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Julián ya había llegado a su casa cuando subió ése tuit.
Y sentado en sillón se acariciaba su vientre, no podía creer lo rápido qué estaba ocurriendo su embarazo, pero lo más loco para el, era saber que sus bebés estaban bien, que su cuerpo acepto totalmente este cambio, lo hacía sentir feliz, y eso que no sabia qué el era de esos hombres que podían gestar, no iba a negar que le pareció raro, pero tampoco se olvidaba que podría pasar, y pasó pensó feliz.
La experiencia más linda, agotadora, rara, pero que al final iba a ser gratificante, porque iba a tener a sus bebitos con él, en sus brazos, siempre quiso formar una familia, una idea que al crecer tuvo que dejar de idealizar ya qué era homosexual y la gente veía raro que dos hombres adopten niños.
Ahora ya no es raro, se dijo con una sonrisa, porque estos bebés eran completamente suyos, los hizo el, los lleva el en su vientre, son totalmente suyos, de Julián y Enzo.
Por mucho tiempo en su relación con Enzo, esa era su mayor inseguridad, que no podrían tener una familia como querían, que seguramente el morocho un día se iba a cansar de lo que tenían y lo iba a volver a dejar una vez más, pero no fue así, incluso unos meses antes de que su embarazo pase, habían hablado de éso, y el menor fue totalmente maduro e irreconocible con lo que le dijo.
(...) Flashback
Julian se encontraba llorando desconsolado en un rincón de la sala de estar de su nueva casa. El sentimiento y el hecho de darse cuenta de qué está hermosa, acogedora, y hogareña casita nunca iba a sentir el ruido de piecitos corriendo traviesamente por los bellos cerámicos le hacían doler el corazón.
Le dolía saber que él jamás podríacumplir el sueño de Enzo de tener una familia juntos, si estaba Olivia, y a pesar de que la amaba, sabía muy dentro suyo que no le pertenecía ella tenía su mamá, pero ¿y el? ¿QuéteníaJulian para ofrecer? ¿Un lindo cuerpo que cuando su pareja ya no encuentre atractivo lo iba a dejar? No tenía nada. No le podía ofrecer la familia que su hermoso morocho tatuado soñaba, él no era una mujer, y adoptar en Argentina no era fácil, siempre te ponían una traba; ya lo habían intentado, pero les dijeron que debían esperar CINCO años para adoptar a un bebé, ¿y se separaban? ¿Qué le deparaba a ése bebito? Así que prefirieron desistir de la idea, y por el momento disfrutar de la vida con la pequeña Oli.
