Tal Para Cuál || enzo fernandez x julian alvarez

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Semana 26
7 / junio / 2024
Peso Bebé A: 828g      Peso Bebé B: 808g

Julián se despertó la mañana del domingo, ya que se sentía extraño, además le dolían la cintura, cadera y su espalda, cosa rara porque hasta hace una semana se sentia de lo mas bien.
Se trató de levantar para ir hacia la cocina y tomar un vaso de agua porque sentía además mucha calor, y apenas piso el suelo casi se cayó, con calma se sento en la punta de la cama hacia donde daba la mirada contra su espejo.
Se miró en el espejo de cuerpo completo y quedó boqui-abierto mirándose, ¿en que momento la pancita creció tanto? Pensó sorprendido. Era una panzota.

Se acercó a su novio y lo zamarreo para despertarlo, hasta que este abrió los ojos.
—¿que quere' amor?, déjame dormir. -le dijo adormilado.

—amor mírame, tarado. -le dijo levantándo la voz con una sonrisa.

Enzo abrió los ojos, los refrego, y enfoco su vista.
Lo miro sorprendido. —faaa amor, te comiste una sandía culiado. -dijo para luego echarse a reír.

—JAJA que gracioso. -dijo con sarcasmo el mayor.

El morocho se sento en el borde de la cama, quedando frente a la panza.
—hola mis bebés preciosos, crecieron una banda ustedes mepa. -habló con una sonrisa mientras acariciaba la pancita. —dejen descansar a su mamá che.

Julian tenía los ojos ya agüados mientras observaba la escena.

—los amo mucho hijitos, ya los quiero conocer. -finalizó dándole dos besitos a la panza.

Se paró frente a su novio, y le dio un beso.
—amor.. no me cepille. -dijo julian haciendo puchero.

—y? cuando me la chupabas no te ibas a cepillar, me besabas igual atrevido. -le respondió con picardia, recibiendo a cambio un zape en la nuca.

—cállate tarado! -dijo julian rojo de vergüenza.

—ahora te da vergüenza? andáaa. -le respondió enzo haciendo montoncito.

(...)

Después del mediodía cayeron sus amigos, a celebrar -no sabia qué, pero no importaba-, hicieron asado, obviamente tomaron hasta el agua de las plantas, y después a la tarde compraron helado y una torta para Julián.

El mayor se sentía de lo más feliz, era muy suertudo de tener estos amigos, pensaba mientras sus amigos le decían cuanto lo querían. Se sintió mimado.

—gracias chicos, la verdad que no me lo esperaba. -dijo con lágrimas cayendo por sus mejillas. —soy muy afortunado de tenerlos, enserio les digo, muchas gracias.

Todos lo rodearon y lo abrazaron, luego de eso siguieron la tarde jugando a la play mientras algunos comían helado y otros la torta.