rápido que estoy re al palo bonito. -esa era la voz de Leandro, el chongo de su amigo.

—En cuatro me voy a poner mi amor. -respondió el otro claramente exitado.

Y Julián se quería morir.

Una hora y unos minutos estuvo escuchando esos ruidos, que aunque se puso auriculares y puso la música fuertisimo, igual los escucho. Y no sabía que era lo peor, haber escuchado a su amigo cogiendo, o la ereccion de mierda que se le formó porque claramente Julián no tenía acción hace mucho.

¿Cómo iba a ver a su amigo a la cara ahora?

Una vez que paró el despelote, se obligó a dormirse.

Y se decidió.  Mañana mismo iba a buscar un laburo.

(...)

Y así es como tomó la decisión de buscarse un laburo. Terminando en el local de Oriana.

Escuchando cada palabra, -obvio lo más importante para él la paga, que era bastante buena-, y lo demás era fácil ya había trabajado atendiendo así que experiencia le sobraba, ella se despidió y lo dejo sólo.

Cerró un rato el local para acomodar unas prendas, limpiar y organizar un poco, puso música y arrancó.

(...)

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Ahora comienza lo bueno.

*sin corregir.  Perdonen si hay errores ortográficos.