Enzo no sabía como había sobrevivido a esta primera semana sin despertar con su Julián, sin sentir sus abrazos, sus besos húmedos en su cuello en forma de buenos días, tomar mates mientras veían algún programa de chismes, en fin; extraño a Julián y todo lo qué el conlleva.
Se había acostumbrado a su su rutina, y ahora se sentía tan vacío y solo. Julián era su complemento, su otra mitad y sin Julián era un muerto en vida, estaba viviendo sin la mitad de su corazón, y las consecuencias de sus estupideces.
Y quizás esto era el empujón que su mente necesitaba para finalmente madurar.
O eso es lo que pensaba mientras hacía su rutina en el gimnasio, se fijo en su reloj y su horario ya habia terminado hace veinte minutos, pero su mente no paraba de maquinar y por eso no se había dado cuenta.
Se bajo de la máquina, y se fue al vestuario a bañarse para sacarse el olor a chivo y la transpiración.
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Vio que Valentina le había comentado el tuit, y sin responderle simplemente la bloqueó.
Estaba hartó de la morocha, ¿no entendía que lo de ellos ya había pasado? No lo dejaba hacer su vida, siempre que lo veía con alguien tenía que meter su veneno.
POV
UNA SEMANA ANTES DE LOS HECHOS DE LA RUPTURA DE ENZO Y JULIÁN.
Enzo estaba en su trabajo, por suerte en su hora del almuerzo y descanso, cuando sintió como su celular vibraba sin césar en el bolsillo de su delantal. Solamente lo saco para fijarse si era Julián, pero no, era la mamá de su hija.
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