Paulo se encontraba un tanto confundido con respecto a sus sentimientos y situaciones que venian pasándole, -terminó con Oriana su novia de hace dos años- y lo peor no es que solamente cortó todo de raíz, sino que se sentía bien, la decisión de dejarla nisiquiera lo hacia sentir mal, aparte de eso últimamente sin que sus amigos sepan obviamente, se venía viendo con Leandro -un amigo de Enzo-, y no, no había engañado a su ex, ellos solamente se veían en plan "amigos", como jugar a la play en casa del otro, salidas a comer panchitos en la costanera, o simplemente salir a tomar mates por las noche.
Y aunque nunca lo admitió.
Paulo es bisexual, y eso se lo dejó en claro a Oriana desde un primer momento, sí estuvo con chicos; más nunca había sentido lo que siente por el mayor cada vez que lo ve, que hablan, que se ríen o simplemente conversan o debaten sobre Boca (comparten la pasión por el mismo cuadro), pero había un problema y es que Paulo no podía evitar sentir unas inmensas ganas de chaparse al morocho de ojos claros cada vez que pasaba tiempo con él, no podía evitar ver esos labios rosas gorditos con deseo, ver ésos azules claritos tan bellos y perderse en ellos, o simplemente perderse en cada bella expresión que hacia el otro cuando explicaba algo con tanto ahínco, o la forma en que sus ojos se achinaban cuando reía o fumaba una seca, cada mínimo detalle que Leandro cometía, a Paulo lo hacía darse cuenta de lo enamorado que estaba, y a la vez lo hacía sentirse culpable; de no haber sentido eso con su ex.
Porque Leandro le hacia ver el mundo desde otra perspectiva, más soñadora, más divertida, y menos dura. Con Leandro se sentía más él , Leandro le hacía ver éso que no todos pueden ver, y eso le gustaba mucho, le gustaba muchísimo, lo único que deseaba cada noche al cerrar los ojos era estar con él morocho de risa escándalosa y ojos claritos. Nodudaba, por primera vez en sus 24 años, no dudaba de lo que quería y sentía, —por más que su ex siempre le hacia dudar, hasta de su sexualidad— porque la bella morocha no podía creer —que un chico en sus palabras claramente— "Tan lindo, educado y varonil cómo vos, sea bi, es irreal Paulito" le dijo una vez comenzando una de sus tantas discusiones, de las cuales él ya estaba hartó (y de las cuáles por fin se había librado).
Porfin Paulo se había librado de la toxicidad y mala vibra de la chica, que a todos les caía bien, pero con él era completamente otra cosa, por suerte se dio cuenta a tiempo. Y justo a tiempo apareció cierto chico que ahora lo hacía suspirar y andar en una nube, como si fuera una quinceañera.
Y así con preguntas, y temor se encontraba en su habitación, pensando y pensando en ¿qué hacer? ¿Qué pensar? ¿Como seguir viéndolo a la cara mas que nada? Porque quizás el mayor no sentía lo mismo y lo veía como un amigo, o quizás Paulo estaba solamente flashando, y bueno, era un pensamiento que no lo dejaba poder dormir, estaba dando vueltas y vueltas en su cama como un perrito con pesadillas.
Hasta que se decidió. Le iba a hablar a Leandro, ¿sería mucho revelar sus sentimientos cuando apenas hace diez días cortó una relación? Oriana seguramente iba a pensar que ya la venia cagando, pero eso no le importaba, —su conciencia estaba limpia— el siempre dio el cien por ciento en la relación, y a veces las cosas son así, simplemente no funcionan.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
